martes, 18 de marzo de 2014

Strip Nude For Your Killer: Sordidez al estilo italiano.

“Nude per l´assassino” (1975), es un giallo del director Andrea Bianchi, el cual está protagonizado por Edwige Fenech, Nino Castelnuovo y Solvi Stubing.

Luego de que una modelo fallece durante un aborto, los integrantes de la agencia de modas a la cual pertenecía comienzan a ser brutalmente asesinados por una misteriosa figura envuelta en un traje de motociclista. Intrigado por la situación, el fotógrafo Carlo Bianchi (Nino Castelnuovo) emprende una investigación cuyo objetivo es descubrir la identidad del asesino antes de que este acabe con la vida de todas las personas ligadas a la agencia.

 

Pese a su evidente falta de talento, durante su carrera el director Andrea Bianchi se las arregló para realizar al menos tres cintas que con el paso de los años adquirieron el estatus de film de culto, pese a que presentaban un sinnúmero de falencias absolutamente evidentes; la infame película de zombies “Le notti del terrore” (1981), la sexualmente cargada “Malabimba” (1979), y “Nude per l´assassino”, el cual es considerado como uno de los giallos más sórdidos jamás filmados. De hecho, debido a que el contenido del film bordea lo ofensivo, el guionista Massimo Felisatti se rehusó a tomar todo el crédito por el guión, y le otorgó al director cierta responsabilidad en la historia para así minimizar su rol creativo y no cargar con todas las críticas que de seguro iba a recibir la producción. Y es que tal y como lo sugiere el título del film, “Nude per l´assassino” está lejos de ser una experiencia cinematográfica sofisticada o medianamente intelectual. En este caso en particular, la particular estética tan propia del giallo es dejada en segundo plano para dar paso a numerosos desnudos gratuitos y a diversas prácticas sexuales relativamente cuestionables. Si bien en la práctica todo esto no es precisamente algo escandaloso, la forma en como Andrea Bianchi presenta la historia deja bastante que desear.

“Nude per l´assassino” comienza con una corta secuencia en la que se ve como una hermosa modelo fallece durante la realización de un aborto clandestino. Al poco tiempo después, el médico a cargo del aborto es brutalmente asesinado por alguien que viste un traje de motociclista, cuya utilización no responde a un fetiche en particular, sino que tiene por objetivo ocultar la identidad y el género del asaltante. Esto será solo el comienzo de una serie de crímenes cuyas víctimas serán los integrantes de una prestigiosa agencia de modelaje, en la cual solía trabajar la desafortunada mujer. Entre los sospechosos de los crímenes se encuentra Carlo Bianchi, un ambicioso fotógrafo que se las arregla para seducir a cuanta mujer se cruza por su camino; Magda Cortis (Edwige Fenech), la asistente y la novia de Carlo, quien recientemente ha comenzado a fantasear con la idea de convertirse en modelo; Lucia (Femi Benussi), una chica que aspira a convertirse en una modelo famosa luego de haber tenido un breve affaire con Carlo; Patrizia (Solvi Stubing), la modelo más importante de la agencia; Gisella (Amanda), la extravagante y dominante dueña bisexual de la agencia; Maurizio (Franco Diogene), el obeso marido de Gisella que lo único que ansía es acostarse con Doris (Erna Schurer), quien es una inescrupulosa modelo que mantiene una violenta relación amorosa con Stefano (Gianni Airó), quien también trabaja al interior de la agencia.

 

Debido a que el misterio central del film está relacionado con un aborto fallido, el espectador inevitablemente se imagina que Bianchi se embarcará en un sutil estudio del controversial tema. Sin embargo, el director parece introducir el tema con el único propósito de comenzar la cinta con la imagen de una mujer desnuda con las piernas abiertas, marcando de inmediato el tono de la historia. Con la intención de que al menos parte de la perturbadora escena introductoria quede grabada en la mente del espectador, el director en numerosas ocasiones inserta una serie de tomas subliminales en las que aparece el cuerpo de la mujer dentro de una bañera, las cuales por lo general anteceden a las escenas de violencia que presenta el film. Si bien esto se alza como un interesante golpe de efecto, Bianchi es incapaz de imprimirle grandes dosis de suspenso a la cinta, lo que sin lugar a dudas resulta absolutamente imperdonable. Aun cuando resulta evidente que el director maneja de buena manera los elementos propios del cine de explotación que presenta la producción, “Nude per l´assassino” se aleja bastante de los ejemplos más memorables y exitosos del popular subgénero, los cuales lograron combinar con éxito la violencia, la desnudez, y los elementos del cine de explotación con una trama interesante, todo esto enmarcado en un impresionante estilo visual y acompañado de al menos una o dos piezas de suspenso brillantemente logradas.

En lo que respecta a la caracterización de los personajes, el film falla estrepitosamente. Prácticamente todos los personajes que participan en la historia resultan ser viles y nauseabundos, lo que los hace justos merecedores del destino que el asesino les tiene reservado. Carlo, quien hace las veces de protagonista y de detective amateur, no solo carece de cualidades redentoras, sino que además dista de ser encantador y es extremadamente misógino. De hecho, Carlo despide el film con la promesa de sodomizar a la fuerza a su novia, lo que refleja en gran medida el concepto de heroísmo que posee el director. Lamentablemente, Bianchi le imprime este carácter grotesco al resto de los personajes con la sola excepción de Magda, quien es la única que en cierto grado logra despertar la simpatía del espectador. Esto no deja de ser meritorio considerando que en una de las primeras escenas en las que participa el personaje interpretado por Fenech, ella se desnuda y procede a realizarle sexo oral al infame protagonista. Obviamente esto responde a que “Nude per l´assassino” está fuertemente ligada a la sexualidad, en especial a aquella de características aberrantes. Probablemente el mejor ejemplo de esto lo encarna Maurizio, quien durante gran parte del film intenta convencer a Doris de que se acueste con él. Cuando finalmente logra convencer a la modelo de someterse a sus deseos, este se comporta como un niño y es incapaz de tener una erección. Para coronar todo el asunto, una vez que Doris lo deja solo con su frustración, Maurizio no encuentra nada mejor que recurrir a su muñeca inflable poco antes de ser atacado por el asesino.

 

En el ámbito de las actuaciones, como se menciona en el párrafo anterior, solo Edwige Fenech, quien con el paso de los años se convertiría en una figura de culto dentro del ambiente del cine de explotación italiano, realiza una labor medianamente encomiable. El resto del elenco por su parte, no solo carece de presencia cinematográfica, sino que además interpretan de forma mediocre a sus respectivos personajes, los cuales dicho sea de paso además están condenados por una serie de diálogos absolutamente olvidables que poco contribuyen con el desarrollo de la trama. En cuanto al aspecto técnico de la producción, Bianchi solo realiza unos pocos guiños a la estética característica del giallo mediante el uso de una atractiva paleta de colores, numerosos primeros planos, y la siempre interesante cámara subjetiva. El a ratos competente trabajo del director se ve complementado con el sencillo pero efectivo trabajo de fotografía de Franco Delli Colli, y con la psicodélica banda sonora del compositor Berto Pisano, la cual sorprendentemente está al nivel de las bandas sonoras más memorable que haya entregado el subgénero.

Tras el estreno de “Nude per l´assassino”, Andrea Bianchi jamás retornaría a los terrenos cosmopolitas y violentos del giallo, en gran medida por la recepción negativa que tuvo la cinta. Lamentablemente, tras un prometedor debut como director con el subvalorado thriller psicológico “Diabólica Malicia” (1971), Bianchi fue incapaz de dejar de lado su inclinación por la sordidez y terminó construyendo una carrera que estuvo marcada por una serie de producciones de bajo presupuesto que rápidamente pasaron al más completo olvido. Aunque evidentemente “Nude per l´assassino” está lejos de ser una de las mejores entradas dentro del ciclo del giallo, y pese a que cuenta con incontables fallas tanto a nivel narrativo como técnico, de todas formas resulta ser medianamente entretenida y a ratos presenta una atmósfera bastante particular, que le imprime un colorido especial a un relato que solo puede ser denominado como básico. Junto con esto, es indiscutible que si en algo triunfa el film de Bianchi, es en la presentación políticamente incorrecta de varias de las obsesiones y los tabúes presentes en la cultura italiana de la época.



por Fantomas.

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