viernes, 31 de julio de 2015

Fort Apache, The Bronx: El crudo retrato del Bronx de los ochenta.

“Fort Apache, The Bronx” (1981), es un drama del director Daniel Petrie, el cual está protagonizado por Paul Newman, Ken Wahl y Rachel Ticotin.

En medio del barrio del Bronx, se encuentra una estación de policía conocida como “Fuerte Apache”, que es el único bastión de la ley en un lugar dominado por la violencia, la prostitución, y la venta de drogas. Ahí trabaja el veterano oficial Murphy (Paul Newman), quien bajo su actitud en apariencia cínica, esconde el deseo de ayudar a la comunidad y sobrevivir en un territorio evidentemente hostil.

 

A fines de la década del setenta, el barrio neoyorkino del Bronx se encontraba dominado por el caos, el desempleo, la alta tasa de inmigrantes hispanoparlantes, y la violencia, siendo uno de los casos más comentados el de una serie de incendios que se cree fueron provocados por los dueños de las propiedades siniestradas, en un intento desesperado por recuperar el dinero que habían invertido en ellas. La repercusión mediática que tuvo la difícil situación social que se vivía en el Bronx, llevó al director Daniel Petrie y al guionista Heywood Gould a trabajar en un proyecto que se inspiraría en las experiencias de dos policías llamados Thomas Mulhearn y Pete Tessitore, quienes trabajaron durante varios años en el Bronx. Lamentablemente para los involucrados en la cinta, su historia tocaba temas que se acercaban demasiado a la realidad del momento; durante los nueve meses que duró el rodaje de “Fort Apache”, al menos una docena de individuos afroamericanos y puertorriqueños desarmados fueron asesinados por oficiales de policía. Esto sumado a que diversos activistas locales consideraban que la película solo retrataba los aspectos negativos del barrio, y que en gran medida presentaba un mensaje abiertamente racista, terminó desatando masivas protestas, disturbios, una demanda y la formación del Comité Contra Fuerte Apache. A raíz de esto, “Fort Apache, The Bronx” suele ser considerada como una de las producciones más peligrosas en la historia de la ciudad.

En su afán por intentar documentar la realidad existente en el barrio del Bronx, “Fort Apache, The Bronx” utiliza como catalizador a un policía llamado Murphy, quien día tras día debe enfrentarse con la prostitución, los asaltos, el tráfico de drogas, la corrupción dentro de su propio departamento de policía, y su propia soledad. Lamentablemente, al mismo tiempo que la película intenta seguir los pasos del personaje interpretado por Newman, se disipa en diversas subtramas que finalmente no se dirigen a ninguna parte. Una de estas subtramas involucra a una prostituta drogadicta llamada Charlotte (Pam Grier), quien deambula por las calles asesinando policías y otros transeúntes sin justificación alguna, configurando lo que en apariencia se convertirá en el misterio central del film. De hecho, son sus asesinatos los que gatillan que el recientemente arribado Capitán Conolly (Edward Asner), organice una operación a gran escala para encontrarla (cabe mencionar que la policía desconoce quién es el responsable de los crímenes), la cual implica arrestar a cualquier persona que esté cometiendo un delito por menor que este sea, con el fin de obtener algún tipo de información con respecto a su paradero. Durante dicho operativo, al cual Murphy se opone abiertamente ya que amenaza con alterar la dinámica pacífica que el departamento de policía mantiene con la comunidad, lo único que Connolly logra es que se genere una masiva protesta cuando son retenidos unos activistas locales, la que eventualmente termina siendo disipada mediante el uso de gas lacrimógeno. Lo que resulta a lo menos curioso, es que de ese punto en adelante, los asesinatos con los que se inicia el film pierden importancia para la policía, el caso jamás es resuelto, y el destino de Charlotte termina en manos de una pareja de narcotraficantes a los cuales también ataca sin mayor justificación.

 

Como sucede con el caso de Charlotte, el film presenta una serie de escenas que parecen haber sido incluidas sin propósito alguno, como por ejemplo una en la que Murphy y su joven y ambicioso compañero Corelli (Ken Wahl), intentan disuadir a un travesti para que no salte de un edificio, u otra en la que el protagonista asiste a una adolescente que le ha ocultado por meses su embarazo a su familia durante su trabajo de parto. Petrie incluso incluye una climática escena, en la que una dupla de narcotraficantes toma como rehenes a un grupo de pacientes y profesionales de un hospital, los cuales terminan siendo rescatados por operativos del SWAT y por el mismo Murphy. Los breves momentos en los que la cinta logra mantener un hilo narrativo definido, y que tienen que ver con la parte más humana de la historia, son probablemente los más interesantes de toda la producción. Durante estos fragmentos es posible ver la relación sentimental que Murphy entabla con una enfermera puertorriqueña llamada Isabella (Rachel Ticotin), y la crisis de conciencia que tiene el policía cuando ve como dos de sus compañeros lanzan a un joven inocente desde el techo de un edificio. Ambas situaciones sitúan a Murphy en una compleja encrucijada moral, ya que mientras que su nueva novia resulta ser adicta a la heroína, lo que provoca que el protagonista se cuestione si debe o no conseguirle droga para mantenerla a su lado, por otro lado sabe que si delata a sus colegas, será repudiado por el resto de sus compañeros quienes lo tratarán como a un criminal más, condenándolo a un retiro prematuro de la fuerza policial.

En el fondo, Petrie utiliza el film para presentar dos abordajes diametralmente opuestos con respecto a la aplicación de la ley (liberal y conservador), los cuales prueban ser igualmente ineficientes. El hecho de que el director no se abandere con ninguna de las dos posturas, provoca que pese a que Connolly es presentando como la encarnación del abordaje conservador, este no sea retratado como una persona incapaz de empatizar con su entorno. Muy por el contrario, él apoya a Murphy cuando este decide relatar lo que sucedió con sus compañeros, y se muestra inclinado a acabar con la corrupción existente en su departamento. Incluso en un pasaje de la cinta, Connolly esgrime un discurso en el cual asegura que la gente respetuosa de la ley que vive en el Bronx, merece la seguridad y la protección que la policía debiese otorgarles. Murphy por su parte, quien es señalado como una figura liberal por sus propios compañeros, cree firmemente que debido a la situación miserable que se vive en el barrio, la mejor forma de aplicar la ley es manteniendo un cierto nivel de entendimiento y empatía con los diversos miembros de la comunidad, los que deben lidiar con problemas que van más allá de la alta tasa de criminalidad. De manera inteligente, el film no intenta etiquetar a estos hombres como héroes o villanos, sino que más bien expone que ambos están persiguiendo un mismo objetivo de la forma en que ellos honestamente creen que es la mejor, y que sus respectivas opciones no están exentas de consecuencias.

 

En lo que a las actuaciones respecta, Paul Newman realiza una labor encomiable interpretando al solitario y por momentos algo ambiguo Murphy, quien hace lo posible por sobrevivir y ser feliz en la dura realidad del Bronx. Rachel Ticotin por su parte, también realiza un gran trabajo interpretando a la enfermera heroinómana que se enamora del personaje de Newman, con quien tiene una gran química pese a que los actores tenían más de treinta años de diferencia. Si bien la experiencia de participar en un film de las características cuasi documentales de “Fort Apache, The Bronx”, se presentaba como una experiencia interesante para Newman, la verdad es que todo el proceso le significó una serie de problemas al actor. Debido al corrosivo retrato que efectuaba la cinta con relación a la comunidad residente en el Bronx, Newman fue arrastrado a la polémica cortesía del New York Post. Una vez que el actor leyó un par de artículos publicados por el Post en los que se acusaba a la producción de racista, no solo emplazó al periódico por realizar un “periodismo irresponsable”, sino que además se refirió al medio como un “tarro de basura”. A modo de respuesta, el periódico publicó un artículo titulado “Lo que Paul no nos dijo acerca de Fort Apache”, lo que solo provocó que el conflicto escalara aún más. Eventualmente, todo esto quedaría enterrado por el trabajo de caridad que por años realizó Newman, y por su constante preocupación por los menos privilegiados, lo que hasta el día de hoy lo sitúa como un ejemplo a seguir dentro de la industria hollywoodense.

Si hay algo que reconocerle a Daniel Petrie, es que intenta actuar como un observador y no como un propagandista, aunque por momentos la línea divisoria entre ambas posturas se vuelva algo difusa. Lo que refuerza esta idea, son los esfuerzos que realiza el director por rodar una cinta realista que tiene por objetivo relatar la vida y obra de un hombre con una gran consciencia, pero no necesariamente con un gran coraje. Sin embargo, el gran pecado de “Fort Apache, The Bronx” es creer que el espectador necesita violencia y acción para prestarle atención a una historia con una alta dosis de melodrama. Probablemente a esto se deba el hecho de que Petrie inserta una serie de escenas clichés propias de los shows policiales emitidos en la televisión, cuya única consecuencia irónicamente es restarle ritmo y realismo a la película. Destrozada por la crítica especializada con justa razón, más allá de las buenas actuaciones de sus protagonistas y de las buenas intenciones de Petrie, “Fort Apache, The Bronx” es una cinta deficiente de trama indefinida, rodada con una estética muy similar a la que se puede encontrar en una producción pensada para la televisión. Para terminar, es necesario mencionar que el cuadro final, que retrata al protagonista haciendo su trabajo, en gran medida resume el mensaje principal del film, que básicamente sería que la respuesta para combatir el crimen y la pobreza es el compromiso personal, compromiso que personajes como Murphy y Connolly parecen llevar grabado a fuego en su ADN.

por Fantomas.

No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...