
Una joven familia comienza a ser visitada por fantasmas en su casa. Si bien en un principio los espectros parecen ser amigables, con el tiempo empiezan a cambiar su conducta, al punto de poner en riesgo la vida de todos los habitantes de la casa, en especial la de la pequeña Carol Anne (Heather O´Rourke).

Una vez que el guión estuvo terminado, este de inmediato fue comprado por los estudios MGM, cuyos ejecutivos se apresuraron a comenzar con el proceso de pre-producción de la cinta. La gran polémica que rodea a “Poltergeist” reside en el hecho de que durante años, se ha asegurado que fue Spielberg quien en verdad se encargó de la dirección del film, mientras que Hooper solo se limitó a seguir instrucciones. Aunque el mismo Hooper se ha encargado de desmentir este rumor, también ha reconocido que Spielberg participó activamente en el rodaje de la cinta, ya sea mediante el diseño de storyboards, o planteando ciertas ideas acerca del tratamiento que se le debía dar a la historia. No es secreto para nadie que tanto Frank Marshall como Spielberg deseaban que la producción obtuviera una calificación PG, ya que según el mismo Marshall: “Las historias de fantasmas deben ser apreciadas por todo tipo de público, ya que a todos nos gusta asustarnos. Además, es bastante fácil provocar terror mediante el uso de violencia y un poco de sangre. El arte de todo esto a menudo se esconde en aquello que no ves”. Esta noción de lo que debía ser el horror cinematográfico no era del todo compartida por Hooper, quien adquirió cierta popularidad durante la década del setenta gracias a cintas como “The Texas Chain Saw Massacre” (1974) y “Eaten Alive” (1977), las cuales utilizaban la violencia gráfica como un instrumento primordial a la hora de aterrorizar al espectador. Es a raíz de esta diferencia de estilos, que pese a las declaraciones de Hooper se sigue suponiendo que la influencia de Spielberg fue mucho mayor a la que dejan entrever los créditos del film.

Lamentablemente para los Freeling, no pasa mucho tiempo antes de que los sucesos paranormales que en un principio parecen divertirles, adquieran un cariz mucho más macabro. Y es que de una serie de sucesos inofensivos, se pasa a situaciones que ponen en riesgo la vida de todos los habitantes de la casa, ya sea debido a la irrupción de árboles que poseen vida propia, o a la aparición de portales interdimensionales que amenazan con tragarse a Carol Anne. Una vez que la niña desaparece, los Freeling deciden recurrir a un grupo de parasicólogos liderados por la Doctora Lesh (Beatrice Straight), quien eventualmente se verá obligada a pedirle ayuda a una psíquica llamada Tangina (Zelda Rubinstein), la cual parece ser la única persona capaz de rescatar a Carol Anne del lugar en el que se encuentra prisionera. En gran medida, “Poltergeist” comienza explorando algunos de los temores propios de la infancia, como por ejemplo el miedo a la oscuridad, a las tormentas y a los monstruos que supuestamente habitan dentro de los armarios, para luego meterse de lleno en los temores más propios de la adultez, como el miedo al fallecimiento de un hijo o a la posibilidad de perder todo lo logrado durante una vida de trabajo duro. Al mismo tiempo, Hooper y Spielberg intentan imprimirle una cuota de seriedad al vilipendiado tema de la parasicología, mediante la inclusión de un grupo de científicos que no solo intentan descubrir la raíz de los sucesos paranormales que ocurren en el hogar de los Freeling, sino que además buscan por todos los medios otorgarle una validación científica a sus descubrimientos.

“Poltergeist” bien podría ser considerada como una película que se desarrolla en tres actos, donde el primero abarca la presentación de la vida de los Freeling, el segundo comienza con las primeras manifestaciones sobrenaturales y la posterior desaparición de Carol Anne, y el tercero se centra en los intentos del grupo de parasicólogos y de la psíquica por develar el misterio que encierra el hogar de la familia protagonista. Como es de esperarse, “Poltergeist” no es una cinta que esté exenta de problemas. Mientras que en determinados pasajes del film resultan evidentes algunos errores en la edición, por otro lado el brusco cambio de tono que presenta la historia en su segmento medio no termina de convencer. Más allá de los posibles defectos del film, de la discusión de quien fue realmente el responsable de su dirección, y de los rumores que indican que es una producción maldita, “Poltergeist” se alza como una cinta entretenida y por momentos aterradora, la cual además cuenta con un par de escenas que siguen siendo recordadas con cierta nostalgia hasta el día de hoy, razones por las cuales en gran medida sigue siendo considerada como uno de los grandes clásicos del cine de terror ochentero.
por Fantomas.
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