martes, 27 de abril de 2010

Especial: Proyectos que la Disney pudo haber realizado (Periodo comprendido entre 1928-1949).

Entre 1930 y 1950, Walt Disney y su estudio tuvo que cancelar una serie de proyectos debido diversos problemas que afectaron la labor del estudio. Mientras que a principios de los treinta, Disney tuvo que lidiar con la fuga de talentos de su estudio (entre los que se encontraba Ub Iwerks), en 1934 el estudio estaba enfrentando algunos problemas económicos. El costo promedio de los cortos producidos por Disney en aquel entonces era de $13.500 dólares, y las ganancias que estos producían apenas alcanzaban para mantener el estudio en pie. Cuando Disney comenzó a realizar cortos a color, el costo promedio por corto se elevó a $27.500 dólares, lo que eventualmente le significó perdidas a Walt. Aunque el estudio se supo sobreponer a los problemas en gran medida gracias a la popularidad de Mickey Mouse, y al éxito de “Snow White and the Seven Dwarfs” (1937), el primer largometraje animado estrenado en los Estados Unidos. Sin embargo la tranquilidad no duraría demasiado; para 1938 la popularidad de Mickey comenzó a mermar y la exitosa serie “Silly Symphonies” comenzaba a llegar a su fin. Confiado en que repetiría el éxito de “Snow White and the Seven Dwarfs”, Disney conformaría un plan maestro que tenía por objetivo producir de dos a cuatro largometrajes animados por año. Pronto se daría cuenta que se había dejado llevar por su ingenuidad.

Disney gastó todas las ganancias generadas por “Snow White and the Seven Dwarfs” en la producción de “Pinocchio” (1940), “Fantasia” (1940) y “Bambi” (1942), y en la construcción de su nuevo estudio. Lamentablemente, “Pinocchio” y “Fantasia” resultaron ser un fracaso de taquilla, lo que dejó a Disney en una delicada situación económica, al punto que los bancos comenzaron a limitar los préstamos que podían otorgarle al empresario de la animación. Debido a esto, Walt comenzó a manejar su estudio como si fuese una fábrica, lo que rompió con la camaradería reinante en el lugar. Para colmo, Disney nunca había establecido una estructura salarial bien definida, razón por la cual en algunas ocasiones se daba el lujo de privar a los animadores de aumentos de sueldo o el pago de horas extra. Las nuevas exigencias laborales al interior del estudio y los bajos salarios, llevaron a que los trabajadores del estudio formaran un sindicato: la Federación de Caricaturistas Cinematográficos. Aunque la relación entre Walt y el sindicato fue en principio amena, Disney como buen empresario, no sentía más que desprecio por los sindicatos. Cuando el estudio comenzó a perder dinero, Disney tuvo que despedir a dos docenas de empleados para mantener la empresa a flote; como era de esperarse, él escogería en su mayoría a integrantes del sindicato.

El sindicato reaccionó de inmediato. El 26 de marzo de 1941, los empleados de los estudios Disney decidieron irse a huelga con la intención de negociar sus contratos. La respuesta de Walt fue bastante imprudente; despidió a Art Babbitt debido a su participación como presidente del sindicato. El 28 de marzo, 300 empleados (entre los que estaba Babbitt) se ubicaron fuera del estudio como forma de protesta. El conflicto empeoró aún más cuando Walt comenzó a afirmar que la huelga estaba liderada por comunistas, lo que irritó aún más a los trabajadores. El estudio se vio forzado a cerrar sus puertas durante todo el conflicto. El 28 de julio de ese año, la huelga terminó tras formarse un acuerdo entre las partes. Desde este punto, el sindicato comenzaría a ser escuchado al interior de los estudios Disney, cambiando para siempre los derechos de los animadores. Durante los años siguientes, el estudio seguiría teniendo problemas económicos llegando a deber en 1948 más de cuatro millones de dólares. Recién a principios de los cincuenta, el estudio comenzaría a gozar de cierta estabilidad económica. Teniendo una idea de los problemas que tuvo que enfrentar Walt Disney durante sus tumultuosos inicios, procederemos a revisar algunos de los proyectos que se quedaron en el tintero.

- “The Good Samaritan” (1934): Pluto rescata a un cachorro que destroza una casa. Clyde Geronimi había sido contratado para dirigir el corto, y Ollie Johnston, Ward Kimball, y John Lounsbery se habían encargado de animar algunas escenas. Se habían gastado $5.554 dólares en el corto antes de que fuera suspendida su producción. En 1944, el proyecto fue oficialmente abandonado.

- "Mickey’s Sea Monster" (1935): La idea que ubicaba a Mickey, Donald, y Goofy intentando cazar a una serpiente marina lamentablemente jamás fue realizada.

- “The Emperor´s New Clothes” (1936): Ted Sears había desarrollado este corto como parte de la serie “Silly Symphonies”. Sin embargo la idea fue desechada por carecer de consistencia. Posteriormente se pensó en producir el corto utilizando a Mickey, Donald y Goofy como sus protagonistas, pero la idea no dio frutos.

- “Japanese Symphony” (1936): Bianca Majolie desarrollaría este corto para la serie “Silly Simphonies”, el cual era acerca de una luciérnaga que se enamora de una polilla y la salva de un murciélago que la ataca en un jardín japonés. La idea de una sinfonía japonesa permanecería durante mucho tiempo en la mente de Walt; incluso se pensó en narrar las aventuras de una niña japonesa que persigue a una mariposa. Sin embargo, una vez que Japón se involucró en la Segunda Guerra Mundial la idea fue desechada.

- “Mickey´s Bakery” (1936): Mickey, Donald, y Goofy intentan hornear un pastel gigante para una fiesta de la alta sociedad. La idea fue considerada en múltiples ocasiones pero fue desechada definitivamente en 1940.

- “Snow Babies” (1936): Walt Kelly había diseñado una serie de personajes con el fin de utilizarlos en un corto de las “Silly Symphonies”, el cual iba a funcionar como secuela del corto “Water Babies” (1935). La idea fue desechada en 1939 cuando la serie fue cancelada. Eventualmente Rudy Ising dirigiría una seudo-secuela títulada “Merbabies” (1938).

- “Sunken Treasure” (1936): Mickey, Donald y Goofy se ven enfrentados a un grupo de esqueletos de piratas y al Rey Neptuno mientras se encuentran buceando en busca de oro submarino. En 1937, se trabajó una idea similar bajo el título de “Davy Jones´s Locker”, la cual sólo tenía a Mickey como protagonista. “Pearl Divers” fue otro de los títulos que tuvo uno de los borradores de la idea, que esta vez presentaba a Mickey y Donald como protagonistas. Finalmente el corto jamás fue realizado.

- “The Three Bears” (1936): Homer Brightman desarrolló este corto perteneciente a las “Silly Symphonies” como un posible vehículo para Shirley Temple. Siempre se pensó que la colaboración entre Disney y Temple sería inevitable, sin embargo esto nunca pasó.

- “Mickey´s Follies” (1937): Era un corto que pretendía juntar a Mickey con algunos personajes de las “Silly Symphonies”. Lamentablemente, los guionistas consideraban que era imposible desarrollar una idea tan ambiciosa en un corto de siete minutos. Aparentemente, la mayoría de las ideas gestadas durante el desarrollo de este corto fueron utilizadas al segmento “Dance of the Hours” de la cinta “Fantasia”.

- “Donald Munchausen” (1938): Carl Barks creó una historia en la cual Donald le relata a sus sobrinos como luchó contra unos dinosaurios en África. Pese a que se realizaron algunos bosquejos, el corto no fue llevado a cabo.

- “Mickey´s Toothache” (1938): Era la representación de una pesadilla experimentada por Mickey debido a la exposición a gas de la risa. La idea fue rápidamente olvidada.

- “20,000 Leagues Under the Sea” (1938): El corto presentaba a Mickey como el Capitán Nemo. La noción de que Disney haya querido adaptar la novela de Julio Verne ya en la década del treinta, resulta interesante considerando el hecho de que en 1954 Disney produciría una adaptación de la novela con actores reales.


- “Jabberwocky” (1939): El poema escrito por Lewis Carroll también sería considerado por los creativos del estudio como parte de las “Silly Symphonies”. Sin embargo, la idea sería desechada privilegiando proyectos más comerciales.

- “Morgan´s Ghost” (1939): Dick Creedon y Al Perkins desarrollaron esta historia la cual era una suerte de adaptación de la novela “La Isla del Tesoro”, de Robert Louis Stevenson (precisamente la adaptación de esta novela se convertiría en el primer largometraje con actores reales de la Disney). La historia involucraba a Mickey, Donald, Goofy, y Pegleg Pete, y posteriormente sería utilizada por Bob Karp en los “Donald Duck Comics” bajo el nombre de “Donald Duck Finds Pirate Gold”.

- “Penelope and the 12 Months” (1940): Joe Grant y Dick Huemer desarrollaron una historia acerca de una pequeña niña que viaja a través del tiempo gracias a la ayuda del reloj mágico de su abuelo. Walt pensó que la historia no funcionaría, pero de todas formas Mary Blair realizaría unas hermosas pinturas conceptuales para el corto.

- “Hootsie the Owl” (1940): Al Hurter desarrollaría un concepto acerca de un extraño búho que duerme durante las noches y despierta durante el día. Walt pensó que la idea era llamativa, y se realizaron una serie de interesantes bosquejos mientras se consideraba la posibilidad de producir el corto. Sin embargo, este nunca llegó a realizarse.

- “Don Quixote” (1940): La adaptación de la novela de Cervantes estaba llamado a ser uno de los grandes proyectos artísticos de la Disney. Walt quería que el corto fuera animado de la forma más realista posible, pero al mismo tiempo quería dejar un espacio para imágenes más surrealistas. En 1941 la idea fue abandonada y sólo en 1951 el concepto revivió, sólo que en esa ocasión se pensó en realizar un corto lo más simple posible, muy en el estilo de las producciones animadas de la UPA, lo que provocó que el proyecto terminara siendo desechado.


- “The Hound of Florence/Inspector Bones” (1941): “The Hound of Florence” era una novela del escritor Felix Salten (el autor de “Bambi”) acerca de un detective que se transformaba en un perro. La idea de un perro detective aparentemente inspiró la creación del Inspector Bones, el cual era una parodia directa de las cintas de Sherlock Holmes protagonizadas por Basil Rathbone durante los cuarenta. Finalmente ninguna de estas ideas sería plasmada, aunque algunos conceptos serían utilizados en el largometraje animado de la Disney, “The Great Mouse Detective” (1986).

- “Gremlins” (1942): Este es uno de los proyectos fallidos más legendarios de la Disney debido a que se trataba de la adaptación de una historia no publicada del Teniente de la RAF, Roald Dahl. Pese a lo prometedor del proyecto, por algún extraño motivo este nunca sería realizado.

- “Lorenzo the Magnificent” (1943): Este corto estaba llamado a ser una obra musical surrealista acerca de un gato persa cuya cola tiene vida propia. El corto no sería realizado, pero la idea jamás sería olvidada al interior del estudio. Por este motivo, el 2004 Mike Gabriel dirigiría un corto llamado “Lorenzo”.

- “Ajax the Stool Pigeon” (1943): La historia de una paloma mensajera que sufre acrofobia la cual debe batallar con otros pájaros en su camino a entregar un importante mensaje, se presentaba como un proyecto prometedor. Sin embargo, terminó siendo dejado en el olvido.

- “Square World” (1943): Joe Grant y Dick Huemer desarrollaron un concepto en el cual un gobernante con forma de cuadrado intenta que todo a su alrededor tenga forma de cuadrado. La animación era más bien minimalista así que el proyecto terminó siendo archivado.


- “Tales of Hans Christian Andersen” (1943): En 1943 se abandonó el ambicioso proyecto que pretendía adaptar los cuentos de Hans Christian Andersen. Disney pretendía co-producir la cinta junto a Samuel Goldwyn, quien también quería realizar un film acerca de la obra de Andersen. Se pensó por un momento en realizar una cinta que mezclara escenas con actores reales, con algunos segmentos animados que representarían algunos de los cuentos del escritor. Los animadores y guionistas habían empezado a desarrollar varios de estos segmentos durante la década del treinta, muchos de los cuales se intentaron estrenar como cortos independientes (probablemente como parte de la serie “Silly Symphonies”). Entre estos se encontraban “The Emperor´s New Clothes”, “The Emperor´s Nightingale”, “Through the Picture Frame”, “The Little Fir Tree”, “The Steadfast Tin Soldier”, y “The Little Mermaid”. Más allá de los problemas financieros que enfrentó el estudio durante los cuarenta, a Walt le incomodaba el tono de estas historias. Todos los relatos de Andersen terminaban de manera casi trágica, razón por la cual finalmente Disney desechó la idea.

- “Chanticleer and Reynard” (1945): Durante más o menos una década en los estudios Disney estuvo rondando la idea de adaptar la obra “Chantecler” de Edmund Rostand, o “The Romance of Reynard” de Pierre de Saint-Cloud. Eventualmente decidieron fusionar las adaptaciones en un solo proyecto. Pese a que los animadores mostraron un real entusiasmo con la idea, el proyecto sería archivado en 1945. Sin embargo, esta no sería la última vez que se hablaría al respecto.

- “Cuban Carnival” (1945-1946): Walt pretendía realizar una nueva entrada en su serie de “producciones latinas” conformada por “Saludos Amigos” (1942) y “The Three Caballeros” (1944). Donald regresaría junto a Jose Carioca como protagonistas del largometraje. Supuestamente, Donald y Carioca competirían por el amor de una papagaya llamada Aurora. Pese a que ya se habían planeado los distintos segmentos que conformarían el film, finalmente el proyecto fue abandonado debido al fracaso comercial de “The Three Caballeros”.

- “On the Trail” (1946): Era un corto que pretendía exponer ciertos aspectos de la cultura norteamericana. Fue desarrollado por Retta Scott, quien además realizó una investigación acerca de los pueblos aborígenes norteamericanos. Finalmente Disney terminó favoreciendo proyectos más comerciales debido a que temía que el corto resultara ser demasiado experimental para el público promedio.

- “Hiawatha” (1946): Pese a que David Hand había dirigido un corto de la serie “Silly Symphonies” titulado “Little Hiawatha” (1937), Walt Disney quería realizar un film basado en el poema de Henry Wadsworth Longfellow. Aunque sus cercanos tenían algunas dudas con respecto al proyecto, el hermoso arte conceptual realizado por algunos de los artistas que desarrollaban la idea ayudó a que el proyecto fuera aprobado. Lamentablemente en ese momento el estudio no tenía el dinero suficiente para realizar el film, por lo que fue pospuesto indefinidamente. Eventualmente, Disney consideró que el proyecto presentaba una historia poco atractiva, y que probablemente se podía convertir en una nueva “Fantasia”. Finalmente el proyecto fue olvidado en 1949.

- “Share and Share Alike” (1946): Este corto, que estaba protagonizado por Donald y sus sobrinos quienes se peleaban por una manzana, aparentemente era una aberración. Aunque gran parte del corto fue animado (se gastaron alrededor de $26.000 dólares en el film), cuando este fue exhibido mucha gente del estudio pensó que era un desastre y que probablemente era uno de los peores cortos de la historia de la Disney, razón por la cual jamás fue terminado.

- “Destino” (1946): El fruto de la colaboración entre Disney y Salvador Dalí se convirtió en una leyenda con el paso de los años. Dalí estaba realmente entusiasmado con la idea de trabajar con Disney, con quien pretendía realizar un corto basado en la canción “Destino” de Armando Domínguez. Junto al animador John Hench, el artista trabajaría durante ocho meses entre 1945 y 1946. Sin embargo, el proyecto se enfrentó a una serie problemas que la dupla no pudo solucionar (principalmente económicos). Sólo se realizarían 18 segundos de animación. El 2003, los productores Roy Disney (sobrino de Walt) y Baker Bloodworth finalizarían el corto utilizando algunos de los bocetos y las instrucciones dejadas por Dalí. Este corto de siete minutos sería dirigido por Dominique Monfery.

* Estos últimos dibujos forman parte del arte conceptual realizado para "Tales of Hans Christian Andersen". El dibujo de "The Little Mermaid" sirvió como base al momento de diseñar a la protagonista del largometraje animado del mismo nombre producido por la Disney en 1989.







por Fantomas.

lunes, 26 de abril de 2010

Killing Machine: Cuando la justicia implica violencia.

“The Killing Machine” (1975), es un drama de artes marciales del director Norifumi Suzuki, el cual está protagonizado por Sonny Chiba, Yutaka Nakajima y Makoto Satô.

Tras trabajar como agente secreto para el gobierno japonés durante la Segunda Guerra Mundial, Doshin Soh (Sonny Chiba) regresa al ahora derrotado Japón. Mientras sus compatriotas intentan sobrevivir a la extrema pobreza reinante mediante el camino de la delincuencia, Soh intenta surgir fundando un dojo en el que enseña un tipo de arte marcial que aprendió durante su estadía en China. Sin embargo, en su camino se encontrará con una serie de criminales y oficiales corruptos que dificultaran su labor y que lo obligarán a desatar una oleada de violencia.

“The Killing Machine” es una película ligeramente basada en la vida del maestro de artes marciales Doshin Soh, creador de la disciplina marcial conocida como Shorinji Kempo. Según cuenta la historia, Doshin Soh fue un japonés que pasó gran parte de su vida viviendo en China, razón por la cual fue reclutado como espía por el ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Durante el tiempo que trabajó como espía, Soh entrenó con distintos maestros hasta que eventualmente fue aceptado en el templo Shaolin. A su regreso a Japón tras la guerra, le impresionó tanto el sombrío estado de ánimo de la sociedad japonesa, que se propuso restaurar la moral y el orgullo patrio de sus compatriotas utilizando la filosofía budista como herramienta, lo que mezclado con algunas de las artes marciales que había aprendido durante su estadía en China, dio como resultado lo que hoy es conocido como Shorinji Kempo. El guionista Isao Matsumoto tomaría algunos datos de la vida de Doshin Soh y los mezclaría con algunas de las leyendas que giraban en torno a su figura, para crear una historia dramática y violenta por partes iguales. A sabiendas del éxito que había tenido Sonny Chiba con su violenta trilogía “Street Fighter”, el director Norifumi Suzuki no dudó en contratarlo para un rol que parecía estar escrito para él.

Probablemente las únicas similitudes existentes entre el verdadero Doshin Soh y su versión cinematográfica, sea su participación como espía y su deseo que levantar la moral de sus compatriotas. Ambas cosas quedan rápidamente establecidas durante los primeros diez minutos del film. La cinta comienza con el protagonista en territorio enemigo, donde se verá obligado a defenderse de una turba que ha descubierto su verdadera identidad. Al poco tiempo después cuando se presenta ante sus superiores, descubre que Japón se ha rendido. Presa de su frustración, Soh asesina a sus superiores por lo que va a dar a la cárcel, lugar donde rescata a una joven japonesa llamada Kiku (Yutaka Nakajima) que iba a ser forzada a servir como prostituta por el ejército chino. Durante gran parte de la primera mitad del film, se muestran las consecuencias de la guerra, como esta ha dejado en ruinas a gran parte del Japón (específicamente a Osaka), y como la sociedad ahora sumida en la pobreza debe intentar sobrevivir no solo a la hambruna, sino que también a los abusos de los criminales, de los oficiales corruptos y de los soldados norteamericanos que ahora se encuentran repartidos en las calles.

Es en este ambiente hostil que Soh intenta cuidar a un grupo de huérfanos, al mismo tiempo que intenta evitar por todos los medios que Kiku se prostituya con el fin de conseguir dinero para alimentar a su pequeño hermano. Debido a su constante búsqueda de justicia, Soh no puede evitar verse involucrado en pequeños conflictos con algunos criminales y soldados norteamericanos, los que eventualmente lo terminan enviando a prisión. Será solo gracias a la ayuda del alcaide que Soh podrá escapar de Osaka, para reubicarse en un pequeño pueblo donde podrá cumplir su sueño de abrir un dojo para así ayudar a un grupo de hombres aproblemados. Es en este tramo del film donde quedan aún más patentes los ideales del protagonista y su deseo de levantar una sociedad consumida por la guerra. Dos de los estudiantes “más importantes” de Soh, son hombres cuya vida ha sido destruida por la guerra (uno fue dado por muerto, razón por la cual perdió a su familia, mientras que el otro pasa los días junto a una botella de alcohol), los cuales eventualmente terminan convirtiéndose en verdaderos ejemplos de auto-superación, todo gracias a las enseñanzas de su maestro.

Tal y como sucede durante la primera mitad de la cinta, pese a las buenas intenciones de Soh, este no puede escapar de la violencia del mundo que lo rodea. Eventualmente, él y sus estudiantes terminan involucrados en un conflicto con una banda de yakuzas que ven al protagonista como el único obstáculo en su intento de dominar la región. Quien esté relativamente familiarizado con la filmografía de Sonny Chiba, probablemente sabe que el actor solía protagonizar cintas bastante violentas y esta no es la excepción. No sólo hay un buen número de escenas donde podemos apreciar miembros fracturados, cuerpos volando por los aires, desmembramientos, y unas buenas dosis de sangre, sino que además hay una escena de violación (la cual afortunadamente está editada de modo de que no resulte demasiado perturbadora), y otra en la que el protagonista junto a uno de sus estudiantes deciden tomar la justicia con sus propias manos, y castrar al violador con unas tijeras. Las escenas de lucha son brutales pero estilizadas a la vez, sorprendiendo lo bien coreografiadas que estas se encuentran.

En general las actuaciones son bastante correctas. Probablemente esta sea la mejor actuación de Sonny Chiba, un actor encasillado en papeles de hombres rudos y sin escrúpulos, ya que en esta ocasión se le dio la oportunidad de interpretar a un personaje más rico en matices, el cual se ve enfrentado a momentos realmente dramáticos. Por otra parte, la banda sonora compuesta por Shunsuke Kikuchi pese a no ser memorable, acompaña de buena manera las imágenes que reflejan el estupendo trabajo de fotografía de Yoshio Nakajima. Probablemente el mayor problema que presenta este film es que no logra dejar muy en claro cuál es el tono de la historia. Por momentos la cinta cae de lleno en el melodrama (en especial en aquellas escenas que transcurren en las oscuras y desoladoras calles de Osaka), dando a entender que la verdadera intención del director es retratar el Japón post-guerra, y al mismo tiempo relatar la historia de un hombre que buscaba transmitir su paz interior a todos quienes lo rodeaban. Sin embargo, las escenas de violencia que se intercalan con las escenas más dramáticas, terminan por convertir el dolor y el sufrimiento en algo trivial, casi carente de real importancia en la trama.

Por otro lado, Norifumi Suzuki opta por utilizar una narración episódica, que la verdad funciona bastante bien al momento de dividir las etapas de la vida de Doshin Soh. Si bien es evidente que el contexto histórico y el relato de la vida de Doshin Soh sirven como excusa para presentar a Sonny Chiba actuando bajo sus propias reglas, la cinta de todos modos resulta ser interesante ya que nos entrega un retrato del Japón post-guerra mirado desde la perspectiva de los mismos japoneses. En la superficie tenemos un entretenido y violento film de artes marciales en el que el personaje de Chiba está en una constante búsqueda de justicia, lo que implica detener a algunos coreanos que agreden a unos ciudadanos japoneses, golpear a unos soldados norteamericanos que atropellan a un pequeño niño, y asesinar a un grupo de criminales que busca tomar ventaja de una sociedad sumida en el caos. En definitiva, “The Killing Machine” es una película que presenta una historia que podía haber sido mejor construida, pero que de todas formas logra llamar la atención del espectador, en gran medida gracias a las abundantes dosis de acción que presenta un film el cual exhibe una serie de características que lo ubican por sobre otras producciones de corte similar.

* Nota: A más de alguno podrá resultarle curioso el símbolo que Doshin Soh utiliza en la cinta para identificar a los estudiantes de su dojo. Hay que recordar que la esvástica es un símbolo utilizado tanto en el budismo como en el hinduismo, el cual posteriormente fue adoptado por los nazis.



por Fantomas.

domingo, 18 de abril de 2010

The Giant Claw: El ataque del "acorazado volador".

“The Giant Claw” (1957), es una cinta de ciencia ficción del director Fred F. Sears, la cual está protagonizada por Jeff Morrow y Mara Corday.

Fecha: 17 del mes en curso. Cielo: nuboso. Visibilidad: limitada. Hora: 13:32. Un momento clave para la historia. El momento en el que el ingeniero electrónico Mitchell MacAfee (Jeff Morrow) vio algo en el cielo. Algo que bien puede terminar con la vida en la Tierra.


Durante la década del cincuenta, las películas de monstruos o insectos gigantes estaban teniendo bastante éxito en los Estados Unidos. Buscando sacar algún provecho de esta situación, la Columbia le pidió al productor Sam Katzman, quien manejaba el departamento serie B del estudio conocido como Clover Productions, que realizara una cinta de características similares a la producción japonesa de los estudios Toho, “Rodan!” (1956). Si bien es cierto que el productor había estado a cargo de algunas cintas de ciencia ficción que habían logrado cierto éxito, como por ejemplo “Earth Vs. the Flying Saucers” (1956), este se caracterizó por ser un productor sumamente tacaño que solía jactarse de tener la fórmula para no hacer perder ni un centavo a la compañía. “No buscamos historias. Conseguimos títulos y escribimos historias alrededor de ellos”, declararía en una ocasión Katzman dejando en claro cuál era su método de trabajo. Para ahorrar dinero, el productor le encargó la confección del monstruo volador a una pequeña empresa de efectos especiales mexicana, la cual aparentemente no tenía ninguna experiencia en el tema.

Como era de esperarse, la marioneta construida por la empresa mexicana cae en el completo ridículo. El ave, que presenta un corte mohicano, dientes de tiburón, cuello de acordeón y unos ojos que invitan al espectador a partirse de la risa, parece haber salido directamente de la mente de Jim Henson, el creador de los Muppets. Con el fin de estrenar el film lo antes posible, los actores rodaron todas sus escenas antes de que se realizasen los efectos especiales, por lo que no supieron que aspecto tenía la bestia hasta el estreno de la película. Tanto Mara Corday como Jeff Morrow se sintieron avergonzados una vez que el film comenzó a ser exhibido. Mara Corday declararía en una ocasión: “La película estaba casi acabada cuando Katzman por fin pudo ver el increíblemente cómico ´acorazado volador´. Pues bien, Katzman se quedó atónito, pero optó por aceptarlo como una broma, ya que no resultaba económico crear un monstruo más realista. Vi la película en un cine, donde provocó grandes carcajadas entre el público. Me hundí en mi asiento de vergüenza”. A Morrow le ocurriría algo similar; “Nosotros, pobres actores ignorante, teníamos nuestra propia idea del aspecto que tenía el pájaro. Creíamos que sería parecido a un halcón, de un kilómetro de largo, que volaría a tal velocidad que costaría verlo. Fui al preestreno en Westwood Village y cuando el monstruo apareció en escena parecía un pavo desplumado enorme volando. ¡Y esos graznidos! El público se desternillaba de risa”.


En cuanto a la historia en sí, en algún lugar del polo norte, Mitch MacAfee se encuentra piloteando un avión de combate con el fin de evaluar el funcionamiento una nueva estación de rastreo construida en la zona. Al interior de la estación se encuentra Sally Caldwell (Mara Corday), una ingeniosa y sexy matemática, además de un grupo de militares que vigilan los progresos de Mitch. Es ahí cuando interviene un narrador, personaje tan característico de este tipo de cintas, quien nos explica que es lo que está sucediendo. “Un ingeniero electrónico, un oficial de radio, una matemática y analista de sistemas, un operador de radar, y un par de trazadores de gráficos. Gente haciendo su trabajo de manera eficiente. Situación normal… por el momento”. Acto seguido, un misterioso objeto vuela por encima del avión de Mitch. Es ahí cuando nuevamente interviene el narrador; “Algo, que él no sabía que era pero que era tan grande como un acorazado, acaba de sobrevolarlo a una velocidad tan grande que él no pudo estimarla”. Esta es la primera de numerosas ocasiones en las que escucharemos que alguien se refiere a la bestia como un “acorazado volador”, algo que tiene tan poco sentido como muchos de los elementos de la trama.

Muchas de las conclusiones científicas a las que llegan los protagonistas con respecto a la bestia, son un claro ejemplo de la palabrería científica sin fundamento alguno que dominaba a gran parte de las cintas de ciencia ficción de los cincuenta. No sólo el supuesto patrón que parece seguir el ave gigante no tiene sentido alguno (en un determinado momento del film, Mitch plantea de manera antojadiza que la bestia vuela en círculos alrededor del mundo), sino que además todas las teorías que tienen relación con el origen del ave y sus propiedades físicas son completamente disparatadas. Cuando la pareja protagónica y los militares comienzan a buscar una forma de destruir a este monstruo al cual las bombas atómicas no le hacen ni cosquillas, llegan a la conclusión de que este proviene de una galaxia lejana y que su cuerpo está recubierto por un escudo invisible de antimateria. Es en ese momento que Mitch, todo un MacGyver de la ciencia considerando que sólo es un ingeniero electrónico y no un físico nuclear, decide crear un artefacto que le permita disolver el escudo de antimateria para posteriormente destruir al monstruo.

Los actores hacen todo lo posible por imprimirle cierta seriedad a la historia. Mientras que Jeff Morrow realiza un buen trabajo interpretando al héroe de turno, Mara Corday hace lo suyo como una mujer independiente que además de ser el interés amoroso del protagonista, actúa de manera activa en la investigación que busca exterminar al monstruo. Además existe una buena química entre los actores lo que ayuda a que su relación no se vea forzada. En su intento por otorgarle cierta calidad al producto, los actores protagónicos se ven acompañados por el buen trabajo de fotografía de Benjamin H. Kline. Sin embargo, las fallas a nivel técnico son tantas que es imposible no tomarlas en cuenta. Además del aspecto hilarante del ave gigante, resultan aún más divertidas las escenas en las que el monstruo destruye aviones y trenes de juguete, o se engulle a algunas de sus víctimas (demás está decir que los hilos de la marioneta son visibles en todo momento). La escena donde sin duda es inevitable soltar una carcajada, es aquella en la que los protagonistas comienzan a ver una serie de fotografías en las cuales se puede apreciar de cerca al monstruo. El primer plano del rostro del pajarraco es sin lugar a dudas algo que no tiene precio.

Por otro lado, la banda sonora compuesta por Mischa Bakaleinikoff es complementada con música de archivo. Lo mismo sucede con varias de las escenas del film, las cuales fueron sacadas directamente de producciones como “Earth Vs. the Flying Saucers”, “The Day the Earth Stood Still” (1951), y “Thirty Seconds Over Tokyo” (1944), entre otras. En cuanto al guión escrito por Paul Gangelin y Samuel Newman, este no sólo contiene una buena cantidad de diálogos para el olvido, sino que además presenta todos los clichés posibles del género, como por ejemplo los militares obsesionados por destruir a la criatura, la destrucción de una ciudad, el narrador de rigor, y la regla no escrita de las cintas de monstruos de los cincuenta: el descubridor del monstruo debe ser quien lleve la investigación adelante y quien eventualmente lo destruya. “The Giant Claw” pertenece a ese selecto grupo de cintas de ciencia ficción de los cincuenta cuyos ridículos efectos especiales y la hilaridad de la trama en general, contribuyeron a que con el pasar de los años hayan sido elevadas al estatus de films de culto. Pese a todas sus fallas, “The Giant Claw” es una cinta entretenida, que durante sus 75 minutos de duración mantiene un ritmo narrativo bastante dinámico, y que presenta a quien es probablemente el monstruo más ridículo de la historia del cine.


*Advertencia: El trailer contiene una serie de spoilers. Si quieres ver la cinta es mejor que por el momento no lo veas.



por Fantomas.

lunes, 12 de abril de 2010

Ava Gardner: De la granja al estrellato.

Ava Lavinia Gardner nació el 24 de diciembre de 1922, en Brogden, una pequeña comunidad agrícola ubicada en Carolina del Norte. Su padre, Jonas Bailey Gardner, era mitad irlandés y mitad indio Tuscarora. Cuando Ava nació, él era dueño de una granja de tabaco y algodón, la cual manejaba junto a su esposa Molly. Ava junto a sus dos hermanos y sus cuatro hermanas, tendría que ver como su padre perdía la granja a causa de la Gran Depresión de 1929. Cuando esto sucedió, su padre se vio obligado a trabajar en un aserradero mientras que su madre trabajaba como cocinera y ama de llaves de una pequeña escuela local. Ava tendría su primer contacto con la actuación en 1929, cuando participó en la obra “A Rose Dream”, la cual fue presentada en la escuela de Brogden. Durante su adolescencia, Gardner y su familia vivirían un tiempo en un pequeño pueblo del estado de Virginia, para luego retornar a Carolina del Norte. Lamentablemente, en 1935 su padre falleció a causa de una bronquitis. Durante su infancia y parte de su adolescencia, Gardner se caracterizaría por ser poco femenina, algo que se reflejaba en lo mucho que le gustaba andar descalza jugando en los campos con el resto de los niños. En general no tuvo una infancia demasiado feliz, ya que sumado a los problemas económicos que debió enfrentar su familia, tuvo que lidiar con las bromas de sus compañeros de colegio quienes su burlaban del mal estado de su ropa.

Desde que era una adolescente, Ava soñaba con ser una estrella de cine. Sin embargo, tras terminar el colegio optó por tomar unas clases para convertirse en secretaria. Cuando tenía 18 años, Gardner viajó a Nueva York para visitar a su hermana Beatrice. Fue ahí cuando posó para el marido de su hermana, el fotógrafo profesional Larry Tarr, quien estaba consciente de la belleza natural que poseía su cuñada. En 1941, una de las fotos que Tarr había tomado llamó la atención de Bernard “Barney” Duhan, quien trabajaba como busca talentos para la MGM. Luego de que su hermana realizara algunas gestiones, a Gardner se le dio la oportunidad de realizar una prueba de cámara para el jefe del estudio, Louis B. Mayer, quien tras verla supuestamente comentó: “Ella no puede actuar. Ella no sabe hablar. Ella es estupenda. Contrátenla”. Ese mismo año, Ava viajaría a Hollywood acompañada de Beatrice quien oficiaría de chaperona. Aunque su acento sureño era encantador, el estudio decidió que Gardner necesitaría a un entrenador vocal para atenuarlo. Al poco tiempo después, Ava comenzaría a aparecer en una variedad de cintas, en su gran mayoría serie B. La MGM contrató a la actriz quien debutaría en el film “Fancy Answers” (1941), por un periodo de siete años. Pese a su limitada habilidad actoral, era innegable que la cámara la adoraba y que su belleza lograba captar la atención de todos aquellos que la rodeaban.

En 1941, la mayor estrella del estudio, Mickey Rooney, cayó rendido ante la belleza de la actriz. Pese a que la pareja se veía algo ridícula junta (Gardner era más alta que Rooney), el actor no dio pie atrás en su intento de llevar a la cama y posteriormente contraer matrimonio con la joven debutante. Si bien Gardner no estaba enamorada de Rooney, se sintió tan halagada por la propuesta de matrimonio del actor que la pareja terminó contrayendo nupcias el 10 de enero de 1942, pese a la desaprobación de Louis B. Mayer. Una vez que la supuestamente feliz pareja apareció en la portada de la revista Photoplay, Rooney continuó viviendo como si fuese soltero, asistiendo a fiestas constantemente mientras que Gardner de tan solo 19 años, lloraba desconsolada en la soledad de su hogar. La pareja se divorciaría 17 meses después. Ahora que se encontraba libre, Gardner comenzó a concentrar sus esfuerzos por formar una carrera lejos de la sombra de Rooney. Fue así como comenzó a tomar pequeños roles en cintas mediocres como “Maisie Goes to Reno” (1944) y “She Went to the Races” (1945). La MGM le asignaría su primer rol protagónico en el film “Whistle Stop” (1946), pero lamentablemente no lograría impresionar demasiado a los espectadores. Tristemente para ella, con la excepción de unos pocos roles, sería su vida amorosa la que se adueñaría del interés del público.

Además de la tortuosa relación que mantendría con Rooney, Gardner también se involucraría durante un tiempo con el billonario Howard Hughes, con quien protagonizaría una bullada pelea que terminaría con Hughes inconsciente luego de que la actriz lo golpeara con un pesado candelabro. Pese a este episodio, los dos mantuvieron una relación de amistad por el resto de su vida. En 1945, Gardner contraería nuevamente matrimonio, esta vez con el músico Artie Shaw, el legendario “Rey del Swing”. La actriz fue la sexta esposa del músico, quien había mantenido relaciones con las también actrices Lana Turner, Doris Dowling y Evelyn Keyes. El matrimonio duró exactamente un año, en gran medida debido a que Shaw criticaba constantemente la falta de educación de Gardner. Él insistía en que la actriz leyera libros de su elección, que visitara a un psicoanalista, y era común que la insultara en público. Tras el divorcio en 1946, Gardner comenzaría a beber alcohol de manera frecuente. Sin embargo, ese mismo año la actriz participaría en un proyecto que le permitiría abandonar los films mediocres en favor de producciones que la terminarían guiando al estrellato.

La MGM decidió enviar a préstamo a la actriz a la Universal para que esta protagonizara junto a Burt Lancaster la cinta “The Killers” (1946), la cual era una adaptación de una novela de Ernest Hemingway. Su papel en dicho film le permitió encantar al público masculino que cayó rendido a sus pies, al mismo tiempo que las mujeres comenzaron a verla como un modelo a seguir. Ahora que se había convertido en una estrella, pudo interpretar al interés amoroso de Clark Gable en el film “The Hucksters” (1947), a una diosa en “One Touch of Venus” (1948), y a la exquisita Julie LaVerne en el musical “Show Boat” (1951). A principios de los cincuenta, su vida amorosa nuevamente captaría la atención de la prensa y el público en general. Gardner había encontrado al amor de su vida en el cantante y actor Frank Sinatra, quien cuando conoció a la actriz, estaba en el punto más bajo de su carrera. La noche en que la pareja se conoció sería tan alocada y problemática como la relación en sí. Tras una noche de juerga y alcohol, la pareja no encontró nada mejor que comenzar a disparar una pistola en plena vía pública, lo que terminó con ambos tras las rejas. Tras la intervención de un publicista, ambos fueron liberados y se borraron todas las pruebas del bochornoso acontecimiento. Sin embargo, este sería el menor de los problemas que tendría que enfrentar la salvaje pareja.

En ese entonces, Sinatra aún estaba casado con su esposa Nancy con quien tenía dos hijos, y no podía divorciarse debido a su educación Católico Romana. Además, el cantante tendría que enfrentarse a algunos competidores eventuales. En mayo de 1950, Sinatra viajó a España donde Gardner se encontraba filmando la cinta “Pandora and the Flying Dutchman” (1951). Al llegar se encontró con que la actriz estaba siendo cortejada por Mario Cabre, un actor y torero que estaba interpretando un papel en el film. Preocupado por la situación, Sinatra le regaló a Gardner un collar de esmeraldas avaluado en $10.000 dólares, el cual supuestamente inclinó la balanza a su favor. Mientras todo esto sucedía, Gardner fue tildada como una rompehogares por la prensa, al mismo tiempo que la imagen de Sinatra se vio gravemente afectada. Pese a que el escándalo dificultó la relación, luego de que Sinatra se separara en 1951, este pudo contraer matrimonio con Gardner en noviembre de ese mismo año. Aprovechando que su carrera estaba en su punto más alto, cuando Gardner consiguió un rol en la cinta “From Here to Eternity” (1953), ella ayudó a que su esposo consiguiera el rol del aproblemado soldado Maggio, por el cual Sinatra ganaría el Oscar al mejor actor de reparto, lo que ayudaría a consolidar su carrera en Hollywood.

La relación entre ambas estrellas estuvo marcada por una serie de rupturas y reconciliaciones. En un punto de su matrimonio, Gardner quedó embarazada pero se realizó un aborto ilegal debido a que sentía que no estaba preparada para criar a un niño. Lo volátil de su relación con Sinatra también tuvo que ver con su decisión. Años más tarde la actriz declararía: “Nosotros no podíamos hacernos cargo de nosotros mismos. ¿Cómo podíamos hacernos cargo de un bebé?” Decir que la pareja tenía una relación tempestuosa la verdad es que queda un poco corto. Sinatra era un hombre extremadamente celoso que no confiaba en su esposa, lo que combinado con el alcoholismo de Gardner sentenció la relación al fracaso. Llegado a un punto, Sinatra estaba tan obsesionado con su esposa y tan devastado por sus constantes peleas, que amenazó con quitarse la vida. Gardner recibiría una serie de llamadas suicidas de Sinatra, donde en una de las cuales incluso escucharía el disparo de un arma. En otra ocasión, Gardner encontraría al cantante con la cabeza metida en el horno. Si bien no se puede asegurar que las amenazas de Sinatra fueran en serio, lo que sí es seguro es que el cantante estaba completamente atrapado por el influjo de la actriz. Pese a que la pareja se separó en 1957, ellos se mantuvieron como buenos amigos durante el resto de sus vidas. De hecho, Sinatra nunca dejó de amar a su ex-esposa, algo que le reconoció a su círculo interno algunos años después.

Más allá de la dramática vida de Gardner, ella logró mantener una sólida carrera actoral al mismo tiempo que intentaba encontrar roles que le permitieran diluir su imagen de “femme fatale”. Tras trabajar en “The Snows of Kilimanjaro” (1952), Gardner trabajaría nuevamente junto a Clark Gable en “Mogambo” (1953), rol que le valdría una nominación al Oscar el cual perdió a manos de Audrey Hepburn quien había protagonizado el film “Roman Holiday” (1953). Posteriormente trabajaría en “The Barefoot Contessa” (1954) junto a Humphrey Bogart, donde interpretaría a una gitana que se las arregla para alcanzar el estrellato. Durante este periodo, ella además recibiría el beneplácito de la crítica por su actuación en los films “Bhowani Junction” (1956) y “The Sun Also Rises” (1957). En 1958, Gardner dejaría la MGM para convertirse en una actriz independiente, llegando a ganar alrededor de $400.000 dólares por película, las cuales en su mayoría fueron filmadas en Europa. Entre algunas de las mejores cintas que protagonizó durante este periodo se encuentran: “On the Beach” (1959), un relato de ciencia ficción co-protagonizado por Gregory Peck; “55 Days in Pekin” (1963), un drama donde compartiría roles con Charlton Heston y David Niven; y “Seven Days in May” (1964), donde interpretaría a la amante de un perturbado general interpretado por Burt Lancaster.

En 1964, Gardner protagonizaría “The Night of the Iguana”, la cual era una adaptación de una historia de Tennesse Williams en la que la actriz interpretaría uno de los mejores papeles de su carrera. En 1968, luego de someterse a una histerectomía que tenía como objetivo disipar el miedo que le provocaba el cáncer uterino, enfermedad que había acabado con la vida de su madre, ella filmó la cinta “Mayerling” (1968), la cual se ambientaba en el imperio Austro-Húngaro. Luego de que su matrimonio con Sinatra terminó, Gardner se cansó de Hollywood por lo que decidió mudarse a España. Ella se sentía atraída por la cultura del país, especialmente por las corridas de toros y la danza flamenca (de hecho es sabido que la actriz mantuvo una relación amorosa con el torero Luis Miguel Dominguín). El país también se enamoró de la actriz. En el verano de 1998, se erigió una escultura de bronce en honor de la actriz en Tossa de Mar, donde la actriz filmó “Pandora and the Flying Dutchman”. Luego de 10 años en España, Gardner se mudó a Londres donde ella pudo encontrar cierta paz. Su vida había sido una montaña rusa desde el momento que fue descubierta por la MGM, aunque de todas formas continuó actuando hasta que su salud se lo permitió. En gran medida, fueron sus malos hábitos los que provocaron que la actriz se viera bastante mayor de lo que en realidad era. Debido a este hecho, la industria cinematográfica le dio la espalda, y solo obtuvo pequeños roles durante los setenta y ochenta. Pese a la poca importancia de sus roles, Gardner logró captar la atención del público en cintas como “The Life and Times of Judge Roy Bean” (1972) y “Earthquake” (1974).

En 1982, Gardner se retiró de la industria hollywoodense para dar paso a una carrera televisiva que comenzaría con su aparición en cinco episodios de la serie “Knots Landing” (1979-1993). Su último rol lo obtendría en el telefilme “Harlem” (1986). Una fumadora empedernida durante toda su vida, Gardner sufriría de enfisema pulmonar durante su vejez y además contraería una enfermedad autoinmune. En 1986, ella sufriría dos apoplejías que la dejarían parcialmente paralizada y postrada en una cama. Durante este periodo, Gardner pensaría constantemente en suicidarse debido a que se sentía frustrada por su falta de independencia. En 1990, la actriz publicó una autobiografía titulada “Ava, My Story”, antes de fallecer a causa de una neumonía el 25 de enero de ese mismo año. Sinatra, quien había pagado todos los gastos médicos de la actriz mientras estuvo viva, también pagó su funeral pese a que en ese entonces estaba casado con Barbara Sinatra. Era el último tributo del cantante a la mujer que había inspirado su canción “I Am a Fool to Want You”. Ava Gardner apareció en más de 60 películas entre 1942 y 1982. En junio de 1999, el American Film Institute la incluyó en la lista de las más grandes estrellas de Hollywood. Como muchas estrellas del Hollywood clásico, Gardner tuvo una vida personal tumultuosa y un difícil comienzo de carrera. Pese a eso, logró situarse como una de las grandes estrellas de la época deslumbrando a los espectadores con su particular belleza y su calidad como actriz.



por Fantomas.

martes, 6 de abril de 2010

Series de Televisión: "Starsky and Hutch", dos policias y su Gran Torino.

Tras la cancelación de “S.W.A.T” (1975-76) y en medio de una fuerte controversia por la violencia que presentaba la serie, los productores Leonard Goldberg y Aaron Spelling comenzarían a desarrollar una nueva serie de televisión. Inspirado por un artículo publicado en 1975 por el New York Times que relataba la historia de dos policías que habían sido seleccionados por los residentes de un barrio para acabar con el crimen en el sector, Goldberg fue donde el escritor William Blinn (quien había creado otra serie de policías para Spelling llamada “The Rookies”) y le pidió que desarrollara una serie utilizando el artículo como premisa básica. Blinn comenzó a trabajar en un borrador que llevaría por título “Nightwork”. Debido a los altos costos que significaba filmar una serie donde las historias ocurrían durante la noche, Blinn se vio en la obligación de pensar en un concepto diferente. Tras una serie de cambios, Blinn finalmente dio con el concepto que sería la base de “Starsky and Hutch” (1975-79).

“Starsky and Hutch” fue una de las primeras series que puede ser encasillada dentro del género de “amigos y policías”. Si bien muchas de las series transmitidas durante esa época estaban protagonizadas por oficiales de policía que trabajaban juntos, la relación que estos mantenían entre ellos era meramente profesional. La tendencia de presentar a una pareja de policías que además eran mejores amigos comenzó a mediados de los setenta, siendo “Starsky and Hutch” un perfecto ejemplo de aquello. Esto queda explicitado en uno de los primeros episodios. Cuando los protagonistas se dan cuenta que están siendo traicionados por algunos policías corruptos, Starsky pregunta: “¿En quién diablos podemos confiar ahora?”, a lo que Hutch responde, “En las mismas personas que confiamos siempre: nosotros”. Luego de una prolongada y extensiva búsqueda de talentos, los roles centrales recayeron en dos actores relativamente desconocidos. David Soul (cuyo verdadero apellido es Solberg) fue contratado para interpretar al suave Ken “Hutch” Hutchinson, mientras que el papel del astuto Dave Starsky le fue cedido a Paul Michael Glaser. Completando lo que sería el elenco regular de la serie, estaría Bernie Hamilton quien interpretaría al Capitán Harold Dobey (quien sería interpretado por Richard Ward en el episodio piloto), y Antonio Fargas, quien interpretaría al soplón habitual de la pareja de protagonistas, Huggy Bear.


El piloto de 90 minutos de “Starsky and Hutch”, el cual se estrenó el miércoles 30 de abril de 1975, fue dirigido por Barry Shear y escrito por William Blinn. La pareja de policías trabajaría en una ciudad sin nombre que se parecía bastante a la ciudad de Los Ángeles. Starsky manejaría un Ford Torino rojo y blanco que se volvería bastante popular entre los televidentes (al punto de que la Ford Motor Company en 1976 comenzó a vender una edición limitada de un Torino que estaba pintado de forma similar al auto de la serie). La verdad es que el automóvil jugaba un rol importante en el episodio piloto, ya que una pareja que viajaba en un automóvil similar al utilizado por los protagonistas termina siendo asesinada. Una vez que en la calle se comienza a correr la voz que Starsky y Hutch han sido asesinados, la pareja de detectives comienza a pensar que alguien los quiere muertos. Este episodio claramente define la personalidad de ambos personajes y la relación que existe entre ambos. Mientras que Starsky es el miembro más agresivo del equipo, el cual disfruta de la comida rápida, los autos veloces, y las mujeres hermosas; Hutch es un tipo relajado, que disfruta de la lectura, le gusta la buena comida, y los paseos por la playa. Sin embargo, cuando la situación lo requiere, ambos actúan de manera similar a la hora de atrapar a los villanos. El piloto obtuvo buenos resultados de audiencia, razón por la cual en el invierno de 1975, “Starsky and Hutch” se sumó a la parrilla programática de la cadena ABC.

La serie sería estrenada oficialmente el 3 de septiembre de 1975, ocupando el horario de los miércoles a las 10:0o PM. El show rápidamente se volvió bastante popular. Los espectadores más jóvenes se sentían atraídos por la acción que presentaba la serie y por el automóvil de Starsky, mientras que el público más adulto lograba identificarse con la relación de amistad existente entre los protagonistas. El público femenino por su parte, terminó elevando al estatus de símbolos sexuales a la pareja de actores encargados de los roles protagónicos. De un momento a otro, ambos actores se vieron expuestos a la luz pública. Mientras que David Soul logró mantener un bajo perfil, a Paul Michael Glaser le costó más convivir con la fama. Esto lo llevo a quejarse constantemente de las exigencias de su nueva vida como estrella y de la calidad de los guiones de la serie. Más allá de las quejas de Glaser, por lo general los guiones de la serie estaban bastante bien escritos, y en algunas ocasiones incluso se atrevían a presentar algunos temas controversiales.

En el episodio de la primera temporada titulado “The Fix”, un mafioso (Robert Loggia) secuestra a Hutch y comienza a inyectarle heroína, hasta que el detective queda enganchado de la droga. Una vez que Starsky logra encontrar a su compañero, comienza a buscar al responsable, al mismo tiempo que Hutch comienza su batalla contra la droga. Este episodio sería censurado en Inglaterra durante los setenta debido a su contenido, y recién sería transmitido en 1999. En otro episodio de la primera temporada titulado “Shootout”, los protagonistas deciden tomarse un descanso de su ajetreado trabajo cenando en un restaurante italiano, el cual eventualmente es asaltado por un grupo de asesinos que le disparan a Starsky dejándolo gravemente herido, quedando Hutch a cargo de las tensas negociaciones con los criminales. Tras una exitosa primera temporada, la ABC durante las siguientes tres temporadas de la serie cambiaría “Starsky and Hutch” de horario en numerosas ocasiones. Esto inevitablemente terminó por mermar los niveles de audiencia de la serie. Además, a medida que el show progresaba y los personajes se volvían más populares, los guionistas comenzaron a apoyarse cada vez más en los elementos humorísticos de la relación entre los protagonistas.

Para el comienzo de la cuarta temporada, el programa comenzaba a mostrar una evidente disminución en la calidad de sus historias, por lo que los encargados del show intentaron por todos los medios recapturar los elementos que habían funcionado de tan buena manera durante la primera temporada, y que en gran medida habían sido responsables del éxito de la serie. Esto llevó a que la cuarta temporada presentara una serie de episodios realmente interesantes, como por ejemplo “The Game”, en el cual la pareja de protagonistas comienza un peligroso juego que tiene por objetivo ver cual de los dos es el mejor estratega. La idea es que Hutch se esconda durante todo un fin de semana en las calles evitando a toda costa que Starsky logre detectarlo. Sin embargo, una vez comenzado el juego, Starsky se percata que su amigo se alimentó de una lata contaminada y que va a morir de botulismo a no ser de que logre encontrarlo de inmediato. Pese a que la cuarta temporada presentó un puñado de buenos episodios, “Starsky and Hutch” terminó siendo cancelada una vez finalizada dicha temporada.

“Starsky and Hutch” definitivamente era un producto de su época. Los protagonistas reflejaban la moda, los modismos, y las actitudes sexistas reinantes durante los setenta. Probablemente debido a eso, la serie no tuvo el mismo éxito cuando fue transmitida bajo sindicación. En el 2004, la Warner Brothers realizó una adaptación cinematográfica del show, la cual estuvo protagonizada por Ben Stiller y Owen Wilson, y que incluye los cameos de David Soul y Paul Michael Glaser. En su mejor momento, “Starsky and Hutch” era una serie que presentaba historias inteligentes y atrayentes, las cuales eran narradas a un ritmo frenético y presentaban a una pareja de protagonistas con una química que traspasaba la pantalla. La serie además es recordada como uno de los primeros shows televisivos en presentar un personaje estable de color. Tal y como sucedió con “S.W.A.T.”, Spelling tuvo que enfrentar las múltiples críticas que comenzó a recibir la serie debido al nivel de violencia que presentaba, lo que probablemente influyó en que los niveles de acción comenzaran a disminuir de manera gradual. Pese a solo logró permanecer en el aire por cuatro temporadas (compuestas por 88 episodios), y a que la calidad de los episodios fue bastante dispar en especial durante la segunda y tercera temporada, “Starsky and Hutch” sigue siendo recordada como una de las buenas series policiales de los setenta.





por Fantomas.

lunes, 5 de abril de 2010

Violent City: Crimen y pasión en Nueva Orleans.

“Città Violenta” (1970), es un thriller policiaco del director Sergio Sollima, el cual está protagonizado por Charles Bronson, Jill Ireland y Telly Savalas.

Jeff Heston (Charles Bronson), un profesional del crimen, individualista, rebelde, y vengativo, sale de la cárcel dispuesto a enfrentarse a sus enemigos. Fría y despiadadamente irá acabando con todos. Pero Jeff tiene un punto débil: su sentimentalismo hacia la mujer que ama, Vanessa (Jill Ireland). Por su culpa Jeff se verá atrapado en las redes de una banda de criminales y chantajistas de la que le será difícil escapar.

La carrera de Charles Bronson puede dividirse en dos etapas; una comprendida entre principios de los cincuenta hasta mediados de los sesenta, tiempo en el cual estuvo confinado a la interpretación de personajes secundarios gracias a los cuales pudo darse a conocer a nivel mundial (especialmente por su participación en “The Magnificent Seven”, “The Great Escape” y “The Dirty Dozen”), y otra comprendida entre fines de los sesenta y principios de los noventa, la cual estuvo marcada por su calidad de estrella del cine de acción, estatus que conseguiría primero en Europa gracias a títulos como el que hoy nos ocupa. Sergio Sollima por otro lado, a fines de los sesenta, tras filmar un par de spaghetti westerns, estaba listo para probar suerte con el género policial, el cual estaba cobrando cada vez más fuerza en Italia. Fue así como Sollima en compañía de cuatro guionistas y la cineasta Lina Wertmüller, se dieron a la tarea de escribir el guión de lo que se convertiría en “Città Violenta”, cinta que se centra en el asesino a sueldo Jeff Heston y su obsesión por la mujer que lo traicionó y lo envió tras las rejas.

Si bien en un principio Sollima había pensado en Jon Voight para interpretar al letal Jeff Heston (principalmente debido a que recientemente había participado en la aclamada “Midnight Cowboy”), y en Sharon Tate para interpretar a la sensual Vanessa, el director finalmente contrataría al cada vez más popular Charles Bronson y a Jill Ireland, la esposa en la vida real del rudo actor norteamericano. A diferencia de la gran mayoría de los poliziescos, Sollima optó por utilizar la ciudad de Nueva Orleans como el escenario de una historia marcada por la traición y la violencia, de la que es protagonista el personaje de Bronson. Según el mismo director, fue todo un agrado filmar en Norteamérica especialmente por la buena cantidad de lugares visualmente atractivos que presentaba la ciudad de Nueva Orleans. Como se puede apreciar en varios pasajes del film, resulta evidente que para el director la ciudad es casi tan importante como los personajes, razón por la cual son varias las escenas cuyo único propósito es retratar algunos de los vistosos paisajes en los cuales se desarrolla la historia.

Al comenzar la cinta nos encontramos con Jeff y Vanessa, quienes están disfrutando lo que parecen ser unas paradisiacas vacaciones en las Islas Vírgenes. De pronto, mientras pasean tranquilamente en su automóvil, se percatan que están siendo seguidos por un grupo de asesinos quienes tienen por objetivo eliminar a Heston. Esta persecución, la cual dura alrededor de diez minutos y está prácticamente exenta de diálogo, es por lejos una de las escenas de acción más emocionantes de la película, y es fácilmente ubicable entre las mejores escenas de persecución de las que tenga memoria. Heston, en su intento por huir de sus perseguidores, no sólo conduce su automóvil por las estrechas calles y escaleras de la localidad caribeña, sino que también se ve involucrado en una explosiva balacera tras la cual sus perseguidores lo dan por muerto. Es durante dicha balacera que Heston ve como Vanessa huye del lugar con Coogan (Michel Constantin), un conductor de carreras que previamente lo había contratado para asesinar a su tío. Una vez que la policía llega al lugar, Jeff es enviado a un hospital y posteriormente a la prisión donde comenzará a planear lo que será su implacable venganza.

A su regreso a Nueva Orleans, mientras Jeff busca a los responsables de su encarcelamiento, se encuentra con la desagradable sorpresa de que Vanessa se ha casado con el mafioso Al Webster (Telly Savalas), quien lo ha estado buscando para que se integre a su organización criminal. Como es de esperarse, Jeff terminará involucrándose en un peligroso triangulo amoroso marcado por la muerte y la traición. A diferencia de la gran mayoría de los directores habituales del poliziesco, Sollima prefiere poner en segundo plano la acción para centrarse en el desarrollo de los personajes. Prácticamente todos los personajes que participan en la historia en algún momento actúan como peones en un complejo juego donde el poder y el dinero son los premios a obtener. En gran medida, nos encontramos con una serie de personajes egoístas y ambiciosos que utilizan distintas herramientas para dominar a todos aquellos que los rodean (Vanessa utiliza su sensualidad, Webster su dinero, y Jeff la violencia). Un buen ejemplo de esto es la escena donde Heston intenta violar a Vanessa en las bodegas de un puerto, con el solo objetivo de demostrarle que ella le pertenece.

La película bien se podría dividir en dos mitades, donde la primera está centrada en la traición de la que es víctima el protagonista y su posterior venganza, mientras que la segunda se centra en la turbulenta relación entre Heston y Vanessa y como esta afecta su entorno y su futuro. Las actuaciones de los tres protagonistas son bastante sólidas. Bronson interpreta de buena manera a este asesino de pocas palabras y aparente frialdad, el cual parece estar hecho a la medida del actor. Jill Ireland si bien jamás fue una buena actriz, realiza una interpretación más que convincente de la femme fatale de turno, y explota su sensualidad al máximo en las numerosas escenas de desnudos en las que participa. Por último, Telly Savalas hace lo mejor que puede en las pocas escenas donde participa como el influyente Al Webster. Por otra parte, el trabajo de fotografía de Aldo Tonti es realmente destacable, al igual que la estupenda banda sonora del maestro Ennio Morricone.

“Città violenta” es un correcto thriller policiaco que presenta algunas dosis de drama, suspenso y acción, y algunas vueltas de tuerca bastante interesantes, en especial durante el tramo final del film, las cuales sin duda ayudan a otorgarle cierto matiz a una historia que en principio no es demasiado original. Lamentablemente, por momentos el ritmo narrativo de la cinta se resiente a causa del exceso de diálogo, y a raíz de algunas escenas innecesariamente largas cuyo único objetivo es sacarle el máximo provecho posible al trabajo de fotografía de Aldo Tonti. De la misma forma, hay otras escenas que si bien su objetivo es establecer algunos rasgos de la personalidad de los protagonistas, estas no funcionan de la mejor manera (como por ejemplo la escena en la que Heston le demuestra que es un tipo rudo a sus compañeros de celda, permaneciendo impertérrito mientras una gran araña camina por su cama). Es bastante probable que muchos espectadores se sientan engañados por el título del film el cual sugiere que se trata de una película donde la acción es el elemento central de la historia, lo que aún cuando es completamente erróneo, no quiere decir que la cinta esté exenta de acción. En términos generales, “Città violenta” puede no ser la mejor película de Bronson o de Sollima, pero de todas formas resulta ser entretenida y se presenta como una entrada interesante dentro del género del poliziesco.




por Fantomas.
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