domingo, 1 de junio de 2008

Jason and the Argonauts: Una película literalmente mítica.

“Jason and the Argonauts” (1963), es un film de aventuras del director Don Chaffey, el cual está protagonizado por Todd Armstrong, Nancy Kovack, Honor Blackman, y Gary Raymond.

Desde el Olimpo, Zeus (Niall MacGinnis) y Hera (Honor Blackman) son testigos de cómo Pelias (Douglas Wilmer) asesina a su medio hermano, el rey Aeson de Tesalia. Sin embargo, una profecía indica que el hijo del fallecido rey, Jason (Todd Armstrong), está destinado a recuperar el trono que injustamente le fue arrebatado a su padre. A sabiendas de esto, Pelias envía a Jason en un traicionero viaje rumbo a Cólquida en busca del mítico vellocino dorado. Junto a un grupo de valerosos hombres, Jason deberá enfrentarse a numerosas dificultades si es que desea recuperar lo que le pertenece por derecho propio.


A fines de la década del cincuenta, Ray Harryhausen y el productor Charles H. Schneer comenzaron a discutir la posibilidad de realizar una cinta basada en la mitología griega, específicamente en la historia de Perseo. Tras filmar “Mysterious Island” (1961), la dupla retomó la idea pero con una ligera diferencia; en vez de adaptar la historia de Perseo, decidieron adaptar el relato de Jason y su búsqueda del vellocino dorado, básicamente porque dicha leyenda les permitía incluir un mayor número de elementos fantásticos en la producción. Tras tomar esta decisión, en 1960 ambos fueron a presentarle la idea a los ejecutivos del estudio Columbia, quienes intrigados por el proyecto decidieron darle luz verde a Harryhausen y compañía para que comenzaran con el proceso de pre-producción. A sabiendas que la mitología está repleta de historias que se caracterizan por ser episódicas y carentes de continuidad, Harryhausen y Schneer contrataron al guionista Jan Read y a la experta en mitología griega Beverly Cross para confeccionar el guión. En lo que respecta al elenco que trabaja en el film, este estaría conformado mayoritariamente por actores británicos salvo dos excepciones; Todd Armstrong, quien obtendría el rol protagónico gracias a su presencia escénica, y Nancy Kovacs, quien es la encargada de interpretar a la sacerdotisa Medea.

Con el fin de disminuir los costos de producción, Harryhausen y compañía decidieron realizar el rodaje del film en Italia, país que en la década del sesenta no solo contaba con una industria cinematográfica en crecimiento, sino que también con hermosos parajes que tanto a Harryhausen como el director Don Chaffey decidieron incluir en la cinta. En lo que respecta a la elaboración de los efectos especiales, Harryhausen utilizó un proceso llamado Dynamation, el cual ya venía empleando hace años, para confeccionar gran parte de las escenas más famosas y recordadas del film. Básicamente, la técnica consistía en la proyección de una imagen de acción real, sobre la cual fotografiaba los modelos de los personajes fantásticos que deseaba incluir en determinadas escenas. Gracias a su ingenio y indiscutible habilidad, el técnico en efectos especiales pudo darle vida a criaturas tales como el imponente gigante de bronce Talos, la hidra de siete cabezas que custodia el vellocino de oro (dicho sea de paso, en la legenda original el encargado de cuidar el tan preciado objeto era un dragón que jamás dormía), y los esqueletos vivientes que surgen de la tierra para intentar ponerle fin a la aventura de Jason y sus camaradas.

La historia de la cinta es bastante sencilla; el reino de Tesalia se sume en el caos luego de que el Rey es asesinado por Pelias, su codicioso medio hermano. Sin embargo, la existencia de una profecía que anuncia que el hijo del fallecido Rey algún día retomará el trono y le devolverá la paz a Tesalia, atormenta constantemente a Pelias. Dicho hijo es Jason, quien se verá embarcado en una aventura cuyo objetivo es encontrar el legendario vellocino dorado, objeto cuyos poderes mágicos en teoría le ayudarán a recuperar su lugar en el reino. Sin embargo, lo que Jason no sabe es que quien lo ha convencido de emprender semejante tarea es nada menos que Pelias, quien espera que el joven guerrero perezca a manos de uno de los tantos monstruos que custodian el peligroso camino al vellocino. Impulsado por sus ansias de gloria, Jason reúne a los mejores hombres de Grecia y construye una colosal embarcación llamada Argo, con el fin de tener éxito en una aventura que incluso es vigilada de cerca por los mismos dioses del Olimpo.

Básicamente, “Jason and the Argonauts” presenta todos los clichés existentes en las cintas que se centran en alguna especie de búsqueda; un grupo de hombres seleccionados por sus numerosas habilidades, deben acompañar a un guerrero en la búsqueda de un objeto invaluable. En el camino se encuentran con una serie de peligros, enfrentan a la muerte en más de una ocasión, y presencian maravillas de una belleza inimaginable. Desde tiempos inmemoriales, las historias que presentan la búsqueda de un objeto que asegura la solución de diversos problemas han presentado un atractivo inapelable. En este caso, el vellocino dorado de Jason supuestamente tiene el poder de sanar a las personas, traer la paz, y deshacerse de la plaga y la hambruna, razones más que suficientes para que él y un grupo de valerosos hombres arriesguen su vida con tal de conseguirlo. Además de las cuantiosas dosis de acción que presenta la trama, esta contiene un buen número de elementos buscan atrapar al espectador. El simple hecho de que a Jason se le otorgue la oportunidad de pedirle ayuda la diosa Hera en cinco ocasiones durante su viaje, le imprime una maravillosa dinámica a la cinta, ya que lleva al espectador a cuestionarse en qué momento y por qué motivo Jason tendrá que pedirles auxilio a los dioses.

En el ámbito de las actuaciones, estas son algo irregulares. Si bien Armstrong realiza una labor correcta interpretando al temerario y bienintencionado protagonista, cabe mencionar que tanto sus diálogos como los de Nancy Kovacs tuvieron que ser doblados por actores británicos, debido a que ambos fueron incapaces de cambiar su acento norteamericano. En el aspecto técnico, la cinta cuenta con el estupendo trabajo de fotografía de Wilkie Cooper, y el magnífico diseño de producción de Geoffrey Drake. La banda sonora por su parte, la cual fue compuesta por Bernard Herrmann, se caracteriza por estar conformada por piezas musicales utilizadas por el compositor en algunos de sus trabajos previos. El músico utilizó pasajes exactos de las bandas sonoras que escribió para las cintas “The Kentuckian” (1955) y “Beneath the 12 Mile Reef” (1953), y reescribió algunos pasajes que compuso para films como “North by Northwest” (1959), “The Day the Earth Stood Still” (1951), y “Vértigo” (1958), entre otros.

“Jason and the Argonauts” es una entretenida película que mezcla actos heroicos, mitología griega, elementos fantásticos y sobrenaturales, y una serie de efectos especiales por sobre todo llamativos. Pese a que en términos generales se trata de una buena producción, esta es recordada mayormente por la labor realizada por Ray Harryhausen. Si bien se trata del mejor trabajo del llamado mago del stop-motion, cuyo encanto es incombustible, también hay que reconocer que el paso del tiempo no ha sido del todo amable con unos efectos especiales que hoy en día palidecen ante el extravagante uso del CGI. Aunque tanto Harryhausen como Schneer consideraron realizar una secuela, tras la tibia recepción que tuvo la cinta en los Estados Unidos, la dupla desestimó la idea. Varios años después, Harryhausen retomaría el tema mitológico en la película “Clash of the Titans” (1981), la cual relataba los intentos de Perseo por rescatar a la princesa Andrómeda. En definitiva, “Jason and the Argonauts” es una ejemplo clásico de grandeza cinematográfica, ya que se trata de una producción que presenta una historia épica plagada de imágenes inolvidables, un excelente trabajo de dirección, buenas actuaciones, y un espléndido apartado técnico, lo que en conjunto ha elevado este film al Olimpo del género fantástico.




por Fantomas.

11 comentarios:

Don fofo dijo...

Uf, nada que decir, maravillosas películas impregnadas del estilo de ray harryhausen, de hecho creo yo que este personaje fue quien trascendió en su época por sobre el nombre del director de estas películas por ejemplo o la musicalizacion.

Unknown dijo...

ame el comentario, es una de mis favoritas, los efectos me encantan, tanto así q ni siquiera recuerdo las malas actuaciones de los protagonistas :P
buenisima elección, la de hoy...

espero q estés bien!!
conectese para saber de usted!
besis
chauu
=)

MarioBava dijo...

Un clasicote absolutooooo !!!!!!!

Oscar dijo...

Habra que verla entonces...

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Una maravilla y de las mejores, sino la mejor, del maestro Harryhausen.

Lo de los actores...que le vamos a hacer. Lo mismo sucedía con "Clash of the Titans" con ¡Harry Hamlin! de prota :S
Lo mejor de aquella eran los secundarios (Laurence Olivier, Ursula Andress...)

Genial que nos hayas recordado esta magnífica película ;)

Saludos :)

Goethemola dijo...

Bufff... Adoro al mítico Ray Harryhausen. El tíio a base de stop-motion era capaz en ocasiones de realizar efectos más reales que con CGI.

Rey Nova dijo...

Una maravillosa pelicula, la última vez que la ví fue a fines del año pasado en un restaurante que por casualidad habia puesto su TV, y ¡la estaban pasando¡¡¡, todas las mesas se prendieron de la pelea de Jason contra el ejercito de los muertos, je, je. Impresionante e inolvidable. Saludos¡¡¡.

Möbius el Crononauta dijo...

Mítica no, mitiquísima diría yo. Aquí el maestro Harryhausen alcanzo cotas inimaginables de calidad. Todavía guardo la impresión de verla en pantalla grande.

Excelente crítica, se merece usted un vellocino de oro.

Saludos

Jorge - cinenovedades dijo...

Si, es cierto. Por lo general los técnicos de efectos especiales no son valorados como se merecen, por lo menos en estos tiempos.

Por lo que dices ha pasado todo lo contrario con Ray Harryhausen, quien por lo que dices terminaba siendo mas importantes que los mismos realizadores de la cinta.

Me apunto para verla. Buenísima la reseña!

Saludos!

John Trent dijo...

De acuerdo contigo en todo lo que comentas. Jason y los Argonautas es una de las películas de mi infancia/adolescencia. Una de las que más veces he visto, y por supuesto, una de mis preferidas del genio Harryhausen.
Casi prefiero que no haya existido la secuela que comentas en un momento de la reseña, pues este tipo de películas no necesitan ser tocadas más allá del primer impacto al espectador…aunque como sabemos, eso casi siempre es lo de menos para los productores.

Wannabegafapasta dijo...

Además de Honor Blackman, otros grandes actores que aparecen en la cinta son Nigel Green como Hércules (más famoso por su papel de Sargento Mayor Bourne en ZULÚ), Laurence Naismith como Argos, piloto y constructor del barco (y que en LA ÚLTIMA NOCHE DEL TITANIC interpreta al capitán Smith, se ve que lo de los barcos le gustaba, al hombre), y Niall McGinnis, el espléndido Karswell de LA NOCHE DEL DEMONIO, como Zeus.

Como dices, es una pena que los papeles principales se los diesen a los carapalos de Armstrong y Kovack.

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