jueves, 6 de diciembre de 2007

Triad Election: El poder tiene un alto costo.

“Triad Election” (2006), es un drama criminal del director Johnny To, el cual está protagonizado por Simon Yam y Louis Koo.

Cada dos años, la triada Wo Shing escoge a un presidente para que lidere los grupos que la conforman. Sin embargo, el líder actual, Lam Lok (Simon Yam), no está dispuesto a abandonar su cargo, por lo que empieza a barajar opciones para mantener su posición de poder. Lamentablemente para sus pretensiones, tendrá que enfrentarse a Jimmy Lee (Louis Koo), un joven gánster con un M.B.A que comienza a captar la atención de los cabecillas de la tríada.


Tras filmar “Election” (2005), el director hongkonés Johnny To rápidamente se lanzó a la tarea de realizar una secuela titulada “Triad Election”, cuya historia transcurre dos años después de los hechos relatados en el primer film. En esta ocasión, Lam Lok es el presidente de la Sociedad Wo Shing, mientras que Jimmy, quien era un personaje de bastante menor importancia en la primera entrega, ha prosperado al punto que es he visto como uno de los candidatos para ocupar el puesto de Lok. Sin embargo, lo único que Jimmy desea es abandonar la sociedad para establecer un negocio legítimo. Además de los dos protagonistas, existen otros candidatos entre los que se encuentran el irascible Kun (Ka Yung Lam), quien no ha ocultado sus deseos de llegar al poder, y Jet (Nick Cheung), el mejor de los asesinos de Lok, quien ha sido controlado por años con la promesa que será el próximo en ocupar la silla del presidente. El hecho desencadenante de los conflictos de la trama es la negativa de Lok de abandonar el poder, pese a estar consciente que con dicha decisión no solo desafía todas las tradiciones de la Sociedad, sino que además provocará un serio conflicto interno.

Si con “Election” Johnnie To no había logrado expresarle al espectador su marcado desprecio por la cultura de las triadas existente en Hong Kong, con esta cinta se preocupa de disipar todas las dudas al respecto. Tal y como lo había hecho en la primera entrada de este díptico, el director vuelve a retratar a las organizaciones criminales hongkonesas como grupos sin ningún sentido del honor, cuya única motivación es su codicia y sus ansías de poder, aún cuando en la superficie se comporten como importantes empresarios dotados de modales y decoro. De hecho, es tal la repulsión que le provocan los integrantes de dichas entidades marginales, que el realizador se preocupa de retratarlos como personajes castrados a distintos niveles, lo que los convierte en simple marionetas dominadas por su propia paranoia y su incontrolable ambición. Lo que resulta aún más corrosivo, es la descripción que To realiza de la relación cordial existente entre las tríadas y el Gobierno Chino. Esta potente crítica social, llevó a que el Gobierno Chino interviniera en la producción y exigiera la edición de algunas escenas que precisamente hacían hincapié en las concesiones que ellos hacían con el mundo criminal.


Pese a la presión ejercida por el gobierno, To se las arregla para evidenciar la sociedad existente entre las entidades gubernamentales y las organizaciones criminales. Según el director, el gobierno chino prefiere hacer la vista gorda con respecto a las actividades delictuales de las triadas, con el fin de mantener una suerte de equilibrio que permita que la sociedad no se sumerja en el caos que provocaría una guerra entre la policía y las triadas. Los alcances del trato implícito existente entre el gobierno y los criminales, queda explicitado cuando Jimmy intenta establecer un negocio legítimo. Será un agente de la policía quien le advierte que de no ser él quien salga elegido como el nuevo presidente de la Sociedad, será mejor que se olvide de comenzar cualquier tipo de negocio, ya sea legal o ilegal. La corrupción es un mal patente, así como también es innegable la existencia de una constante negociación entre ambos bandos, donde la sociedad queda a expensas de los convenios que estos logren.

Por otro lado, si bien “Triad Election” es una secuela, el director opta por cambiar algunas cosas que dejó explicitadas en la primera entrega. Si es que alguno de los personajes de “Election” presentaba algún dejo de honorabilidad, en esta ocasión gran parte de los protagonistas se caracterizan precisamente por lo contrario. Es por este mismo motivo que Lok se presenta como alguien completamente amoral, cuyo sentido del honor ha desaparecido por completo a causa de la paranoia y la codicia sin límites que ahora lo domina. En lo que respecta a Jet, quien era el único personaje de la primera cinta que presentaba un marcado sentido de la lealtad y el honor que supuestamente caracteriza a las triadas, en esta ocasión queda reducido a un tipo cuya ambición no le ha permitido darse cuenta que tan solo es un peón en un juego mucho más importante, en el cual no tiene un futuro demasiado prometedor.

Es común en el cine de To que la naturaleza de la sociedad/organización que está siendo retratada por el director, se refleje en la fotografía y en la selección de los escenarios. Esto mismo sucede en esta ocasión, donde gran parte de la acción se desarrolla en escenarios poco iluminados con una marcada atmósfera pesimista. En el ámbito temático, el director decide centrarse en las políticas internas de las triadas (las alianzas cambiantes y la rotación en el poder de sus integrantes), más que en las actividades delictuales de las mismas. Por este mismo motivo el realizador le da una gran importancia al diálogo, al uso de la corporalidad, y a los silencios, lo que no significa que de todas formas incluya un par de escenas de acción bastante gráficas y brutales, con el fin de que la trama no se torne demasiado pesada. En lo que a las actuaciones se refiere, el elenco realiza un estupendo trabajo, en especial Simon Yam quien interpreta a un villano en toda su regla. La banda sonora por su parte, compuesta por Robert Ellis-Geiger, según las palabras del mismo director, busca complementar el mensaje que él intenta comunicar, el cual hace referencia al miedo al futuro que experimentan los protagonistas, lo que al final del día termina dirigiendo cada una de sus acciones.

Básicamente, “Triad Election” es una cinta interesante que se adentra en el peligroso submundo de las triadas, mostrando su lado menos glamoroso. Cabe hacer la salvedad de que pese a tratarse de una secuela, el film puede ser visto como una entidad perfectamente independiente que no requiere el visionado de la primera entrega. Por otro lado, pese a que Johnny To opta por utilizar un ritmo narrativo más bien pausado, evita caer en el tedio y en complicaciones excesivas que mermen la experiencia del espectador. Con unas buenas dosis de tensión, personajes complejos, maquinaciones políticas, y explosivas secuencia de acción, “Triad Election” es una muestra más del estilo único y subversivo de Johnny To, realizador que ha obtenido fama internacional gracias a lo estilizado de sus trabajos, y a la innegable profundidad temática que estos presentan.



por Fantomas.

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