jueves, 31 de enero de 2008

Night of the Living Dead: La película que redefinió el género del horror.

"Night of the Living Dead” (1968), es un film de terror del director George A. Romero, el cual está protagonizado por Judith O´Dea, Karl Hardman y Duane Jones.

La radiación procedente de un satélite provoca un extraño fenómeno: los muertos comienzan a levantarse de sus tumbas para luego utilizar a los vivos como alimento. Esto lleva a Bárbara (Judith O´Dea) a refugiarse en una granja, donde también se encuentra escondido un hombre afroamericano llamado Ben (Duane Jones). En aquel lugar, ambos construirán barricadas para defenderse de una multitud de despiadados zombis, los cuales sólo pueden ser vencidos con un certero golpe en la cabeza.


La aventura cinematográfica de George A. Romero comenzaría a principios de la década del sesenta, cuando junto a John A. Russo y a Russell Streiner fundó la compañía The Latent Image, la cual se dedicaría mayormente a la producción de cortometrajes y videos publicitarios. Algunos años más tarde, Romero y sus asociados se cansaron de la actividad que estaban realizando, y se propusieron realizar un largometraje de terror para capitalizar la creciente “sed por lo bizarro” que estaba surgiendo en la sociedad norteamericana de aquel entonces. Por este motivo, Romero y Russo comenzaron a escribir un guión cuyas influencias directas serían la novela “I am Legend”, del escritor Richard Matheson, y un puñado de cintas de horror clásicas que tocaban el tema de los muertos vivientes. La construcción de dicho guión, el cual inicialmente llevaría por título “Monster Flick”, pasaría por tres etapas; durante la primera etapa, Romero y Russo jugarían con la idea de realizar un film de horror y humor negro, en el cual un grupo de extraterrestres viajaban a la Tierra y entablaban amistad con un grupo de adolescentes terrícolas. Posteriormente, la dupla de guionistas escribió un borrador centrado en la historia de un joven que tras huir de casa, descubre que algunos cadáveres están siendo utilizados como alimento por unos extraterrestres. Tras desechar ambas ideas, eventualmente Romero escribió un guión con un marcado discurso político, en el cual un grupo de muertos vivientes comienza a alimentarse de la carne de los vivos, desatando el caos por toda Norteamérica.

Para llevar a cabo el proyecto, Romero y compañía consiguieron 114.000 dólares a través de la productora Image Ten, en la cual participarían los tres fundadores de The Latent Image, más los productores Karl Hardman y Marilyn Eastman. Debido al escaso presupuesto con el que contaba, Romero no solo se vio obligado a rodar la cinta en blanco y negro, sino que además tuvo que ingeniárselas para encontrar locaciones que no le significaran un gran gasto de dinero. Curiosamente, el hecho de que la película fuese rodada en blanco y negro tuvo un doble efecto; mientras que por un lado le otorgó a la producción un aspecto de documental que terminó intensificando la importancia su discurso sociopolítico, por otra parte dificultó que alguien se interesara en distribuir la cinta. Y es que pese al interés inicial que mostró la distribuidora Columbia Pictures, esta finalmente desistió de la idea de distribuir el film por considerar que se encontraba en desventaja en relación a las películas rodadas a color que estaban causando furor en el mercado. La productora American International Pictures también se mostró interesada en distribuir la cinta de Romero. Sin embargo, cuando el director se rehusó a cambiar el final de la historia, y a incluir un mayor número de escenas románticas, rápidamente los ejecutivos de la American International Pictures se retiraron de la negociación. Eventualmente la tarea de distribuir el film terminaría recayendo en la compañía Walter Reade Organization, la cual cambió el título de la producción de “Night of the Flesh Eaters” a “Night of the Living Dead”.

La historia de “Night of the Living Dead” es realmente simple; un grupo de extraños se ven obligados a refugiarse en una granja abandonada ubicada en la Pennsylvania profunda, del ataque de cientos de muertos vivientes hambrientos de carne humana. Durante el transcurso de los años, han sido muchos los estudiosos del cine que han destacado ciertos mensajes de carácter sociopolítico que se encuentran ocultos bajo este relato de zombis. Por ejemplo, cierto grupo de estudiosos asegura que el film de Romero presenta un marcado discurso antirracista. Y es que no solo uno de los protagonistas es un afroamericano, sino que además este se alza como el único personaje sensato de todo el relato, y por ende no tarda en convertirse en el líder del grupo de personas que se encuentra refugiada al interior de la granja. En lo que respecta al resto de los personajes, los cuales son todos caucásicos, mientras que prácticamente todas las mujeres que aparecen en la cinta son retratadas como personas histéricas e inútiles, los hombres son básicamente egoístas, racistas e individualistas. En relación a esto, en varias ocasiones Romero ha declarado que la elección de Duane Jones solo respondió al hecho de que el actor realizó un buen casting, y no a su deseo de enviar un mensaje en contra del racismo. Intencional o no, de todas formas la película presenta un mensaje que invita a la tolerancia, el cual adquirió cierta importancia en su momento debido a que poco tiempo antes del estreno del film, había fallecido Martin Luther King, por lo que ciertos sectores de la sociedad no pudieron evitar establecer paralelos entre el reconocido activista y el peculiar protagonista de la cinta de Romero.

Otro de los mensajes que subyacen bajo la trama en apariencia simplista de “Night of the Living Dead”, tiene estricta relación con el capitalismo y la cultura del consumo reinante en Norteamérica. Romero no solo traza paralelos entre los zombis y el ciudadano norteamericano promedio, asegurando que los movimientos de ambos están determinados por un sistema que no permite el libre albedrio, sino que además postula que los zombis representan la deformación de la personalidad humana, la cual ha sido provocada por la interacción del hombre con la desalmada sociedad capitalista. En relación a esto último, resulta curioso que durante el transcurso de la cinta, en ningún momento se mencione que la amenaza zombi está afectando a otro país distinto a los Estados Unidos, lo que en cierta medida establece que la enfermedad zombi parece ser sintomática de la vida americana. Y es que en gran medida la apocalíptica realidad creada por el director, retrata a una sociedad norteamericana en la cual los viejos valores parecen estar por completo obsoletos, lo cual ha provocado un caos de tal magnitud que tan solo unos pocos están llamados a sobrevivir, siempre y cuando realicen un cambio drástico a nivel personal, político y social.

Más allá del trasfondo temático del film, es curioso como en el caso de “Night of the Living Dead” la falta de presupuesto termina realzando la efectividad de la cinta. Y es que el hecho de que gran parte de la historia transcurra en un escenario limitado, no solo contribuye a la conformación de una atmósfera sumamente claustrofóbica, sino que además le otorga un valor simbólico al asedio constante de los muertos vivientes, y acelera a pasos agigantados la inevitable desintegración de un grupo incapaz de soportar la presión a la que está sometido. Al mismo tiempo, la fotografía en blanco y negro utilizada por Romero no solo dota al relato de una crudeza particular y distintiva, sino que además ayuda a ocultar ciertas carencias existentes en el departamento de maquillaje, como por ejemplo la utilización de jarabe de chocolate como la sangre de las víctimas. En cuanto a las actuaciones, solo Duane Jones y Marilyn Eastman realizan una labor correcta, lo que no resulta extraño considerando que gran parte del elenco estaba conformado por conocidos de Romero, a los cuales el director les pidió improvisar en base a la reacción que cada uno tendría de verse envuelto en una situación similar a la que es retratada en el film. Paradójicamente, la inexperiencia de los involucrados en la producción le imprimió un marcado realismo a la historia, lo cual en gran medida provocó que al momento de su estreno, “Night of the Living Dead” fuese tildada por algunos críticos como una basura con un alto grado de sadismo, cuya exhibición debiese ser prohibida por los organismos de censura.

Las diversas reacciones que provocó el film de Romero al momento de su estreno, eventualmente contribuyeron a que este recaudara más de 30 millones de dólares a nivel mundial, e impulsaron a un buen número de estudiosos a teorizar acerca del mensaje que estaba intentando entregar el realizador a través de su peculiar relato de terror. Es precisamente gracias a esta suerte de ambigüedad que presenta “Night of the Living Dead”, que en el año 1999 la cinta no solo fue reconocida como un aporte cultural por la Librería del Congreso de los Estados Unidos, sino que además fue incluida en el National Film Registry para asegurar su preservación. Más allá su comentario social, sus alegorías atemporales y su particular atractivo visual, “Night of the Living Dead” se alza como una película realmente entretenida, la cual a más de cuarenta años de su estreno continua siendo una obra provocadora, la cual conserva intacta su capacidad de sorprender y horrorizar al espectador por partes iguales.


por Fantomas.

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