“Close Your Eyes” (2002), es un film de suspenso del director Nick Willing, el cual está protagonizado por Goran Visnjic, Shirley Henderson y Miranda Otto.
El hipnoterapeuta Michael Strother (Goran Visnjic) tiene un peligroso don; es capaz de ver el interior de la mente de sus pacientes. Debido a esto, es reclutado por Janet Losey (Shirley Henderson), una detective que está tras la pista de un peligroso asesino ritualista, al que debe detener antes de que continúe asesinando a niñas pequeñas.
Durante años, los thrillers policiales han despertado el interés de un gran número de personas deseosas de sumergirse en historias centradas en peligrosos criminales que por un motivo u otro, amenazan a un determinado grupo social. Con esto en mente, en el año 1991 el escritor Madison Smartt Bell, más conocido por su trilogía sobre el líder de la revolución haitiana, François-Dominique Toussaint L'Ouverture, escribió la novela “Doctor Sleep”, la cual diez años después de su publicación fue rescatada por el director y guionista Nick Willing, quien decidió llevarla a la pantalla grande bajo el alero de la productora BBC Films. Lo que más le llamó la atención a Willing del escrito de Bell, fue que los protagonistas no solo debían enfrentarse a un peligroso asesino que parece superarlos en ingenio, sino que además los asesinatos que comete parecen tener un trasfondo sobrenatural, lo que de inmediato le otorgaba un cariz distintivo a la historia.
El protagonista de la cinta es un hipnoterapeuta de pasado misterioso llamado Michael Strother, quien recientemente se ha mudado a Londres junto con su hija y su esposa Clara (Miranda Otto), quien está embarazada. Mientras se encuentra ayudando a una paciente llamada Janet a dejar el cigarrillo, esta se da cuenta de que Strother es capaz de introducirse en la mente de sus pacientes durante las sesiones de hipnosis a las que los somete. Es entonces cuando ella le revela que es policía, y le pide que la ayude a encontrar a un hombre que ha estado secuestrando y asesinando niñas, a las cuales les tatúa extraños símbolos en los brazos, razón por la cual lo conocen como el “asesino del tatuaje”. Para suerte de las autoridades, una niña llamada Heather (Sophie Stuckey) logró escapar de las garras del asesino, pero lamentablemente debido a lo traumático de la experiencia, desde que regresó a su hogar no ha pronunciado ninguna palabra. Es básicamente por este motivo que Janet le pide ayuda a Michael, ya que piensa que él es la única persona capaz de extraer de la mente de la niña información suficiente como para atrapar al peligroso criminal, que hace ya algún tiempo tiene aterrorizada a toda la ciudad.
Si bien la improvisada dupla de detectives logra algunos avances, no pueden evitar meterse en algunos problemas que terminan afectándolos en distintos ámbitos, y que eventualmente ponen en riesgo sus vidas y las de sus seres queridos. Mientras que Janet debe soportar las duras y constantes recriminaciones de sus superiores, quienes critican sus métodos y su decisión de involucrar a un civil con supuestos poderes psíquicos en la investigación, Michael comienza a tener una serie de pesadillas que no lo dejan dormir, y que aparentemente vienen a recordarle un trágico error de su pasado. El protagonista además deberá lidiar con la posibilidad de que el asesino cobre la vida de su pequeña hija, razón por la cual tendrá que ingeniárselas para mantener a salvo a su familia hasta que logre encontrar al sádico criminal. Para colmo, debido a la ansiedad de la improvisada dupla de detectives, a algunos errores algo pueriles y a la inteligencia del asesino, la investigación se complica más de la cuenta cuando algunos de los involucrados comienzan a ser asesinados, y cuando la vida de Heather nuevamente se ve amenazada por la aparente omnipresencia del villano de turno.
Cabe mencionar que por momentos la historia se acerca bastante a los terrenos del siempre interesante género del giallo. No solo la trama presenta la inclusión de un civil en una investigación policial, sino que además durante el transcurso de la misma ocurren un par de cruentos asesinatos que exhiben algunas dosis de gore, a lo que se suma el hecho de que el rostro y los motivos del asesino solo son revelados en el último tramo del film, razón por la cual existe una sensación de constante peligro durante todo el transcurso del relato. En relación a la trama, Nick Willing básicamente se centra en tres puntos; la investigación en sí, la cual está plagada de elementos esotéricos, los intentos del protagonista por establecer un nexo en algún nivel con Heather, y los problemas personales que debe enfrentar Michael a causa del don/maldición que la ha sido otorgado. En cierta medida, el protagonista espera que el hecho de encontrar al asesino e impedir que este le haga más daño a Heather, le ayude a redimir ciertos errores que cometió en el pasado, y que en la actualidad aún lo atormentan a él y a su familia.
En lo que a las actuaciones respecta, estas son algo irregulares. Si bien tanto Goran Visnjic como Shirley Henderson exhiben una gran química y logran que sus personajes resulten interesantes, por momentos no pueden evitar que estos pierdan credibilidad, lo cual se ve reforzado por lo insulso de algunos diálogos. El resto del elenco realiza un trabajo más bien mediocre, con la sola excepción de Paddy Considine, quien interpreta a un peculiar experto en símbolos esotéricos cuya curiosidad le costará demasiado caro. En lo que al aspecto técnico del film se refiere, lamentablemente el trabajo de fotografía de Peter Sova dista de ser memorable, mientras que la banda sonora compuesta por Simon Boswell sin ser nada especial, resulta efectiva a la hora de aumentar los grados de tensión de ciertos pasajes del film. Lo que sí cabe resaltar son las secuencias surrealistas que tienen relación con la exploración que Michael realiza del subconsciente de sus pacientes, en especial aquellas que corresponden a los escabrosos recuerdos de Heather. Dichas secuencias no solo resultan ser visualmente atractivas, sino que además esconden algunas pistas que son esenciales para comprender los motivos del asesino.
“Close Your Eyes” es una película ambiciosa en el sentido que presenta una historia que abarca elementos sobrenaturales, iconografía esotérica, tesis acerca del contenido del subconsciente humano, y secuencias surrealistas, todo en el marco de una investigación policíaca. Sin embargo, todos estos elementos no siempre logran cohesionarse de la manera esperada, por lo que en su primera mitad el film sufre una crisis de identidad que le impide inclinarse hacia un género en particular, lo que inevitablemente provoca que el relato se torne algo confuso y tedioso. Todo esto mejora considerablemente durante la segunda mitad de la cinta, cuando esta entra de lleno al terreno del thriller y el horror sobrenatural. En líneas generales, pese a sus evidentes deficiencias y al hecho de que la historia se alimenta de otros relatos de corte similar, “Close Your Eyes” se presenta como una producción a lo menos interesante, cuya extraña y atractiva historia no solo logra atrapar el interés del espectador durante gran parte del metraje, sino que además logra sorprenderlo con la inclusión de un par de inesperadas vueltas de tuerca reservadas para el último tramo de este modesto film.
por Fantomas.
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