sábado, 20 de diciembre de 2008

The Nightmare Before Christmas: Una fantasmagórica e imaginativa historia de navidad.

“The Nightmare Before Christmas” (1993), es un film animado del director Henry Selick, el cual está basado en una poema escrito por el también director Tim Burton, quien además se encarga de producir esta cinta. Las voces están a cargo de Danny Elfman, Chris Sarandon y Catherine O´Hara, entre otros.

En Halloweentown, Jack Skellington es el Rey de las Calabazas. Cansado de liderar cada año la fiesta de Halloween, la curiosidad lo lleva a visitar un día la tierra de la Navidad. Fascinado por la festividad, decide secuestrar a Santa Claus y celebrarla a su manera. Pero las consecuencias de sus actos le harán comprender que no todo es tan fácil como él esperaba, y ahora deberá hacer lo posible por enmendar su error.


El director, guionista, y productor estadounidense, Tim Burton, comenzó su carrera en los estudios Disney como uno de los tantos animadores del lugar. Pese a que en su infancia pensó que los estudios Disney serían un estupendo lugar para desarrollar su pasión por el dibujo, Burton no tardó en darse cuenta que no era el lugar ideal para desarrollar sus inquietudes artísticas. Durante el tiempo que estuvo empleado por el estudio, el director completó dos excéntricos proyectos personales. El primero fue “Vincent” (1982), corto animado en blanco y negro realizado con la técnica del stop-motion, que relataba la historia de un niño retraído con una macabra fascinación por el actor Vincent Price. El otro proyecto sería “Frankenweenie” (1984), donde emulando el estilo de los films de terror de la Universal, Burton relata como un niño retorna a la vida a su pequeño cachorro. Lamentablemente, estas serían las únicas ideas del realizador que serían tomadas en cuenta por el estudio.

Entre las historias que no lograron ser producidas, se encontraba una inspirada en los viejos clásicos navideños para la televisión de los años sesenta, como por ejemplo “Rudolph, the Red-Nosed Reindeer” (1964). En la forma de un poema, Burton contaba la historia de Jack, el Rey Calabaza de la tierra de Halloween, el cual visitaba la tierra de la Navidad e ingenuamente decidía que él debería encargarse de esa festividad, tomando el papel de Santa Claus. Burton había diseñado tres personajes para esta idea; Jack, un ridículamente gordo Santa Claus, y Zero, un perro fantasma que es la leal mascota de Jack, cuya nariz era una bombilla roja, emulando la nariz de Rodolfo el reno. Eventualmente el director abandonaría la Disney en 1984, pero volvería casi una década más tarde para producir esta particular historia, la cual con el tiempo pasaría a ser convertirse en una cinta de culto.

Luego del éxito de sus tres primeros largometrajes, “Pee-wee's Big Adventure” (1985), “Beetlejuice” (1988), y “Batman” (1989), el director comenzó a ser requerido por varios estudios. El mismo Burton estaba ansioso por probar su valor fuera de los estudios de la Warner Bros, por lo que ingenuamente le pidió a la Disney sus bosquejos de “The Nightmare Before Christmas”, olvidando que el estudio establecía como propiedad intelectual todas las ideas y diseños de sus trabajadores. Afortunadamente para Burton, Jeffrey Katzenberg, quien era el presidente de la Disney en ese momento, era un reconocido fanático del director y estaba listo para apoyar el proyecto. Para ese entonces, Burton estaba en plena preproducción de “Batman Returns” (1992), por lo que él estaba consciente de que tendría que dejar la dirección de la cinta en otras manos. Es así como el puesto de director recayó en Henry Selick, un viejo amigo de Burton que trabajó junto a él en la Disney. Selick era reconocido por su especial uso de la animación en stop-motion, por lo que era la elección perfecta para el proyecto.

Burton además reclutaría a Danny Elfman, frontman de la banda musical Oingo Boingo, quien hasta ese momento había compuesto todas las bandas sonoras de las cintas del director. Burton, Selick, y Elfman, pensaban que la música de la película debía tener un papel importante en la historia, de manera tal que las canciones fueron escritas antes de que el guión estuviese terminado. El primer borrador fue creado por Michael McDowell, mientras que el escrito final fue realizado por Caroline Thompson, responsable del guión de “Edward Scissorhands” (1990). Con un presupuesto de 22 millones de dólares, y con el guión y la banda sonora terminada, Selick y Burton se preparaban para realizar algo nunca antes hecho en la historia del cine; producir una cinta completamente animada en stop-motion, con múltiples personajes y ambientaciones, además de utilizar diversos movimientos de cámara.

La historia tiene como protagonista a Jack, el Rey del mundo de Halloween, quien pese a que es amado y temido por todos los habitantes de su mundo, siente un gran vacío a causa de su monótona existencia. Sin embargo, una vez que descubre la Navidad y lo distinta que esta es con respecto a la fiesta de Halloween, Jack encontrará una nueva meta en su vida: tratar de comprender el significado de esta fiesta, y crear su propia versión de la misma, aún si esto significa tener que raptar al mismísimo Santa Claus. Y es Jack no escatimará recursos para lograr su cometido, por lo que resulta sumamente divertido ver como este personaje analiza minuciosa y científicamente cada uno de los matices de una celebración que escapa de su comprensión. Contrario a lo que uno podría suponer, los habitantes de Halloweentown no son malvados ni mal intencionados. Más allá de su terrorífica apariencia, son personajes que disfrutan planeando año tras año la fiesta de Halloween, y que se tornarán muy receptivos y entusiastas a la idea de Jack de realizar por primera vez la Navidad.

Además del soñador Jack Skellington, existe una serie de personajes que referencian en mayor o menor manera a los grandes monstruos del cine de terror. Por un lado está Sally, un tierna muñeca de trapo que es el interés amoroso del protagonista (tal vez el personaje más cuerdo de todo Halloweentown), la cual fue creada por un científico loco que la tiene de criada, todo esto al más puro estilo del Dr. Frankenstein y su monstruo. Como contraparte del protagonista está Oogie Boggie, el ser más temido de Halloweentown, un monstruo adicto al juego y amante del jazz (increíblemente a este personaje se le atribuyeron tintes racistas), el cual tiene bajo su comando a tres peligrosos niños, Lock, Shock y Barrel. Además tenemos brujas, vampiros, niños deformes, un hombre lobo y Zero, el perro fantasma de Jack, completando la variada galería de personajes que conforman el pueblo de Halloweentown.

Burton, Sellick y compañía lograr crear una cinta en que lo musical y lo visual es igualmente atractivo, y donde se resalta el contraste entre el sombrío y gótico mundo de Halloween, y el colorido, feliz y acogedor mundo de la Navidad. Los temas que componen la banda sonora, en especial “What´s this?”, se han convertido ya en verdaderos clásicos del cine animado. La selección de las voces de los personajes es igualmente perfecta, destacándose la labor de Danny Elfman quien se encarga darle la voz a Jack cuando este canta. Pese a todo esto, la Disney decidió lanzar la cinta a través de la Touchstone Pictures por considerar que esta era demasiado oscura y escalofriante para un público infantil. Más allá de la polémica de si esta era o no una película para niños, el film recaudó más de 55 millones de dólares al momento de su estreno.

“The Nightmare Before Christmas” es una película entrañable, que es considerada a estas alturas como un verdadero clásico y como una de las mejores películas navideñas de la historia. Es un relato en el cual prácticamente no existen personajes malintencionados, pese a que su apariencia pueda sugerirnos lo contrario. Tanto es así que en Halloweentown no existen los prejuicios ni el odio, todos trabajan para un mismo fin, y se preocupan los unos por los otros. El mensaje principal de la cinta es “no pretendas ser algo que no eres, aprende a aceptarte y se feliz así”, algo que el protagonista solo entenderá al final de la historia. En definitiva, se trata de una estupenda película, la cual en el año 2006 fue relanzada en formato 3D con estupendos resultados.





por Fantomas.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Los Simpsons: Un poco de historia y su relación con el mundo del cine.

“Los Simpsons”, son la creación del dibujante, escritor y productor de televisión estadounidense, Matt Groening. En sus inicios, Groening creó una tira cómica llamada “Life in Hell”, que simulaba la mala experiencia de vida en Los Angeles, y la que no tardó en adquirir cierta popularidad entre los lectores. Fue precisamente a raiz de este trabajo, que el productor, guionista y fundador de Gracie Films, James L. Brooks, contactó a Groening con el propósito de trabajar en un proyecto de animación aún no definido. Originalmente, Brooks quería que Groening adaptase sus personajes de “Life in Hell”, a lo que Groening se negó por temor a perder sus derechos de autor. Fue así como se decidió a crear algo nuevo, lo que dió como resultado el nacimiento de “Los Simpsons”, familia cuyos nombres fueron extraidos de la misma familia de Groening, con la excepción de Bart, que es un anagrama de la palabra Brat (malcriado).

Fue así como “Los Simpsons” fueron presentados por primera vez al público hace alrededor de veinte años atrás, precisamente el día 17 de abril de 1987, como pequeños cortos de tan sólo treinta segundos, producidos para la serie de variedades llamada “The Tracey Ullman Show”. Aunque el show de variedades no resultó ser un éxito, los cortos alcanzaron cierta popularidad entre el público, lo que llevó a Groening, Brooks y compañia, ha realizar un episodio de media hora de duración en 1989. Al momento de su estreno, la serie animada resultó ser un éxito total, aclamada tanto por el público como por la crítica, quienes la describieron como uno de los más honestos y hilarantes retratos de la familia norteamericana, y cuya popularidad ha ido creciendo con los años hasta convertirse en el icono cultural que es actualmente.


"Psycho" (1960) : "Itchy & Scratchy & Marge" (2da Temporada)

Una de las razones escenciales por las que la serie se ha mantenido vigente por todos estos años, es el humor utilizado por los escritores. Si bien es cierto, en esencia “Los Simpsons” presentan el clásico humor caricaturesco en torno a una familia disfuncional, los guionistas también se han encargado de utilizar un humor más “profundo”, que el espectador debe buscar por su cuenta. El mismo Matt Groening se encargó de mencionar en una ocasión en la revista "Time", “Hay ciertas bromas que no entenderas, salvo que tú hayas asistido a algunas clases en la universidad”. La serie, además de entregar altas dosis de diversión, no se encuentra exenta de alusiones a diversos problemas sociales, críticas a diversos ambitos y bastante sarcasmo. Es por esta razón que la serie se ha vuelto popular tanto en jóvenes como en adultos. Pero además existe otra característica que ha logrado encantar a la audiencia, y esta es el uso de la parodía clásica. Por eso no es de extrañar que en diversos episodios nos encontremos con escenas, diálogos o situaciones que presentan alguna similitud con películas, canciones, pinturas, etc.

Son precisamente las múltiples alusiones a films clásicos la raíz de este artículo. A través de los años, los guionistas han parodiado un gran número de cintas, en ocasiones de manera evidente, mientras que en otras lo han hecho de manera más sutil. Algunos episodios han sido casi por completo parodias, como por ejemplo “Marge on the Lam” (5ta temporada), basada en la película “Thelma and Louise” (1991), de Ridley Scott, o “Das Bus” (9na temporada), basada en la cinta “Lord of the Flies” (1963), del director Peter Brook. Otros episodios en cambio, solo parodian escenas de algunos films, insertadas dentro de la historia. Por ejemplo, en el capítulo “Principal Charming” (2da temporada), ya casi al final del episodio, se puede distingir parte de la famosa escena del campanario de la película “Vértigo” (1958), de Alfred Hitchcock. Otro ejemplo es el capítulo “Bart´s friend falls in love” (3ra temporada), cuya escena introductoria pertenece al film “Raiders of the Lost Ark” (1981), de Steven Spielberg. Por último, existen otras referencias tan sutiles, que probablemente solo serán identificadas por aficionados acérrimos al séptimo arte.


"Raiders of the Lost Ark" (1981): “Bart´s friend falls in love” (3ra temporada)

Quizás donde son más evidentes estas parodias, es en los episodios especiales de noche de brujas que son emitidos todas las temporadas. Películas de terror clásicas han sido trasladadas al particular mundo de los Simpsons. Desde “King Kong” (1933), pasando por “The Shining” (1980) y “Drácula” (1992), son algunos de los mejores ejemplos. De la misma forma, también han adaptado films clásicos de la ciencia ficción como “La guerra de los mundos” (1953), “Fantastic Voyage” (1966) o “E.T.” (1982). Por último, estos especiales han incluido algunas parodias de ciertos episodios de la serie de televisión, “Dimensión desconocida”, e incluso han presentado las historias cortas imitando el estilo de series como “Night Gallery” o “Alfred Hitchcock presenta”.

Como se menciona antes en este artículo, existe una serie de episodios que han sido construidos integramente utilizando de base clásicos del séptimo arte. Entre algunos de los capítulos destacados en este sentido se encuentran “Cape Feare” (5ta temporada), basada en la cinta “Cape Fear” (1991), de Martin Scorsese, “Bart of Darkness” (6ta temporada), basada en la excelente “Rear Window” (1954), de Alfred Hitchcock, “Two Dozen and One Greyhounds” (6ta temporada), basada en la película animada de la Disney, “101 Dálmatas” (1961), y “Simpsoncalifragilisticexpiala(Annoyed Grunt)cious” (9na temporada), libre adaptación del film “Mary Poppins” (1964), del director Robert Stevenson, entre otros.


"Cape Fear" (1991): “Cape Feare” (5ta temporada)

Se podría decir que en practicamente en todos los episodios de Los Simpsons, existe a lo menos una referencia cinematográfica presente. Por la misma razón, es virtualmente imposible mencionarlas todas. Muchas veces los guionistas no se conforman con solo insertar un “momento cinematográfico”, sino que además se dan la maña de mezclarlo con otro momento igual o más relevante en la historia del cine. El mejor ejemplo es una de las secuencias del episodio “A Streetcar Named Marge” (4ta temporada), en la cual Maggie se encuentra en una guarderia, cuya dueña le ha arrebatado su chupete, objeto que la pequeña intentará recuperar a toda costa. Es en esa secuencia que los guionistas mezclan la música de la cinta “The Great Escape” (1963), y otras referencias de la misma, como el hecho de que Maggie es enviada a un corral llamado “La Caja” (simil del famoso “Congelador” donde es enviado en múltiples ocasiones el personaje de Steve McQueen), con una alusión a la escena final de la película “Los pájaros” (1963), de Alfred Hitchcock, y al cameo que este tiene en la misma.

“Los Simpsons” ya llevan 18 años al aire, más de 420 capítulos emitidos, y el 2007 lanzaron su primer largometraje. A través de los años, además de ganar un ejército de fieles fans, han sido acreedores de diversos premios entre los que se encuentran 24 premios Emmy, 24 premios Annie y un premio Peabody. Como si fuera poco, la revista “Time” los calificó como la mejor serie del siglo XX, y el 14 de enero del 2000 recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. La popularidad de esta serie animada ha llegado a crear una industria de merchandising de miles de millones de dólares. La familia protagonista y los personajes secundarios aparecen en una multitud de productos que van desde camisetas hasta juegos de mesa, incluso han sacado discos recopilatorios de música original de los episodios, o sencillamente sencillos creados especificamente para ser comercializados con la marca “Simpsons”. Es por todas estas razones, y un sinfín más que por motivos de tiempo y espacio no son mencionadas en este artículo, que resulta fácil entender porque esta serie animada que comenzó sin mayores pretensiones, se ha convertido en un ícono cultural, que como bien dice el eslogan de la señal latinoamericana de la Fox, es practicamente una religión que cada año atrapa más y más fieles.

"2001: Space Odyssey" (1968): "Brother, Can You Spare Two Dimes?" y "Lisa´s Pony" (3ra Temporada)

"Los Pájaros" (1963) y "Saboteur" (1942): “A Streetcar Named Marge” (4ta temporada) y "Three Men and a Comic Book" (2da Temporada)

"Night of the Hunter" (1955): “Cape Feare” (5ta Temporada) y "Some Enchanted Evening" (1era Temporada)


Una completísima colección de fotogramas puede ser encontrada en: www.actualidadsimpson.com


por Fantomas.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Howl´s Moving Castle: Un surreal cuento de hadas.

“Howl's Moving Castle” (2004), es un film de animación escrito y dirigido por Hayao Miyazaki, el cual está basado en la novela del mismo nombre de la escritora Diana Wynne.

La pequeña Sophie trabaja día a día haciendo sombreros en la tienda que le heredó su padre al morir. Durante un paseo, ella se encuentra con un hechicero llamado Howl, que es muy elegante y guapo. Pero una malvada bruja interpreta equivocadamente esta relación, y en un ataque de celos hace caer una maldición sobre Sophie, transformándola en una viejecilla de noventa años. Desesperada, Sophie abandona su casa sin rumbo fijo, cuando de pronto se encuentra con el Castillo Andante de Howl. Escondiendo su verdadera identidad, entra al castillo como ama de llaves. ¿Qué le sucederá a Sophie? ¿Qué aventuras mágicas y llenas de encanto le esperan con este poderoso hechicero en el increíble viaje dentro del Castillo Andante?


Por primera vez en su carrera, el director Hayao Miyazaki se basaría en un material occidental para hacer un film. El escrito seleccionado sería la novela "Howl´s Moving Castle", de la escritora Diana Wynne Jones, en la cual se pueden distinguir muchas de las constantes del cine del director, presentes en films como: "Nausicaa" (1984), "My Neighbor Totoro" (1988) o "Princess Mononoke" (1997). Miyazaki nos ha acostumbrado a que sus protagonistas sean personajes femeninos fuertes y decididos; mujeres ingeniosas y divertidas, que presentan ciertos rasgos que las hacen aptas para asumir posiciones de mando. En esta ocasión tenemos al mago Howl, un hombre inseguro y algo andrógino, como casi la única referencia masculina en un mundo dominado por mujeres. Por otro lado estará la joven/vieja Sophie, cuyo carisma y personalidad la lleva a influir en gran cantidad de los personajes del relato, el cual se centra en su curiosa transformación y como esta afecta a todos aquellos quienes la rodean.

El tema de la transformación física o la mudanza de un lugar a otro (los cuales de una u otra forma conllevarán un crecimiento personal) una de las constantes de la obra de Miyazaki. Sophie se nos presenta como una muchacha introvertida y melancólica, con una mentalidad algo adusta para su corta edad. Cuando ella descubre los efectos que ha tenido el hechizo de la Bruja del Páramo sobre su cuerpo, no le quedará más remedio que abandonar su hogar y su rutina, y buscar ayuda en el mundo exterior donde cruza el mágico Castillo Andante. Aunque la transformación pareciera no ser más que un reflejo de la mentalidad de la Sophie, el hechizo sacará lo mejor de la muchacha. En vez de compadecerse de sí misma, prefiere sacarle partido a la situación e incluso reírse de sí misma; incluso pareciera disfrutar su rol de ama de llaves del particular grupo de personajes solitarios que la reciben en el castillo. La entereza y la generosidad de Sophie resulta ser el complemento perfecto del mago Howl, cuyo carácter caprichoso y narcisista lo convierten en un personaje plagado de dualidades y contradicciones, dando la impresión de que se quedó estancado en la niñez.

De la misma forma que Sophie se “esconde” tras la imagen de una dulce anciana, el resto de los personajes de alguna forma también participan en un particular juego de engaños. A raíz del encantamiento, Sophie es incapaz de revelar su verdadera identidad. Howl no puede ayudarla, aunque la reconoce desde el primer momento, prefiriendo seguirle el juego cuando ella se hace pasar por la criada con la ayuda del demonio Calcifer (responsable del movimiento del castillo, y cuyo mayor anhelo es deshacer el pacto que lo une a Howl). Marko, el pequeño aprendiz de mago responsable de cuidar el castillo durante la ausencia de su maestro, también utiliza un disfraz que lo hace ver como si fuera un anciano para así poder recibir a las visitas. Por último está un misterioso espantapájaros con cabeza de nabo que ayuda constantemente a Sophie, y cuya verdadera identidad (revelada al final de la cinta) resulta ser decisiva en el desenlace de la historia. Incluso la malvada Bruja del Páramo no es lo que parece ser; cuando es despojada de sus poderes por Madame Suliman, la Ministra de Magia, retornará a su verdadera edad, convirtiéndose en una anciana desvalida.

La cinta es fiel heredera de las contradicciones temporales presentes en prácticamente toda la filmografía de Miyazaki. La historia se desarrolla en un país centroeuropeo de arquitectura barroca, donde coexisten los barcos propulsados a vapor con majestuosas naves aeronáuticas, de potencia y tecnología desconocida. En este contexto, la magia y la ciencia confluyen y se fusionan durante el transcurso de la historia, presentando un mundo donde los magos no rivalizan con las maquinas, sino que son ellos mismos los que las dotan de un poder más allá de lo imaginable, y cuyo mejor ejemplo es el mecanizado castillo de Howl, el cual se mueve gracias a la magia del carismático demonio Calcifer.

Es el castillo de Howl (icono absoluto de la cinta) el artefacto que personifica el poder del hechicero, al mismo tiempo que representa gran parte de su personalidad. Es una fortaleza hecha a la medida, la que gracias a su capacidad de movilizarse libremente, posibilita que Howl evite cualquier tipo de riesgo o compromiso, lo que inevitablemente lo termina convirtiendo en prisionero de su propia libertad. El castillo también es un sitio ubicuo; el hecho que la puerta principal y su particular indicador le dé la posibilidad a sus ocupantes de aparecer en distintos lugares, permite que estos escapen de cualquier tipo de problema que se les presente. La habitación de Howl, la cual está plagada de amuletos, es la que mejor representa la verdadera identidad del mago; ni niño, ni adulto, ni humano, ni animal, Howl al igual que su castillo bordea los límites de lo establecido, estando en todas partes y en ninguna a la vez. La llegada de Sophie y los múltiples cambios que esta realiza al interior de la mágica edificación, terminarán por cambiar la vida de todos los habitantes del lugar, empujándolos a la difícil tarea de aprender a resolver sus propias dificultades.

Si en “My Neighboor Totoro” podemos encontrar más de una conexión con “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll, en “Howl's Moving Castle” existe un número similar de conexiones con “El Mago de Oz” de L. Frank Baum. Además de la presencia del personaje del espantapájaros que actúa como benefactor de Sophie, nos encontramos con que el castillo terminará siendo el punto de encuentro de todos aquellos que han perdido algo que los define, y que los confina a determinadas tareas o a una cierta apariencia (Sophie, Calcifer, Howl y el mismo espantapájaros, son prisioneros de un hechizo que para ser revertido pide el descubrimiento de un elemento liberador). Sophie a diferencia de Dorothy, no tiene a nadie que la espere en casa; al igual que el resto de sus compañeros deberá forjar su propio camino con la ayuda de las experiencias que le entregará esta aventura.


“Howl's Moving Castle” es sin lugar a dudas una cinta visualmente impactante, con una animación impecable, donde se mezcla la animación tradicional con los efectos especiales realizados por computadora, sin abusar de estos últimos. Esto está acompañado por la romántica y soñadora banda sonora de Joe Isaishi, la cual es totalmente acorde a la estética del film. El desarrollo de los acontecimientos es por momentos algo críptico, pero de todas formas resulta ser fascinante. De la misma forma, Miyazaki diseña personajes complejos, con preocupaciones y una fuerte carga dramática, los cuales sin excepción presentan algunos rasgos de bondad. Incluso los “villanos” de turno no son tan despiadados como aparentan, y sus acciones responden a motivos bastante humanos y terrenales. En definitiva se trata de una hermosa película, que aunque presenta un par de ideas vistas anteriormente, gracias a la habilidad de Hayao Miyazaki se alza como una obra única en su especie.



por Fantomas.

domingo, 2 de noviembre de 2008

To Catch A Thief: La última colaboración de Grace Kelly con Alfred Hitchcock

“To Catch a Thief” (1955), es un film de suspenso del director Alfred Hitchcock, el cual está protagonizado por Cary Grant y Grace Kelly.

John Robie (Cary Grant), es un ladrón de joyas reformado que alguna vez fue conocido como “El Gato”. De un día para otro, Robie se convierte en el principal sospechoso de una nueva serie de robos de piedras preciosas, cometidos en los más lujosos hoteles de la Riviera francesa, por lo que se ve en la obligación de limpiar su nombre. Es así como conoce a la caprichosa heredera Frances Stevens (Grace Kelly), cuya madre pronto se convertirá en el blanco del esquivo y misterioso ladrón que está buscando la policía.


Luego de finalizar el rodaje de “Rear Window” (1954), los ejecutivos de los estudios Paramount le sugirieron a Hitchcock que hiciera una película basada en la novela de David Dodge, “To Catch a Thief”, cuyos derechos cinematográficos habían sido comprados por el estudio varios años antes, al poco tiempo después de que fue lanzado el libro. El simple hecho de que la historia transcurriera en la Riviera francesa, entusiasmó al director a quien le gustaba combinar el placer con el trabajo, razón por la cual le encomendó al guionista John Micheal Hayes la tarea de adaptar la novela. Rápidamente, Hitchcock se lanzó a la tarea de seleccionar el elenco de la producción, llamando en primer lugar a la sugestiva Grace Kelly, por quien el director sentía una innegable fascinación. Sin embargo, para ese entonces la actriz se había comprometido a participar en tres cintas, por lo que a Hitchcock no le quedó otra opción que esperar cinco meses para comenzar el rodaje de su nuevo proyecto.

Una vez que recibió el guión terminado, Hitchcock fue en busca del protagonista masculino. Eventualmente contactó al carismático y jovial Cary Grant, quien pese a tener el doble de edad que Grace Kelly, se alzaba como una pareja cinematográficamente aceptable para ella. Sin embargo, en aquel entonces el actor había anunciado su retiro de la actuación. Contrario a lo que se podría pensar, esto no desmotivó al director, quien no se dio por vencido e invitó a Grant a almorzar con el fin de explicarle los puntos centrales de su nueva película. Si bien el actor accedió a leer el guión, le advirtió a Hitchcock que era mejor que no se hiciera ilusiones con respecto a su participación en la producción. Fue ahí cuando el realizador le comentó a Grant: “Tal vez pueda ayudar a que tomes una decisión mientras lees el guión, el saber que Grace Kelly accedió a tomar el papel de la muchacha, y que una buena parte de la película será filmada en la Riviera francesa”. Como era de esperarse, tras esta breve pero tentadora aclaración, el actor finalmente decidió unirse a la producción para alegría del realizador británico.


Una vez terminadas las grabaciones en la Riviera, el equipo de filmación regresó a Hollywood para rodar las escenas restantes al interior del estudio. Lamentablemente, Hitchcock no estaba enteramente satisfecho con lo que a sus ojos seguía siendo un irregular e informal thriller humorístico, por lo cual intentó imprimirle mayor tensión a las escenas finales. Con esto en mente, el director volcó sus esfuerzos en la elaborada secuencia de la fiesta de disfraces que ocurre en el segmento final de la cinta, cuya función no solo era mostrar a Grace Kelly vestida con un resplandeciente traje dorado, sino que además daba paso a la revelación de la verdadera identidad del ladrón que pone en problemas al personaje de Grant. Cabe mencionar que incluso bajo la presión que sentía en ese entonces el director, este se las arreglaba para hacer gala de su negrísimo sentido del humor. Con respecto a esto, John Michael Hayes recordaría que durante el rodaje de la secuencia final del film, Hitchcock le pidió que subiera al punto más alto de un andamio. “Mírelos a todos ahí abajo”, le dijo al guionista, “creen que estamos discutiendo algo importante o profundo. Pero solamente quería saber si a usted le dan tanto miedo las alturas como a mí”.

Pese a las dudas que le provocaba la cinta a Hitchcock, la verdad es que esta se caracteriza por presentar un espléndido guión y un excelente apartado técnico. Mientras que a Hayes se le atribuye la construcción de los personajes, los cuales se caracterizan por su realismo, su emocionalidad y su marcado sentido del humor, a Hitchcock se le atribuye la inclusión de gran parte de los diálogos más atrevidos del film, y de una serie de sutilezas de carácter sexual tanto visuales como verbales, que provocaron que la cinta expandiera los límites del humor adulto predominante en la década del cincuenta. Un claro ejemplo de esto se puede encontrar en el diálogo que se produce entre los protagonistas, durante la recordada escena en la que ambos se encuentran conversando en una pieza de hotel, mientras ven a la distancia un espectáculo de fuegos artificiales. En esa instancia, una sexy Grace Kelly se acerca al personaje de Grant y le dice: “Si realmente quieres ver los fuegos artificiales, es mejor con la luz apagada. Tengo la sensación de que esta noche va a presenciar usted uno de los espectáculos más fascinantes de la Riviera. Me refiero a los fuegos artificiales por supuesto.”


En lo que respecta al aspecto interpretativo del film, la labor tanto de los protagonistas como la de los actores encargados de encarnar a los personajes secundarios, resulta realmente destacable. Mientras que Cary Grant se luce como el ingenioso y seductor ladrón retirado, Grace Kelly brilla como la caprichosa e incisiva Frances Stevens, al punto que fue ampliamente elogiada por su veterano colega. La importancia de la participación de la actriz en la cinta no solo es relevante desde el punto de vista interpretativo de la misma, sino que también responde un aspecto temático presente en gran parte de las obras del director. Para Hitchcock era de suma importancia abordar todo lo relacionado con la sexualidad bajo un halo de suspenso, para así lograr el efecto deseado. Por este motivo, el realizador solía escoger a actrices rubias y sofisticadas, que dieran la impresión de ser mujeres de mundo, con el objetivo de presentarlas como verdaderas prostitutas en la intimidad, lo que en gran medida respondía a sus propias fantasías. Por otro lado, resulta destacable el trabajo de fotografía de Robert Burks, quien fue nominado al Oscar por su labor en este film, y la estupenda banda sonora compuesta por Lyn Murray, la cual termina siendo tan sugerente como las mismas imágenes.

Si bien “To Catch a Thief” es básicamente una comedia romántica con algunas dosis de suspenso, que presenta una interrogante que es revelada en el tramo final del relato, esta se presenta como una obra atípica dentro de la filmografía de Alfred Hitchcock. Esto responde al hecho de que el director durante años, se había mantenido alejado de las historias cuyo punto de interés fuese la autoría de un hecho determinado, debido a que prefería captar la atención del espectador sin la necesidad de recurrir a rebuscados giros de tuerca, o a ingeniosas trampas narrativas. Sin embargo, esta vez decidió romper su propia regla tácita, debido a lo atractivo de los elementos que conformaban el relato, y a la posibilidad de trabajar con un elenco soñado en condiciones inmejorables. Como dato curioso, cabe mencionar que durante el rodaje de la producción, Grace Kelly conoció al Príncipe Rainiero de Mónaco, con quien eventualmente contraería matrimonio, lo que la llevaría a abandonar la actuación de manera definitiva. Por otro lado, en varias ocasiones se ha mencionado que durante la secuencia en la que los protagonistas participan en una persecución de coches, estos pasan por el mismo lugar donde varios años más tarde Grace Kelly perdería la vida en un accidente automovilístico. Más allá de los datos anecdóticos de la producción, “To Catch a Thief" se alza como una película entretenida e inteligente, la cual debido a sus múltiples virtudes hoy en día es vista como una de las mejores obras del llamado maestro del suspenso.




por Fantomas.

lunes, 27 de octubre de 2008

Plan 9 From Outer Space: Oficialmente la "peor película de la historia"

Plan 9 From Outer Space” (1959), es un film de ciencia ficción escrito, producido y dirigido por Edward D.Wood Jr., el cual está protagonizado por Bela Lugosi, Vampira y Lyle Talbot.

Unos extraterrestres ponen en marcha el Plan 9 para convertir cadáveres en zombies asesinos. La razón es que los humanos ponen el equilibrio de la galaxia en peligro con sus invenciones bélicas, concretamente con la bomba atómica y la “solaronite”, un explosivo que todavía no han inventado y que destruirá el sol y el resto de la galaxia.


Durante la década de los cincuenta comenzarían a definirse las raíces de la ahora gigantesca industria cinematográfica norteamericana. Ese periodo estuvo marcado por la aparición de la moda de los autocines, lo que expandía de gran manera la cantidad de salas de cine instaladas, generando un consumo masivo de films en especial por parte de los adolescentes. Este crecimiento de la industria dio como fruto una serie de cintas serie B, las cuales carecían de estrellas o presupuesto, y cuyas temáticas por lo general estarían ligadas al terror, la ciencia ficción y otros géneros menores que no tenían cabida en los grandes estudios. El año 1956 se destacaría por ser uno de los “mejores” para el cine de bajo presupuesto. Ese año verían la luz películas “divertidamente malas” como por ejemplo “The Phantom From 10.000 Leagues” y “The Indestructible Man”, entre otras. Sin embargo, sería Ed Wood quien dirigiría la obra maestra del cine casero y de mal gusto, la infame “Plan 9 From Outer Space”.

En noviembre de aquel año, Wood empezó a filmar en un viejo cementerio de Sacramento antes de que este fuera cubierto por edificios, lo que en ese entonces se titulaba “Grave Robbers From Outer Space”. Ed Wood encontró financiamiento para este proyecto en la iglesia baptista de Beverly Hills. El fiel J. Edward Reynolds y el Reverendo Lyn Lemon lo financiaron con la idea de que con el dinero que ganarían con el film de Wood, les daría la oportunidad de producir cintas religiosas (al parecer no conocían los trabajos anteriores del director). Como condición para recibir el dinero, todo el equipo participante en la filmación tuvo que ser bautizado en una piscina. Junto con esto, Reynolds impuso al actor Gregory Walcott para uno de los papeles protagónicos, lo que la verdad poco le importó a Wood.

Además de Walcott, en la cinta trabajan un grupo de pintorescos personajes entre los que se encuentran el mismo Reynolds, el Reverendo Lemon, Criswell, el famoso vidente que presagió el asesinato de John F. Kennedy, John Breckinridge, un famoso transexual y excéntrico millonario descendiente de un vicepresidente de los Estados Unidos, y Maila Nurmi, más conocida como Vampira, una actriz y modelo que utilizaba un vestido y maquillaje inspirados en el personaje de Morticia Adams para presentar un show de terror en un canal de la televisión americana. Curiosamente, sería Bela Lugosi quien pidió que ella participara en la película. La actriz aceptó solo porque su carrera se encontraba en su punto más bajo, aunque exigió no tener ninguna línea de diálogo. En cuanto a Bela Lugosi, el actor falleció durante el rodaje de la cinta, por lo que tuvo que ser reemplazado por Thomas R. Mason, un pedicuro e hipnotizador que no se parecía en nada al actor, razón por la cual tuvo que taparse la cara con una capa en todas las escenas en las que participó.

¿Qué es lo que tiene de especial una cinta que a todas luces parece ser uno de los peores bodrios de la historia del cine? Pues precisamente eso. Fue en 1980 cuando en los premios “Golden Turkey” se eligió por votación unánime a “Plan 9 From Outer Space” como la peor película de todos los tiempos. Curiosamente, fue este hecho el que despertó la curiosidad de miles de aficionados al séptimo arte, los cuales comenzaron a desenterrar esta rareza, llevándose una grata sorpresa (en términos de entretención claro está), por lo que se iniciaría todo un movimiento que llevaría a la demanda de más trabajos realizados por Wood, promoviendo que obras que jamás fueron estrenadas vieran la luz.


El título de la peor cinta de la historia, merecido o no, al menos es justificable. Además del error de continuidad provocado por la muerte de Lugosi, nos encontramos con una serie de decorados y efectos especiales mediocres, donde por ejemplo tenemos que la cabina del avión está hecha con cartulina; los decorados de la estación espacial no son más que un par de mesas y sillas, junto con un viejo transmisor; los platillos voladores son llantas de autos que cuelgan de hilos absolutamente visibles; algunas lápidas y cruces están hechas de papel; y existe alternancia entre el día y la noche en una misma escena, entre otras cosas. Además, tanto los diálogos como las actuaciones son risibles, para que decir la historia que de tan ridícula que es, termina transformando a la cinta en una comedia involuntaria totalmente hilarante.

La verdad es que la vida del director es tanto más extraña que sus propias realizaciones. Como se puede ver en la cinta de Tim Burton, “Ed Wood” (1994), el director y guionista era drogadicto, alcohólico, de sexualidad no muy bien definida, fetichista, delirante y se encontraba rodeado de un séquito de personas bastante peculiares, dignos personajes de sus cintas. Luego de su “apogeo” de la mano del género de la ciencia ficción en los cincuenta, Wood sobrevivió escribiendo libretos de films eróticos utilizando seudónimos, y además dirigió algunas cintas softcore y unas cuantas producciones serie Z, casi siempre alcoholizado o bajo los efectos de estimulantes. Algo similar ocurriría con los personajes que lo acompañaban en la vida real, los cuales en su gran mayoría terminaron en la más completa miseria.

Como era de esperarse, la película fue estrenada en 1957 con pésimos resultados. La producción no encontró distribuidores hasta 1959, cuando la D.C.A. la exhibió con el título que todos conocemos. Más allá de los múltiples fallos de su obra, podríamos decir que Wood era un tipo idealista. Aunque los guiones de sus cintas perfectamente podrían haber sido escritos por un niño pequeño, y montadas por un grupo de aficionados sin ninguna experiencia en la materia, para el director eran proyectos a los cuales les daba un tratamiento artístico serio. Esto irónicamente termina por volver más ridículas y divertidas sus cintas. Tanto él como el equipo que participó en sus films, trabajaban con la convicción de que estaban realizando una buena película, aunque sea difícil de creer. “Plan 9 From Outer Space” tiene una serie de características que refuerzan la tesis de que probablemente es la peor película de la historia, sin embargo son estas mismas características las que la convierten en una cinta de frentón graciosa. Cabe preguntarse: ¿Es “Plan 9” la peor película de todos los tiempos? Eso es algo que deben comprobar ustedes mismos.



por Fantomas.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Santa Sangre: Los peligros de integrar una familia disfuncional.

“Santa Sangre” (1989), es un film de terror del director Alejandro Jodorowsky, el cual está protagonizado por Axel Jodorowsky, Blanca Guerra y Guy Stockwell.

Fénix (Axel Jodorowsky) es un joven que se encuentra recluido en un hospital psiquiátrico debido a un trauma que sufrió en la niñez cuando él y su familia trabajaban en el circo. En aquel entonces, Fénix presenció como su padre (Guy Stockwell) mutiló a su madre (Blanca Guerra), quien era una fanática religiosa y la líder de una iglesia llamada “Santa Sangre”, para luego quitarse la vida. Tras escaparse de la institución psiquiátrica, Fénix va en búsqueda de su madre, quien lo empujará a los terrenos de la locura y el horror.



Alejandro Jodorowsky Prullansky es conocido por ser un polifacético artista de origen chileno. Entre sus muchas facetas destacan las de escritor, filósofo, dramaturgo, actor, poeta, director de cine, guionista de cómics, instructor del tarot y psicomago, entre otras cosas. Entre las múltiples disciplinas que practica, su aporte más controvertido es la psicomagia, una técnica que conjuga los ritos chamánicos, el teatro y el psicoanálisis, pretendiendo supuestamente provocar en el paciente una catarsis cuyo objetivo final es la curación personal. Después de estar involucrado en los proyectos fallidos de “Dune” y “Tusk”, Jodorowsky tuvo que esperar nueve años para regresar a la industria cinematográfica. En 1983, Claudio Argento, hermano del afamado realizador italiano Dario Argento, contactó a Jodorowsky con la intención de escribir un guión que posteriormente sería titulado “Santa Sangre”. Sin embargo, pasarían seis años antes de que la dupla pudiese conseguir el financiamiento necesario para llevar a cabo el proyecto. Irónicamente, el dinero que tanto les había costado conseguir se acabó luego de tan solo tres semanas de filmación. Eventualmente sería la llegada de unos productores japoneses lo que permitiría que Jodorowsky y compañía pudiesen terminar el peculiar film que tenían entre manos.

“Santa Sangre” se centra en dos periodos concretos de la vida de un muchacho llamado Fénix que explican el proceso de metamorfosis y sanación al que este se somete durante el transcurso de su existencia. Durante su infancia, Fénix se ve nefastamente influenciado por Orgo, un hombre totalmente machista y autoritario, y por Concha, una fanática religiosa que idolatra a una pequeña niña que fue violada y mutilada por un grupo de narcotraficantes. Sin embargo, el hecho que marcará la vida del muchacho para siempre, será el cruento crimen pasional llevado a cabo por su padre, quien luego de ser castrado por Concha, este procede a mutilarla para posteriormente quitarse la vida. Este horrendo acontecimiento termina arrastrando a Fénix a la más completa locura, razón por la cual durante su adultez se encuentra encerrado en un hospital psiquiátrico, del cual eventualmente escapará para reunirse nuevamente con su madre, con quien entablará una enfermiza relación edípica de mutua dependencia. Es entonces cuando madre e hijo comienzan a realizar un curioso acto artístico; mientras ella canta y baila, Fénix se sitúa cerca de ella y se convierte en las manos de la mujer. El acto continúa al interior de su hogar, donde ambos actúan como una suerte de ventrílocuo y su muñeco, solo que en esta ocasión es el muñeco quien maneja la situación. Guiada por sus creencias y sus torcidos principios, Concha obliga a su hijo a asesinar a todas aquellas mujeres que pudiesen corromperlo a través del sexo, dando rienda suelta a una pesadilla marcada por la sangre y la violencia, cuyo final parece del todo incierto.


Si bien “Santa Sangre” tiene una estructura evidentemente psicoanalítica que pretende relatar el proceso de sanación mental de un protagonista sumamente perturbado, todo esto a través de una serie de imágenes y situaciones de carácter surrealista, la verdad es que varios de los elementos que conforman la historia están influenciados por lo que para entonces era el nuevo descubrimiento de Jodorowsky: el árbol genealógico. De esta forma, a través de una historia cruenta y provocativa, el realizador plantea un estudio exhaustivo de la composición de la familia de origen del protagonista, las disfunciones presentes en ella y las repercusiones de ésta en la vida del afectado. Según el mismo Jodorowsky: “El árbol genealógico actúa sobre nosotros, nos guste o no. La única forma de curarse es estudiar nuestro árbol genealógico y descubrir que estamos repitiendo. ¿Cuándo no estás siendo tú mismo, sino que lo que nuestra familia quiere de ti? ¿Cuándo estás viviendo en el lugar de un difunto? ¿Cuándo estás imitando a alguien de tu familia?”. A raíz de esta cercanía con el árbol genealógico, Jodorowsky no pudo evitar imprimir una serie de anécdotas autobiográficas en el guión, el cual a su vez está plagado de múltiples simbolismos que exhiben una marcada carga emocional.

En su autobiografía titulada “La Danza de la Realidad”, Jodorowsky se encarga de describir a su padre, un inmigrante ruso y un ex-trapecista convertido en comerciante de lencería femenina, como un hombre de instintos lujuriosos y de carácter abusivo, el cual se asemeja bastante al padre del protagonista de la cinta, cuyo totalitarismo lo lleva a tatuar el pecho de un entonces pequeño Fénix, lo que según el director es una clara metáfora de las cicatrices que los padres dejan en la psiquis de sus hijos. Estos y otros componentes autobiográficos de “Santa Sangre” la convierten en una película mucho más personal que las anteriores creaciones del director. Es por este motivo que el hecho de que en esta ocasión Jodorowsky haya decidido trabajar con su esposa y sus hijos es especialmente significativo. Por otro lado, otro factor importante a considerar son los nombres escogidos para los personajes del film. Que el protagonista se llame Fénix, nombre del ave mítica que renace de las cenizas, que su padre se llame Orgo, nombre que según el director hace alusión a la energía sexual y al orgasmo, y que la amiga y eventual salvadora del protagonista se llame Alma, no tiene nada que ver con el azar. Según Jodorowsky: “Con los años comprendí que el nombre y el apellido encierran problemas mentales que son como semillas, de ellos pueden surgir árboles frutales o plantas venenosas”.


Más allá del tema autobiográfico, la pérdida de la inocencia, el fanatismo religioso, la sociedad como herramienta de corrupción y por cliché que parezca, el amor como medio de redención, son algunos de los temas expuestos por el director a través de múltiples simbolismos. El constante juego entre realidad y fantasía, y entre objetivismo y subjetivismo, termina por destruir por completo toda lógica existente en el film, convirtiéndolo en una particular y aterradora experiencia surrealista. Imágenes como aquella que exhibe a un grupo de niños con síndrome de Down consumiendo cocaína, o el peculiar tributo que Jodorowsky le realiza a la lucha libre mexicana, son parte del imaginativo de un director acostumbrado a crear cuadros provocativos con un marcado trasfondo metafórico. A raíz de esto no es de extrañar que los universos creados por el realizador suelen estar plagados de momentos patéticos e irónicos, tiernos y crueles, extraños y cercanos, y repulsivos y atractivos por partes iguales. En esta ocasión el trabajo del director está apoyado por el estupendo trabajo de fotografía de Daniele Nannuzzi, la atmosférica banda sonora del compositor Simon Boswell, y por un elenco compuesto por actores experimentados e intérpretes amateur, quienes en conjunto realizan un gran trabajo personificando a una serie de personajes extraños y oscuros que son un fiel reflejo del mundo en el cual residen.

Si bien “Santa Sangre” ha sido catalogada como un film de terror o como un peculiar exponente del giallo italiano, la verdad es que su naturaleza rupturista impide encasillarla en un género en particular. Y es que la cinta de Jodorowsky se pasea por los terrenos del terror gráfico y psicológico, el surrealismo, el drama y el suspenso, todo esto envuelto en un retorcido humor negro. Como es de esperarse, “Santa Sangre” es una obra difícil de digerir, aún cuando es una de las obras más convencionales del siempre críptico director chileno. Y es que en gran medida, la producción no es más que un ejercicio cinematográfico de lo que Jodorowsky llama psicomagia. Según el mismo artista, la psicomagia se basa en “aprender a hablar el lenguaje del inconsciente para luego, conscientemente, enviarle mensajes”. Los traumas detectados mediante el anteriormente mencionado estudio genealógico, son retomados por el psicomago quien ordenará al paciente realizar un acto netamente simbólico cuya función es reparar el daño original. Por lo tanto, los actos psicomágicos consisten en representar o recrear el trauma o el tabú personal, para finalmente superarlos, que es precisamente lo que intenta llevar a cabo Fénix durante el transcurso del relato, lo que dará como resultado uno de los finales felices más retorcidos de la historia del cine.


por Fantomas.


domingo, 24 de agosto de 2008

Planet of the Apes: En algún lugar del universo debe haber algo mejor que el hombre.

“Planet of the Apes” (1968), es un film de ciencia ficción del director Franklin J. Schaffner, el cual está protagonizado por Charlton Heston, Roddy McDowall, Kim Hunter y Maurice Evans.

Una nave espacial proveniente de la Tierra se estrella en un planeta desconocido. La tripulación de la nave, comandada por el Coronel Taylor (Charlton Heston), escapa antes que la misma se hunda en las profundidades del lago donde amerizó. Los sobrevivientes inician una larga jornada a través de un vasto desierto, pero sus reservas son escasas. A última hora consiguen llegar a una selva donde descubren la existencia de otros seres humanos en estado muy primitivo (sin cultura ni lenguaje, y alimentándose de la naturaleza). Pero pronto los astronautas descubren con horror a la especie inteligente que domina el planeta: los simios.


El cine de ciencia ficción por muchos años fue visto como un género menor, tanto por el público como por los grandes estudios. Desde la década de los treinta hasta fines de los cincuenta, la gran mayoría de las cintas pertenecientes al género se caracterizaban por ser producciones serie B con un escaso presupuesto. No fue hasta el estreno de “2001: A Space Odyssey” (1968) de Stanley Kubrick, que el cine de ciencia ficción comenzó a ser tomado en serio. Ese mismo año se estrenaría “Planet of the Apes”, una de las obras más importantes dentro del género. El mérito de esta cinta se debe a Arthur P. Jacobs, quien decidió comprar los derechos de la poco conocida novela homónima de Pierre Boulle (autor de la también adaptada “El Puente Sobre el Río Kwai"), y luego comenzó una larga batalla con los estudios de Hollywood para concretarlo como proyecto.

El escogido para adaptar la novela fue el escritor Rod Serling, conocido principalmente por la serie “The Twilight Zone”. Su guión fue rechazado por un sinfín de motivos, entre los que se encuentran el excesivo costo que significaba retratar la avanzada tecnología manejada la sociedad de simios descrita en el guión. Debido a esto, el guión fue reescrito por Michael Wilson, quien optó por situar a los simios dentro de una sociedad más primitiva tecnológicamente hablando, rebajando de manera importante los costos de los efectos especiales y la construcción de los sets. Pese a realizar varios cambios, Wilson prefirió conservar el final escrito por Serling, el que eventualmente se transformaría en uno de los finales más impactantes y míticos de la historia del cine. Más allá de los problemas que presentó el guión, la Fox solo le dio luz verde al proyecto tras realizar un piloto con una prueba de maquillaje que hiciera creíbles a los simios. Una vez escogido el elenco, liderado por el actor Charlton Heston, se dio inicio a las filmaciones el 21 de mayo de 1967.

La conformación de una sociedad regida por simios, les permitió a los guionistas realizar un sinnúmero de referencias sociales, políticas y religiosas, de manera satírica, oscura y algo metafórica. Injusticia racial, separación de clases y más de algún prejuicio social, son algunos de los tópicos expuestos por los guionistas. Los simios están divididos socialmente de una manera bastante marcada: los orangutanes de pelaje claro son los líderes, estando en la cima del escalafón social, a los cuales le siguen los chimpancés que son los intelectuales y científicos de la sociedad, y finalmente tenemos a los obreros y soldados, representados por los fieros gorilas. Los humanos ni siquiera cuentan como miembros de esta sociedad, siendo considerados simplemente como bestias, o en el mejor de los casos como mascotas. Estamos frente a una sociedad cerrada que pelea por mantener su status quo, algo que puede quebrantarse con la aparición del humano parlante.

Muy ligado a esto, el guión se encarga de exponer el antiguo conflicto entre la ciencia y la religión. La sociedad simia es altamente religiosa, al punto de que solo tolera a los científicos como un mal necesario, siempre y cuando sus descubrimientos no puedan dinamitar los cimientos del absolutismo religioso y político que han logrado formar con los años. La escena del juicio a Taylor es el ejemplo más claro de esto; los líderes de la sociedad se rehúsan a creer la historia del humano, la cual consideran como una completa herejía, al mismo tiempo que tapan sus bocas, ojos y oídos con sus manos, negándose completamente a aceptar que existe una realidad distinta a la escrita en sus textos sagrados. Los únicos aliados que encontrará Taylor en su camino, serán Zira (Kim Hunter) y Cornelius (Roddy McDowall), una “psicóloga animal” y un arqueólogo respectivamente, quienes ante lo contundente de las pruebas que indican que el hombre puede ser un ser inteligente y que existe algo más tras la “zona prohibida”, erigida como una metáfora de los límites impuestos por una sociedad que le teme a la evolución, deciden enfrentar a sus superiores pese a las consecuencias que esto puede significarles.

Heston es el héroe perfecto, dándole la seguridad al espectador que pese a la difícil situación en la que se encuentra, será capaz de encontrar una solución para salir de ella. Lamentablemente, pareciera ser un personaje con más fuerza que cerebro. Al comienzo, cuando él es incapaz de hablar, es difícil no cuestionarse el hecho del porqué no realiza un esfuerzo por comunicarse de forma no verbal. Eventualmente termina por emplear este método, pero tarda demasiado considerando que se trata de un astronauta entrenado. De la misma forma, se muestra como un tipo sumamente temperamental, que tiende a querer solucionar todo por la vía de la violencia. Sin embargo, resulta interesante la irónico de la situación de Taylor; un hombre que impulsado por su odio a la humanidad se embarcó en este viaje a los confines del universo, ahora está llamado a defenderla con su vida.

El resto de los actores realiza un estupendo trabajo bajo el maravilloso maquillaje diseñado por John Chambers. El director Franklin J. Schaffner mantiene un ritmo narrativo más que adecuado, realizando una esplendida labor pese a su inexperiencia al frente de proyectos de este tipo. Por otro lado, el trabajo de fotografía de Leon Shamroy y la adecuadísima banda sonora compuesta por Jerry Goldsmith, son en gran parte los responsables de la atmósfera tan peculiar que presenta la cinta. Dentro del aspecto temático, que la sociedad simia en algunos aspectos presente similitudes con la existente en la edad media, pero que al mismo tiempo manejen armas de fuego, cámaras fotográficas, y que cuenten con científicos y psicólogos en sus filas, es por lo bajo incongruente. Si bien han sido varios los críticos que han recalcado este punto, la verdad es que al final del día no merma en lo más mínimo la experiencia fílmica que constituye la cinta de Schaffner.

Fue tal el éxito que tuvo la producción, que dio paso a cuatro secuelas y a una serie de televisión durante los años setenta, además del remake realizado por el director Tim Burton en el 2001, y la precuela filmada el 2011. Esto se debe a que estamos frente a una cinta que sirve tanto de entretenimiento, como de reflexión científica y sociológica. En gran medida, el relato es producto absoluto de la época en que fue concebida, ya que incluye temas como el de la desconfianza en el prójimo, la amenaza latente de la extinción del hombre producto de su propia locura, el espíritu de rebeldía reinante en la juventud de los sesenta, y la lucha existente contra un sistema corrupto y represivo. "Planet of the Apes" es un clásico indiscutido dentro del vapuleado género de la ciencia ficción, cuyo mensaje sigue estando vigente hasta el día de hoy. En una sociedad que está siendo llevada a su propia destrucción por los vicios y la ambición del hombre, da para pensar si tal vez los simios lo harían mejor.



por Fantomas.

domingo, 17 de agosto de 2008

My Neighbor Totoro: Bienvenidos al maravilloso mundo de Hayao Miyazaki.

“My Neighbor Totoro” (1988), es un film de animación japonesa escrito y dirigido por Hayao Miyazaki y producido por los estudios Ghibli.

Japón, 1958. Un profesor universitario se muda junto a sus dos hijas a una casa cerca de un bosque mientras su mujer se recupera de tuberculosis en un hospital rural. Las dos niñas, Satsuki de once años y Mei de cuatro, tropiezan con un espíritu del bosque llamado Totoro, con el que entablan amistad. Un día, un telegrama es recibido por Satsuki en el cual se le pide comunicarse con urgencia al hospital en el que se encuentra su madre. La pequeña Mei desesperada, parte rumbo al hospital para entregarle una mazorca a su madre, extraviándose. Todos los vecinos cooperan en la búsqueda, la que no tiene un resultado positivo, temiéndose lo peor. Es entonces cuando Satsuki decide recurrir a Totoro para que la ayude a encontrar a su hermana.


Nacido en 1941 en la cuidad de Tokio, Japón, el director, animador, guionista y productor Hayao Miyazaki comenzó su carrera como animador en 1963 en el estudio Toei Douga. Su padre era un aficionado acérrimo al séptimo arte, razón por la cual Miyazaki se crió viendo cintas de directores como Yasujiro Ozu, Vittorio De Sica, Andrzej Wajda y Robert Bresson. Pero no fue hasta que vio a la heroína de la primera película de animación japonesa, “The Legend of White Snake” (1958), que comenzó a albergar el deseo de transmitirles esa experiencia a las nuevas generaciones. Miyazaki es uno de los directores más prolijos de la historia del cine, y aunque esto es sumamente discutible, es difícil no expresar un incontenible entusiasmo por la obra del director, la cual contiene una riqueza técnica, emocional y conceptual por partes iguales.

“My Neighbor Totoro” es la historia de dos niñas que en compañía de su padre, un profesor universitario de arqueología, se mudan a una casa en la zona rural cerca de la ciudad de Tokorozawa durante la década de los cincuenta. La razón por la cual ellos se trasladan a esta nueva casa, es la cercanía que esta tiene con el hospital donde está internada su madre, la cual tiene una enfermedad que no es mencionada durante todo el transcurso de la cinta. La naturaleza de la afección de la madre de la familia solo es revelada en la novelización de la película. Este es el elemento más autobiográfico del film, debido Miyazaki vivió en la prefectura de Saitama en Tokorozawa durante su infancia, y su madre sufrió de tuberculosis espinal, lo que la mantuvo postrada desde 1947, luego de tener su cuarto hijo hasta 1955. Los primeros años de su enfermedad los pasó internada en un hospital, pero eventualmente pudo regresar a casa en compañía de una enfermera. Es por esta razón que no es tan descabellado decir que posiblemente esta es la película más personal del director.

Desde el momento en que Satsuki y Mei comienzan a explorar su nueva casa, se pueden observar ciertas dosis de magia y misterio con la presentación de unas pequeñas criaturas negras llamadas “Makkuro Kurosuke” o “Duendes de polvo”. Más adelante en la historia, cuando Mei descubre el camino encantado que se encuentra en el jardín de su casa (lo que recuerda en cierta forma a “Alicia en el país de las maravillas” de Lewis Carroll), conocerá a Totoro, que es el nombre que ella utiliza para designar a un Troll de los que ella ve en los cuentos, y que quizás es solo obra de su viva imaginación. La criatura es una mezcla entre un oso, un conejo, y un búho, y salió por completo de la imaginación de Miyazaki. Él ha señalado que Totoro es un “espíritu de la naturaleza”, negando al mismo tiempo todo tipo de connotaciones religiosas, enfocándose en la idea de que Totoro es un habitante del mundo de los niños, razón por la cual solo ellos pueden verlo a él y a los otros espíritus. Esto establece que estos espíritus, tal vez imaginarios, no son más que una vía de escape a las dificultades por las que están pasando las niñas. Esto va muy de la mano con la época en la que se desarrolla la historia, donde la televisión aún no llegaba a los hogares y los pequeños jugaban más tiempo al aire libre, echando a correr su imaginación.

En el plano más humano, la ausencia de la madre obliga al resto de los integrantes de la familia a redistribuir las tareas cotidianas entre ellos. Es así como Satsuki y Mei deben ayudar a su padre a cocinar, realizar el aseo de la casa, y cuidarse entre ellas. Estas tareas las asumirán de la mejor manera posible, entregándose alegremente a ellas, dejando en claro que el verdadero problema consiste en sobrellevar la carencia de lazos afectivos maternos. Esto implica un crecimiento personal, tanto por parte de las niñas, como del mismo padre, los cuales establecerán un lazo aún más fuerte como respuesta a la difícil situación en la que se encuentran. Incluso en algún momento de la película se especula con la posible muerte de la madre, dando cuenta de que pese a ser una película para niños no está exenta de momentos amargos.

De la misma forma, existe una celebración de la naturaleza y del gentil espíritu que la representa, donde la existencia de Totoro y su relación con las niñas implica una necesidad de coexistencia. Miyazaki ha sido nombrado en variadas ocasiones como un director ecologista, definición a medias acertada. El realizador muestra una clara admiración y un cierto grado de nostalgia por la naturaleza, la cual ha visto desaparecer junto con el crecimiento industrial de Japón. Pese a que el director niega la existencia de todo tipo de mensajes religiosos en esta cinta, es imposible no vislumbrar cierta cercanía al shintoismo y sus rituales, es decir, la visión de la naturaleza como cuna de poderes sobrenaturales (los cuales están representados por Totoro), constante que se mantiene en prácticamente todas las películas de Miyazaki.

Las cintas de Hayao Miyazaki ofrecen una riqueza visual inigualable, la cual en esta ocasión es acompañada por la hermosa banda sonora compuesta por Joe Hisaishi, colaborador habitual del director. “My Neighbor Totoro” es un viaje a la infancia de Miyazaki (donde probablemente el pequeño y tímido Kanta sea ni más ni menos que el mismísimo realizador); un lugar inocente, dominado por la imaginación, donde la naturaleza y el hombre viven en perfecta armonía. Una historia donde además el director aprovecha de enseñarnos algunas costumbres y creencias de su cultura, además de exponer la importancia de la familia y sus valores. Pese a ser en un principio una película para niños, la cinta de Miyazaki es recomendable para todo tipo de espectadores dada la capacidad del director para transportarnos al maravilloso mundo infantil, logrando que añoremos aquellos días en que nuestra imaginación e inocencia nos hacían pensar de que no existían los imposibles.




por Fantomas.

miércoles, 13 de agosto de 2008

The Abominable Snowman: La aventura de Peter Cushing en los Himalayas.

“The Abominable Snowman” (1957), es un film de terror y aventuras del director Val Guest, el cual está protagonizado por Peter Cushing y Forrest Tucker.

En una remota región del Himalaya, el doctor en botánica John Rollason (Peter Cushing) decide formar parte en una expedición que espera encontrar al legendario Yeti. Tras establecer el campo base, los integrantes de la expedición son atacados por una enorme bestia de origen desconocido. Ante el creciente descontrol del grupo de exploradores, Rollason no solo comienza a creer en la existencia del Yeti, sino que además postula que la bestia es capaz de adentrarse en los rincones más recónditos de la mente humana.


En el año 1954, el periódico británico Daily Mail promocionó una expedición conformada por siete exploradores, cuyo objetivo era develar los misterios que ocultaba la figura del mítico hombre de las nieves. Los científicos y los técnicos que conformaban la expedición, junto con los guías Sherpas que los acompañaban, pasaron dieciséis semanas en el Tíbet, siguiendo un rastro que comenzaba en Katmandú y que terminaba en una localidad llamada Namche Bazaar. En el camino, los aventureros se toparon con una serie de curiosas huellas de nueve pulgadas de largo y cinco de ancho, las cuales en su mayoría se concentraban en los terrenos cercanos al monte Everest. Eventualmente, el líder de la expedición y corresponsal del Daily Mail, Ralph Izzard, describiría sus descubrimientos en un libro titulado “The Abominable Snowman Adventure”. Intrigado por la historia de Izzard y sus compañeros, el escritor y guionista Nigel Kneale, quien había adquirido cierta popularidad gracias al lanzamiento de la serie de televisión “The Quatermass Experiment” (1953), escribió el guión de un telefilme para la BBC titulado “The Creature”, el cual sería protagonizado por Peter Cushing y dirigido por Rudolph Cartier.

El 2 de Noviembre de 1956, la productora Hammer Films compró los derechos de la historia de Kneale, con la intención de capitalizar el interés generado en la sociedad británica por el anuncio de una segunda expedición al Tíbet. La producción que originalmente llevaría por título “The Snow Creature”, sería dirigida por Val Guest, quien desde un principio se mostraría entusiasmado con el proyecto. En cuanto a la selección del elenco participante, tanto Peter Cushing como Wolfe Morris y Arnold Marle, retomarían los roles que interpretaron en el telefilme de la BBC. Stanley Baker en cambio, quien en la producción televisiva había interpretado al calculador Tom Friend, fue reemplazado por el actor Forrest Tucker, quien había trabajado anteriormente con Guest en “Break in the Circle” (1955). Durante el mes de Enero de 1957, el director junto al equipo de filmación y un grupo de dobles, rodó una serie de escenas en los Pirineos Franceses, para posteriormente regresar a los estudios Pinewood donde rodó el resto del film. Cabe mencionar que Nigel Kneale quedó muy satisfecho con el resultado de la producción. Según el guionista: “Sabía que no tenía caso preocuparme por los efectos especiales, porque aquí no eran necesarios. Lo que si me preocupaba era la credibilidad del relato. Ahora, Peter Cushing era un perfeccionista. No solo se cuestionaba lo que estaba haciendo, sino que además exigía una respuesta satisfactoria. Luego en base a esa respuesta, él hacía todo lo posible por convencer al espectador que se estaba enfrentando a un monstruo, por lo que terminaba materializando a ese monstruo”.

En “The Abominable Snowman” el protagonista es el doctor en botánica John Rollason, quien está decidido a descubrir alguna evidencia de la existencia del mítico hombre de las nieves, el cual cree que es una mutación de la raza prehistórica de primates que según Darwin originó la raza humana. Con este noble objetivo en mente, Rollason se une a una expedición liderada por un hombre llamado Tom Friend, quien asegura haber encontrado evidencias de la presencia del Yeti en las cercanías de un milenario monasterio tibetano. A medida que la historia progresa, Friend revela ser un traficante de armas, cuyo único objetivo es capturar a la criatura para explotarla comercialmente. Motivado por sus ansías de conocimiento y condicionado por el hecho de que solo Friend sabe dónde se encuentran escondidos algunos suministros necesarios para su sobrevivencia, a Rollason no le queda más remedio que colaborar con él pese a la desconfianza que le provoca. La situación empeora aún más cuando su campamento es atacado por lo que parece ser un Yeti, lo que no solo provoca que los guías que los acompañaban huyan despavoridos, sino que además termina provocándole un infarto cardiaco a uno de los integrantes de la expedición, mientras que otro no puede evitar perder por completo la cordura ante la situación a la que se ven expuestos. Ante la posibilidad de que la criatura posee una inteligencia superior a la del ser humano, Rollason y el resto de los integrantes de la expedición se ven obligados a refugiarse en una cueva, desde donde darán inicio a una peculiar batalla en la que el hombre parece correr con desventaja.

“The Abominable Snowman” más allá de ser una historia sobre la peligrosa aventura que emprenden un grupo de desconocidos, es el relato de la relación entre dos hombres igualmente apasionados, que poseen una visión diametralmente opuesta de la vida, lo que los lleva a tener diferencias irreconciliables. Mientras que John Rollason, quien al comienzo del film se encuentra estudiando un extraño tipo de planta al interior de un templo budista junto a su esposa (Maureen Connell), es un inteligente hombre de ciencia que se caracteriza por ser tranquilo y carismático, Tom Friend es un tipo rudo y grosero, cuyas motivaciones son completamente egoístas, razón por la cual todas las personas que lo rodean eventualmente se convierten en el medio para conseguir el fin que tanto busca. Siguiendo la filosofía de Kneale, quien mediante esta historia de terror y aventuras buscaba plantear temas sociológicos profundos, Guest utiliza la relación existente entre Rollason y Friend para ejemplificar la veta autodestructiva del hombre. Y es que son las obsesiones y las ambiciones de la dupla protagónica, las que finalmente arrastran a todos los miembros de la expedición a una vorágine de muerte y locura que cambiará sus vidas para siempre. “Los salvajes somos nosotros”, asegura Rollason una vez que logra regresar a casa, infiriendo que el único monstruo al que se enfrentó durante su fallida aventura yacía en el interior de sus propios compañeros.

En cuanto a las actuaciones, la totalidad del elenco realiza un trabajo espectacular, en especial Peter Cushing y Forrest Tucker, quienes al interpretar con sobriedad sus respectivos papeles logran otorgarle una marcada credibilidad al relato. En cuanto al aspecto técnico de la producción, no solo resulta destacable el magnífico trabajo de fotografía de Arthur Grant, sino que también la correcta banda sonora del compositor Humphrey Searle, y el atractivo diseño de producción de Bernard Robinson. Cabe mencionar que gran parte de los sets que construyó Robinson para esta producción, varios años más tarde serían utilizados en el ciclo de cintas de Fu Manchú protagonizadas por Christopher Lee. Por otro lado, es necesario destacar la labor de Val Guest, quien de manera inteligente mantiene entre las sombras a la figura del Yeti durante gran parte del film, mediante la utilización de diversos ángulos de cámara que en ocasiones se centran en las reacciones de los personajes ante el inminente ataque de la bestia. Esto no solo dota al relato de una marcada atmósfera de suspenso, sino que también permitió que gran parte del presupuesto con el que contaba la producción fuese destinado a la construcción de los sets, y no a la fabricación de efectos especiales pensados para darle vida al mítico monstruo.

Además de todo lo antes mencionado, las extremas condiciones ambientales, las incesantes corrientes de viento, y las gélidas montañas que forman parte del escenario donde transcurre el relato, crean una impresionante sensación de claustrofobia y desolación que es percibida tanto por los protagonistas como por el mismo espectador. Quizás el único aspecto criticable del film, es la inclusión de una subtrama que involucra a la esposa de Rollason, la cual no solo carece por completo de importancia, sino que además por momentos tiende a ralentizar el estupendo ritmo narrativo que posee la cinta. En definitiva, “The Abominable Snowman” termina siendo una película sumamente entretenida, la cual bien podría ser considerada como una de las producciones más memorables de la llamada Casa del Martillo, en gran medida gracias a que el aspecto narrativo y argumental de la misma, se conjuga de manera perfecta con las espléndidas actuaciones de la dupla protagónica, y con el atractivo apartado artístico de esta peculiar aventura en los Himalayas.




por Fantomas.

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