lunes, 27 de octubre de 2008

Plan 9 From Outer Space: Oficialmente la "peor película de la historia"

Plan 9 From Outer Space” (1959), es un film de ciencia ficción escrito, producido y dirigido por Edward D.Wood Jr., el cual está protagonizado por Bela Lugosi, Vampira y Lyle Talbot.

Unos extraterrestres ponen en marcha el Plan 9 para convertir cadáveres en zombies asesinos. La razón es que los humanos ponen el equilibrio de la galaxia en peligro con sus invenciones bélicas, concretamente con la bomba atómica y la “solaronite”, un explosivo que todavía no han inventado y que destruirá el sol y el resto de la galaxia.


Durante la década de los cincuenta comenzarían a definirse las raíces de la ahora gigantesca industria cinematográfica norteamericana. Ese periodo estuvo marcado por la aparición de la moda de los autocines, lo que expandía de gran manera la cantidad de salas de cine instaladas, generando un consumo masivo de films en especial por parte de los adolescentes. Este crecimiento de la industria dio como fruto una serie de cintas serie B, las cuales carecían de estrellas o presupuesto, y cuyas temáticas por lo general estarían ligadas al terror, la ciencia ficción y otros géneros menores que no tenían cabida en los grandes estudios. El año 1956 se destacaría por ser uno de los “mejores” para el cine de bajo presupuesto. Ese año verían la luz películas “divertidamente malas” como por ejemplo “The Phantom From 10.000 Leagues” y “The Indestructible Man”, entre otras. Sin embargo, sería Ed Wood quien dirigiría la obra maestra del cine casero y de mal gusto, la infame “Plan 9 From Outer Space”.

En noviembre de aquel año, Wood empezó a filmar en un viejo cementerio de Sacramento antes de que este fuera cubierto por edificios, lo que en ese entonces se titulaba “Grave Robbers From Outer Space”. Ed Wood encontró financiamiento para este proyecto en la iglesia baptista de Beverly Hills. El fiel J. Edward Reynolds y el Reverendo Lyn Lemon lo financiaron con la idea de que con el dinero que ganarían con el film de Wood, les daría la oportunidad de producir cintas religiosas (al parecer no conocían los trabajos anteriores del director). Como condición para recibir el dinero, todo el equipo participante en la filmación tuvo que ser bautizado en una piscina. Junto con esto, Reynolds impuso al actor Gregory Walcott para uno de los papeles protagónicos, lo que la verdad poco le importó a Wood.

Además de Walcott, en la cinta trabajan un grupo de pintorescos personajes entre los que se encuentran el mismo Reynolds, el Reverendo Lemon, Criswell, el famoso vidente que presagió el asesinato de John F. Kennedy, John Breckinridge, un famoso transexual y excéntrico millonario descendiente de un vicepresidente de los Estados Unidos, y Maila Nurmi, más conocida como Vampira, una actriz y modelo que utilizaba un vestido y maquillaje inspirados en el personaje de Morticia Adams para presentar un show de terror en un canal de la televisión americana. Curiosamente, sería Bela Lugosi quien pidió que ella participara en la película. La actriz aceptó solo porque su carrera se encontraba en su punto más bajo, aunque exigió no tener ninguna línea de diálogo. En cuanto a Bela Lugosi, el actor falleció durante el rodaje de la cinta, por lo que tuvo que ser reemplazado por Thomas R. Mason, un pedicuro e hipnotizador que no se parecía en nada al actor, razón por la cual tuvo que taparse la cara con una capa en todas las escenas en las que participó.

¿Qué es lo que tiene de especial una cinta que a todas luces parece ser uno de los peores bodrios de la historia del cine? Pues precisamente eso. Fue en 1980 cuando en los premios “Golden Turkey” se eligió por votación unánime a “Plan 9 From Outer Space” como la peor película de todos los tiempos. Curiosamente, fue este hecho el que despertó la curiosidad de miles de aficionados al séptimo arte, los cuales comenzaron a desenterrar esta rareza, llevándose una grata sorpresa (en términos de entretención claro está), por lo que se iniciaría todo un movimiento que llevaría a la demanda de más trabajos realizados por Wood, promoviendo que obras que jamás fueron estrenadas vieran la luz.


El título de la peor cinta de la historia, merecido o no, al menos es justificable. Además del error de continuidad provocado por la muerte de Lugosi, nos encontramos con una serie de decorados y efectos especiales mediocres, donde por ejemplo tenemos que la cabina del avión está hecha con cartulina; los decorados de la estación espacial no son más que un par de mesas y sillas, junto con un viejo transmisor; los platillos voladores son llantas de autos que cuelgan de hilos absolutamente visibles; algunas lápidas y cruces están hechas de papel; y existe alternancia entre el día y la noche en una misma escena, entre otras cosas. Además, tanto los diálogos como las actuaciones son risibles, para que decir la historia que de tan ridícula que es, termina transformando a la cinta en una comedia involuntaria totalmente hilarante.

La verdad es que la vida del director es tanto más extraña que sus propias realizaciones. Como se puede ver en la cinta de Tim Burton, “Ed Wood” (1994), el director y guionista era drogadicto, alcohólico, de sexualidad no muy bien definida, fetichista, delirante y se encontraba rodeado de un séquito de personas bastante peculiares, dignos personajes de sus cintas. Luego de su “apogeo” de la mano del género de la ciencia ficción en los cincuenta, Wood sobrevivió escribiendo libretos de films eróticos utilizando seudónimos, y además dirigió algunas cintas softcore y unas cuantas producciones serie Z, casi siempre alcoholizado o bajo los efectos de estimulantes. Algo similar ocurriría con los personajes que lo acompañaban en la vida real, los cuales en su gran mayoría terminaron en la más completa miseria.

Como era de esperarse, la película fue estrenada en 1957 con pésimos resultados. La producción no encontró distribuidores hasta 1959, cuando la D.C.A. la exhibió con el título que todos conocemos. Más allá de los múltiples fallos de su obra, podríamos decir que Wood era un tipo idealista. Aunque los guiones de sus cintas perfectamente podrían haber sido escritos por un niño pequeño, y montadas por un grupo de aficionados sin ninguna experiencia en la materia, para el director eran proyectos a los cuales les daba un tratamiento artístico serio. Esto irónicamente termina por volver más ridículas y divertidas sus cintas. Tanto él como el equipo que participó en sus films, trabajaban con la convicción de que estaban realizando una buena película, aunque sea difícil de creer. “Plan 9 From Outer Space” tiene una serie de características que refuerzan la tesis de que probablemente es la peor película de la historia, sin embargo son estas mismas características las que la convierten en una cinta de frentón graciosa. Cabe preguntarse: ¿Es “Plan 9” la peor película de todos los tiempos? Eso es algo que deben comprobar ustedes mismos.



por Fantomas.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Santa Sangre: Los peligros de integrar una familia disfuncional.

“Santa Sangre” (1989), es un film de terror del director Alejandro Jodorowsky, el cual está protagonizado por Axel Jodorowsky, Blanca Guerra y Guy Stockwell.

Fénix (Axel Jodorowsky) es un joven que se encuentra recluido en un hospital psiquiátrico debido a un trauma que sufrió en la niñez cuando él y su familia trabajaban en el circo. En aquel entonces, Fénix presenció como su padre (Guy Stockwell) mutiló a su madre (Blanca Guerra), quien era una fanática religiosa y la líder de una iglesia llamada “Santa Sangre”, para luego quitarse la vida. Tras escaparse de la institución psiquiátrica, Fénix va en búsqueda de su madre, quien lo empujará a los terrenos de la locura y el horror.



Alejandro Jodorowsky Prullansky es conocido por ser un polifacético artista de origen chileno. Entre sus muchas facetas destacan las de escritor, filósofo, dramaturgo, actor, poeta, director de cine, guionista de cómics, instructor del tarot y psicomago, entre otras cosas. Entre las múltiples disciplinas que practica, su aporte más controvertido es la psicomagia, una técnica que conjuga los ritos chamánicos, el teatro y el psicoanálisis, pretendiendo supuestamente provocar en el paciente una catarsis cuyo objetivo final es la curación personal. Después de estar involucrado en los proyectos fallidos de “Dune” y “Tusk”, Jodorowsky tuvo que esperar nueve años para regresar a la industria cinematográfica. En 1983, Claudio Argento, hermano del afamado realizador italiano Dario Argento, contactó a Jodorowsky con la intención de escribir un guión que posteriormente sería titulado “Santa Sangre”. Sin embargo, pasarían seis años antes de que la dupla pudiese conseguir el financiamiento necesario para llevar a cabo el proyecto. Irónicamente, el dinero que tanto les había costado conseguir se acabó luego de tan solo tres semanas de filmación. Eventualmente sería la llegada de unos productores japoneses lo que permitiría que Jodorowsky y compañía pudiesen terminar el peculiar film que tenían entre manos.

“Santa Sangre” se centra en dos periodos concretos de la vida de un muchacho llamado Fénix que explican el proceso de metamorfosis y sanación al que este se somete durante el transcurso de su existencia. Durante su infancia, Fénix se ve nefastamente influenciado por Orgo, un hombre totalmente machista y autoritario, y por Concha, una fanática religiosa que idolatra a una pequeña niña que fue violada y mutilada por un grupo de narcotraficantes. Sin embargo, el hecho que marcará la vida del muchacho para siempre, será el cruento crimen pasional llevado a cabo por su padre, quien luego de ser castrado por Concha, este procede a mutilarla para posteriormente quitarse la vida. Este horrendo acontecimiento termina arrastrando a Fénix a la más completa locura, razón por la cual durante su adultez se encuentra encerrado en un hospital psiquiátrico, del cual eventualmente escapará para reunirse nuevamente con su madre, con quien entablará una enfermiza relación edípica de mutua dependencia. Es entonces cuando madre e hijo comienzan a realizar un curioso acto artístico; mientras ella canta y baila, Fénix se sitúa cerca de ella y se convierte en las manos de la mujer. El acto continúa al interior de su hogar, donde ambos actúan como una suerte de ventrílocuo y su muñeco, solo que en esta ocasión es el muñeco quien maneja la situación. Guiada por sus creencias y sus torcidos principios, Concha obliga a su hijo a asesinar a todas aquellas mujeres que pudiesen corromperlo a través del sexo, dando rienda suelta a una pesadilla marcada por la sangre y la violencia, cuyo final parece del todo incierto.


Si bien “Santa Sangre” tiene una estructura evidentemente psicoanalítica que pretende relatar el proceso de sanación mental de un protagonista sumamente perturbado, todo esto a través de una serie de imágenes y situaciones de carácter surrealista, la verdad es que varios de los elementos que conforman la historia están influenciados por lo que para entonces era el nuevo descubrimiento de Jodorowsky: el árbol genealógico. De esta forma, a través de una historia cruenta y provocativa, el realizador plantea un estudio exhaustivo de la composición de la familia de origen del protagonista, las disfunciones presentes en ella y las repercusiones de ésta en la vida del afectado. Según el mismo Jodorowsky: “El árbol genealógico actúa sobre nosotros, nos guste o no. La única forma de curarse es estudiar nuestro árbol genealógico y descubrir que estamos repitiendo. ¿Cuándo no estás siendo tú mismo, sino que lo que nuestra familia quiere de ti? ¿Cuándo estás viviendo en el lugar de un difunto? ¿Cuándo estás imitando a alguien de tu familia?”. A raíz de esta cercanía con el árbol genealógico, Jodorowsky no pudo evitar imprimir una serie de anécdotas autobiográficas en el guión, el cual a su vez está plagado de múltiples simbolismos que exhiben una marcada carga emocional.

En su autobiografía titulada “La Danza de la Realidad”, Jodorowsky se encarga de describir a su padre, un inmigrante ruso y un ex-trapecista convertido en comerciante de lencería femenina, como un hombre de instintos lujuriosos y de carácter abusivo, el cual se asemeja bastante al padre del protagonista de la cinta, cuyo totalitarismo lo lleva a tatuar el pecho de un entonces pequeño Fénix, lo que según el director es una clara metáfora de las cicatrices que los padres dejan en la psiquis de sus hijos. Estos y otros componentes autobiográficos de “Santa Sangre” la convierten en una película mucho más personal que las anteriores creaciones del director. Es por este motivo que el hecho de que en esta ocasión Jodorowsky haya decidido trabajar con su esposa y sus hijos es especialmente significativo. Por otro lado, otro factor importante a considerar son los nombres escogidos para los personajes del film. Que el protagonista se llame Fénix, nombre del ave mítica que renace de las cenizas, que su padre se llame Orgo, nombre que según el director hace alusión a la energía sexual y al orgasmo, y que la amiga y eventual salvadora del protagonista se llame Alma, no tiene nada que ver con el azar. Según Jodorowsky: “Con los años comprendí que el nombre y el apellido encierran problemas mentales que son como semillas, de ellos pueden surgir árboles frutales o plantas venenosas”.


Más allá del tema autobiográfico, la pérdida de la inocencia, el fanatismo religioso, la sociedad como herramienta de corrupción y por cliché que parezca, el amor como medio de redención, son algunos de los temas expuestos por el director a través de múltiples simbolismos. El constante juego entre realidad y fantasía, y entre objetivismo y subjetivismo, termina por destruir por completo toda lógica existente en el film, convirtiéndolo en una particular y aterradora experiencia surrealista. Imágenes como aquella que exhibe a un grupo de niños con síndrome de Down consumiendo cocaína, o el peculiar tributo que Jodorowsky le realiza a la lucha libre mexicana, son parte del imaginativo de un director acostumbrado a crear cuadros provocativos con un marcado trasfondo metafórico. A raíz de esto no es de extrañar que los universos creados por el realizador suelen estar plagados de momentos patéticos e irónicos, tiernos y crueles, extraños y cercanos, y repulsivos y atractivos por partes iguales. En esta ocasión el trabajo del director está apoyado por el estupendo trabajo de fotografía de Daniele Nannuzzi, la atmosférica banda sonora del compositor Simon Boswell, y por un elenco compuesto por actores experimentados e intérpretes amateur, quienes en conjunto realizan un gran trabajo personificando a una serie de personajes extraños y oscuros que son un fiel reflejo del mundo en el cual residen.

Si bien “Santa Sangre” ha sido catalogada como un film de terror o como un peculiar exponente del giallo italiano, la verdad es que su naturaleza rupturista impide encasillarla en un género en particular. Y es que la cinta de Jodorowsky se pasea por los terrenos del terror gráfico y psicológico, el surrealismo, el drama y el suspenso, todo esto envuelto en un retorcido humor negro. Como es de esperarse, “Santa Sangre” es una obra difícil de digerir, aún cuando es una de las obras más convencionales del siempre críptico director chileno. Y es que en gran medida, la producción no es más que un ejercicio cinematográfico de lo que Jodorowsky llama psicomagia. Según el mismo artista, la psicomagia se basa en “aprender a hablar el lenguaje del inconsciente para luego, conscientemente, enviarle mensajes”. Los traumas detectados mediante el anteriormente mencionado estudio genealógico, son retomados por el psicomago quien ordenará al paciente realizar un acto netamente simbólico cuya función es reparar el daño original. Por lo tanto, los actos psicomágicos consisten en representar o recrear el trauma o el tabú personal, para finalmente superarlos, que es precisamente lo que intenta llevar a cabo Fénix durante el transcurso del relato, lo que dará como resultado uno de los finales felices más retorcidos de la historia del cine.


por Fantomas.


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