martes, 21 de septiembre de 2010

Ip Man: La épica historia del maestro de Bruce Lee.

“Ip Man” (2008), es una cinta semibiográfica de artes marciales del director Wilson Yip, la cual está protagonizada por Donnie Yen, Simon Yam, Lynn Hung y Hiroyuki Ikeuchi.

Foshan, años treinta. Ip Man (Donnie Yen), respetado maestro de Wing Chun, combina el estudio de las artes marciales con los combates ocasionales a los que se ve forzado por parte de sus admiradores. Son tiempos de prosperidad a los que la guerra con Japón amenaza con poner fin. Con la ocupación estallará la tragedia de Ip Man, quien se verá obligado a defender a su familia y el honor de su pueblo.


En 1998, los productores Jeffrey Lau y Corey Yuen comenzaron a desarrollar un proyecto que pretendía retratar la vida de Ip Man, artista marcial chino que es recordado tanto por ser el primero en enseñar la disciplina conocida como Wing Chun de manera abierta, como por ser el maestro de Bruce Lee. Donnie Yen fue el primer actor en sumarse al proyecto para interpretar a Ip, mientras que Stephen Chow fue seleccionado para interpretar a Bruce Lee. Sin embargo, cuando el estudio encargado de producir la cinta quebró, el proyecto fue abandonado. En diciembre del 2007, el productor Raymond Wong anunció la realización de un nuevo proyecto que se centraría en el periodo que Ip vivió en Foshan (en otras palabras, la cinta abarcaría la época en la cual Ip Man aún no se convertía en maestro). Una vez que el director Wilson Yip se sumó al proyecto, Donnie Yen fue confirmado en el papel de Ip. Por otro lado, el actor y director Sammo Hung sería contratado para coreografiar las escenas de acción, y el hijo mayor de Ip Man, Ip Chun, trabajaría como consultor técnico del film, vigilando de cerca todos los aspectos de la historia y las coreografías de artes marciales.

La historia comienza en 1935 en la ciudad de Foshan, ubicada en la provincia de Guangdong. En aquellos tiempos, Foshan era conocida por ser la ciudad que acogía a las mejores escuelas de Kung Fu, las cuales estaban compitiendo constantemente para demostrar su superioridad. Sin embargo, todos estaban conscientes de que el mejor luchador de la región era un hombre acomodado llamado Ip Man, quien no deseaba fundar su propia escuela sino que prefería dedicarse a los negocios y a su familia. Pese a eso, Ip Man no puede negar lo mucho que disfruta combatir con otros luchadores, quienes a sabiendas de su reputación, en ocasiones deciden retarlo. Eso precisamente sirve de excusa para la primera escena de acción de la cinta, en la cual un maestro llamado Liu (Chen Zhi-Hui) llega a la casa de Ip Man para retarlo a un duelo privado. Durante esta pelea y en algunas de las escenas posteriores, se retrata al protagonista como un hombre con una filosofía altruista, que lucha solo por diversión y que no involucra ningún tipo de sentimiento en los combates en los cuales participa. De hecho, incluso cuando un agresivo luchador llamado Jin Shanzhao (Fan Siu-wong) llega a Foshan para retar a todos los maestros de la región, Ip Man se toma con bastante humor toda la situación, lo que no le impide darle una buena lección al engreído retador.

Durante gran parte de la primera mitad de la cinta, se retrata a Ip Man como un hombre con una buena situación económica, respetado y querido por la comunidad, quien tiene algunos problemas familiares por su excesiva dedicación a las artes marciales. Por otro lado, se retrata a Foshan como un lugar casi idílico, donde la gente goza de una buena situación económica y no existen mayores problemas. Es por esto que tal vez existe un marcado tono cómico durante la primera media hora del film, lo cual cambia drásticamente cuando se abarca el periodo en el cual los japoneses invadieron China. Desde este punto la cinta adquiere un tono más dramático, ya que se centra en los abusos que sufrieron los habitantes de Foshan y de gran parte de China por parte de los japoneses, y en como los primeros intentaban sobrevivir a la hambruna y la miseria que surgió luego de la invasión japonesa. Es así como Ip se verá obligado a trabajar en las minas de carbón, para así poder comprar el alimento suficiente para que su familia no fallezca a causa de la escasez de alimento.

Mientras que “Ip Man” al igual que otras producciones chinas presenta el mismo tipo de fervor nacionalista a la hora de tratar el tema de la ocupación japonesa de China, en esta ocasión el tema se utiliza como el detonante del cambio en la vida del protagonista, lo que eventualmente lo llevará no sólo a defender sus ideales y a la gente que ama de manera más “activa”, sino que también le ayudará a otorgarle un nuevo propósito a la disciplina que practica. El protagonista es el perfecto ejemplo de un hombre que no se deja llevar por su orgullo, sino que prefiere vivir de forma humilde, lo que le permite aceptar sin complicaciones la pérdida su estatus dentro de la sociedad y de sus bienes materiales, para luego convertirse en un trabajador más de los tantos que intentaron sobrevivir durante la guerra, manteniendo su dignidad completamente intacta. Al mismo tiempo, Ip Man se convierte en la personificación del héroe clásico, reacio e inseguro, pero resignado a cumplir con su rol. Él sabe que debe enfrentarse a los villanos de turno porque nadie más puede hacerlo. Eventualmente el protagonista se convierte en un símbolo del orgullo chino, el cual ayudó al pueblo a soportar los duros embates de la guerra.

Si bien es sabido que Donnie Yen es un estupendo artista marcial, probablemente esta es la primera película donde puede demostrar sus dotes actorales. No sólo logra manejar con éxito la sutil dignidad de su personaje, sino que además lo interpreta de manera creíble logrando que el espectador empatice con su situación y con su modo de actuar. La calma que exuda su personaje, incluso la proyecta en cada uno de los combates en los que se involucra (incluso en la espectacular escena donde se enfrenta simultáneamente a diez karatecas japoneses), efectuando movimientos controlados y precisos. Al igual que Yen, el resto del elenco realiza un estupendo trabajo permitiendo que el relato se torne más creíble pese a que existen una serie de inexactitudes biográficas. Por ejemplo, Ip Man nunca tuvo que trabajar en una mina de carbón, sino que trabajó como policía durante algunos años hasta que las presiones del gobierno comunista, quienes no aprobaban su fortuna ni sus ideologías políticas, lo obligaron a exiliarse en Hong Kong (obviamente esta inconveniente verdad mitiga el impacto de las victorias del protagonista).

Por otro lado, el trabajo de fotografía de Sing-Pui O es sencillamente espectacular, al igual que la labor realizada por Sammo Hung, cuyas coreografías no sólo son energéticas e impresionantes, sino que también son verdaderos espectáculos visuales. Por último cabe destacar la banda sonora compuesta por Kenji Kawai, la cual resulta ser efectiva y ayuda a resaltar bastante la atmósfera dramática de la segunda mitad del film. “Ip Man” en más de un sentido es una película redonda; no sólo tiene una historia que resulta interesante desde el principio y que con el correr de los minutos se va reinventando abarcando distintos géneros cinematográficos, sino además cuenta con personajes con los que uno logra identificarse, con un buen número de escenas de acción espléndidamente ejecutadas, y con un nivel técnico envidiable. Todas estas características convierten a esta película en una de las mejores producciones de artes marciales de los últimos años, la cual probablemente incluso será del agrado de aquellos que no acostumbran a ver este tipo films.




por Fantomas.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Vengeance: "3-Iron" conoce a "Memento".

“Vengeance” (2009), es un thriller de acción del director Johnny To, el cual está protagonizado por Johnny Hallyday, Anthony Wong Chau-Sang, Ka Tung Lam y Suet Lam.

Cuando Costello (Johnny Hallyday), un antiguo asesino francés reconvertido en chef, se entera de que su hija (Sylvie Testud) y su familia han sido asesinadas, promete solemnemente vengar sus muertes. Junto a tres asesinos a sueldo, Costello tendrá que registrar Hong Kong en busca de los responsables. Sin embargo, el mayor reto al que se enfrentará es la lucha contra su progresiva pérdida de memoria, provocada por una bala alojada en su cabeza. ¿Será capaz de llevar a cabo su misión antes de que sea demasiado tarde?


En el 2006, Michèle Pétin y su esposo Laurent, quienes se habían encargado de distribuir en Francia varias de las cintas del director Johnny To, comenzaron a discutir la posibilidad de lograr que el director accediera a filmar su primera película en inglés. En marzo de ese mismo año, los Pétins se reunieron con To en Hong Kong y le comentaron su idea, junto con su deseo de que Alain Delon protagonizara el proyecto. Durante el Festival de Cannes del 2006, To conoció a Delon quien se mostró bastante entusiasmado con el proyecto, por lo que el director le prometió enviarle un borrador del guión de la cinta una vez que este estuviese terminado. Al año siguiente, To le entregó a los Pétins el borrador de la historia que había escrito junto a Wai Ka-Fai. Sin embargo, para ese entonces Delon ya no estaba interesado en participar en la cinta. Al poco tiempo después, la pareja conoció al actor y músico francés Johnny Hallyday, quien se presentaba como el reemplazante perfecto de Delon. Pasaría un año antes de que To se decidiera a contratar a Hallyday, quien tras conocer al director y ver algunas de sus cintas anteriores estaba más que entusiasmado con la idea de trabajar con él. El proceso de filmación comenzaría en noviembre del 2008 en Macao, y este sería el primer trabajo en el que To dejaría de lado la improvisación para regirse en todo momento por el guión a petición de los productores del film.

En Macao, tres hombres ingresan a una casa, y sin motivo aparente, le disparan a una mujer y asesinan a su esposo y a sus dos hijos. El padre de la mujer, Francis Costello, quien trabaja como chef en Francia, llega a Macao para visitar a su hija quien debido a sus heridas ha quedado imposibilitada de hablar o moverse. Con las pocas fuerzas que le quedan, ella le indica a su padre lo sucedido y le pide vengar a su familia. Atrapado en un lugar que desconoce y cuyo idioma no maneja, Costello quien en un pasado tuvo una relación más que cercana con la violencia, se lanza en busca de alguna pista que le pueda ayudar a encontrar a los responsables del feroz ataque que sufrió su familia. Es entonces cuando por casualidad, se topa con tres asesinos a sueldo que están efectuando un golpe en el mismo hotel en el cual se está hospedando. Teniendo el deseo de venganza escrito a fuego en su mente, Costello evade cualquier tipo de obligación moral y le pide a los tres asesinos (Wong Chau-Sang, Ka Tung Lam y Suet Lam) que lo guíen por las calles de Macao y que le ayuden a llevar a cabo su venganza. Para intentar convencerlos, no sólo les ofrece una buena cantidad de dinero, sino que también su restaurante y su casa ubicada en Francia. Tras un poco de comunicación no verbal, los asesinos aceptan la propuesta de su nuevo asociado, la cual en más de un aspecto terminará cambiando la vida de todos los involucrados.

En “Vengeance” existen tres temas centrales que se convierten en los pilares de la historia. El primero es evidente; la venganza es un tema recurrente en las historias que se desarrollan en el mundo de los criminales, y en esta ocasión es el motor que conduce cada una de las acciones del protagonista, aún cuando a este le cueste recordarlo. A vísperas de perder su memoria a causa de la bala que tiene alojada en el cerebro, Costello ha decidido que llevar a cabo su venganza es todo lo que le queda por hacer antes de que su mente borre cualquier vestigio de su vida pasada. Es debido a esto que su venganza en un momento se convierte en algo completamente visceral, ya que ni siquiera él recuerda cuales son los motivos que lo han llevado a seguir un camino marcado por la violencia y la muerte. Básicamente él ya no tiene nada que perder, razón por la cual le ofrece todas sus posesiones a los asesinos que contrata, con los cuales formará un vínculo que va más allá de lo meramente laboral. Esto último es la base del segundo tema importante de la película; la amistad y la fidelidad que esta conlleva. A causa de la barrera idiomática y cultural que existe entre Costello y los sicarios, su relación se construye a base de sentimientos, empatía y camaradería. Aunque en un principio los asesinos actúan motivados por el dinero, eventualmente sus acciones estarán guiadas por el respeto y la estima que sienten por Costello, un hombre que comparte sus ideales y a quien ellos ven como un verdadero amigo.

El tercer pilar de la cinta está dado por los múltiples contrastes que esta presenta. No sólo existe un choque cultural entre Costello y los sicarios, sino que también To se toma el tiempo para contrastar la ciudad con escenarios más rurales, y para jugar constantemente con la tradición y la modernidad, retratando al trío de asesinos como una suerte de samuráis atrapados en un mundo donde el dinero está por sobre el honor. Fiel a su estilo, Johnny To inserta una serie de secuencias que podrían ser consideradas como poesía en movimiento. Un buen ejemplo de esto, es la escena en la que Costello y compañía se encuentran con un trío de asesinos que están compartiendo un picnic con sus respectivas familias. Tras esperar pacientemente que las mujeres y los hijos de los asesinos abandonen el lugar, ambos bandos se enfrascan en una caótica balacera a la luz de la luna, donde ni el espectador ni los involucrados pueden percibir con claridad todo lo que está sucediendo. En general, las escenas de acción son violentas, pero están filmadas de manera de que estas se conviertan en verdaderos espectáculos visuales de peculiar belleza.

Una de las razones por las cuales la cinta funciona tan bien, es debido al buen trabajo de su elenco. Johnny Hallyday interpreta de manera creíble a Costello, un hombre taciturno y silencioso, cuya vida parece estar marcada por la tragedia. Su personaje se convierte en una paradoja andante, ya que la pérdida progresiva de su memoria lo lleva a buscar algo que en un determinado momento no sabe bien que es. En lo que se refiere al resto del elenco, Anthony Wong interpreta de buena manera al líder del trío de asesinos, quién antepone el honor y la lealtad ante todo. Ka Tung Lam por su parte, interpreta a un asesino silencioso e implacable, para el cual la amistad es lo más importante, mientras que Suet Lam es el encargado de contribuir con algunas dosis de humor a un film bastante cargado al drama. Por último cabe destacar la labor de Simon Yam, quien hace las veces del villano de turno, un desequilibrado y peligroso jefe de una triada. Por otro lado, la banda sonora compuesta por Tayu Lo si bien es sumamente efectiva a la hora de realzar el tono dramático del film, es utilizada en muy contadas ocasiones por el director. En lo que se refiere al trabajo de fotografía, Siu-keung Cheng y Hung Mo To seleccionaron una paleta de colores que resulta ser bastante agradable a la vista, gracias a la cual cada una de las escenas del film presenta un encanto especial.

Por momentos, “Vengeance” podría ser considerada como una suerte de cruza entre “3-Iron” (2004) y “Memento” (2000), en especial debido a la escases de diálogo que presenta la cinta, y al hecho de que Costello debe escribir pequeñas notas sobre unas fotos Polaroid para recordar quiénes son sus asociados/amigos, quienes son sus enemigos, y cuál es su misión en la vida. El film presenta un ritmo narrativo más bien pausado pero nunca llega aburrir. Las escenas de acción como había mencionado anteriormente, están estupendamente coreografiadas, pero no esperen ver algo similar a lo que se puede apreciar en las cintas de John Woo, porque To privilegia más la estética que la acción en sí. Es realmente destacable la labor de Johnny To en este film, ya que la historia que tenía entre manos podía perfectamente haber caído en el más completo de los absurdos. Afortunadamente, To es uno de los mejores directores de la actualidad, por lo que tiene la capacidad de convertir este relato en algo realmente único y significativo. En definitiva, si bien “Vengeance” no es el mejor trabajo del director, de todas formas se presenta como un thriller estilizado, como un western moderno, y como una cinta de acción con contenido, lo que la convierte en una película absolutamente recomendable, en especial para aquellos que han tenido la oportunidad de ver algunos de los otros trabajos de To.



por Fantomas.

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