jueves, 29 de octubre de 2009

The Devil´s Advocate: Ten cuidado con lo que deseas.

“The Devil´s Advocate” (1997), es una cinta de terror psicológico del director Taylor Hackford, la cual está protagonizada por Keanu Reeves, Al Pacino y Charlize Theron.

Kevin Lomax (Keanu Reeves) es un joven y exitoso abogado, cuya ambición lo lleva a aceptar un puesto en el bufete de abogados del enigmático John Milton (Al Pacino), sin imaginarse que dicha decisión puede convertir su vida en un verdadero infierno.

En el año 1990, poco tiempo después de que el escritor Andrew Neiderman publicara la novela “The Devil´s Advocate”, el director Larry Cohen, cuya carrera se ha desarrollado mayormente dentro de los márgenes del cine de Serie B, se lanzó a la tarea de adaptar el escrito de Neiderman. Si bien el guión confeccionado por Cohen eventualmente sería adquirido por los estudios Warner Brothers, con la intención de que este fuera llevado a la pantalla grande por Joel Schumacher con Brad Pitt como protagonista, la verdad es que el guión permanecería varios años guardado en los archivos del estudio antes de caer en las manos del director Taylor Hackford. Sin embargo, a los ojos de Hackford, el guión de Cohen tenía demasiados elementos que lo ligaban a la Serie B, razón por la cual contrató a los escritores Jonathan Lemkin y Tony Gilroy para que reescribieran por completo el relato. En cuanto a la elección del elenco, tras descartar a Edward Norton, John Cusack y Robert Redford, el director finalmente contrataría a Keanu Reeves y Al Pacino para interpretar los roles protagónicos del film.

El film se centra en la vida de Kevin Lomax, un joven abogado que reside en Florida, cuya carrera va en ascenso debido a que nunca ha perdido un juicio. Sus ansias de convertirse en un profesional exitoso a toda costa y su escasa ética profesional, quedan demostradas al inicio de la película, cuando logra que absuelvan a un hombre acusado de abusar de una adolescente, aún cuando resulta evidente que es culpable. Es precisamente a raíz de este caso que Lomax es contratado por John Milton, el dueño de una gran firma de abogados de Nueva York que hace un tiempo que sigue sus pasos. Es así como junto a Mary Ann (Charlize Theron), su bella esposa, Lomax se muda a la gran manzana para instalarse en un lujoso departamento y vivir una vida de ensueño. Sin embargo, la relación entre la feliz pareja pronto comienza a deteriorarse, principalmente porque bajo el hipnótico influjo de Milton, Lomax se obsesiona con su trabajo, empieza a ignorar a su esposa y a acercarse a una atractiva y provocadora colega (Connie Nielsen), todo lo cual lentamente irá consumiendo su vida, y lo acercará a una verdad difícil de aceptar.

Si bien durante la primera mitad del film la trama se acerca más al drama que al terror psicológico, noción que se acrecienta aún más cuando Mary Ann, frustrada por no poder tener un hijo, comienza a sufrir ataques de ansiedad que rápidamente deterioran su salud y su estabilidad mental, ya durante el segundo tramo de la historia, esta comienza a presentar algunos ribetes siniestros que están estrictamente ligados con la aparente naturaleza sobrenatural del misterioso jefe de Lomax. Sumado a las múltiples y escalofriantes alucinaciones que empieza a tener Mary Ann, en las cuales varias de las personas que la rodean adquieren rasgos demoníacos, un abogado es asesinado brutalmente por un par de mendigos luego de tener una fuerte discusión con John Milton. Y es que prácticamente para nadie es un secreto que el persuasivo y encantador John Milton es el Diablo, aún cuando su verdadera identidad recién es revelada durante la segunda mitad de la cinta. Lo único que se mantiene en secreto durante gran parte del film, son los motivos por los cuales él decidió reclutar a Lomax, y cuáles son los planes que tiene para quien se ha convertido en su más fiel discípulo.

Durante todo el transcurso de la cinta, se explora el tema del libre albedrio y de cómo cada una de las decisiones que tomamos tiene una consecuencia, que no solo afecta a la persona que la tomó, sino que también a todos aquellos que lo rodean. Durante el grandilocuente discurso final que realiza John Milton, este asegura que no ha interferido en ninguna de las decisiones que ha tomado Lomax, las cuales eventualmente lo han llevado a vivir un verdadero infierno. Si bien es cierto que el protagonista comete una serie de errores motivado por su vanidad y su inagotable ambición, tampoco se puede descartar la idea de que siendo Satán el Príncipe del engaño y las mentiras, este pudo haber influido en las determinaciones del joven abogado para así hacerse con su alma. Con respecto a esto, cabe mencionar que Taylor Hackford no solo maneja de manera estupenda el clímax del film, insertando un par de vueltas de tuerca que no solo resultan sorprendentes, sino que además le otorgan un poder de impacto mayor al interesantísimo final, cuyo mensaje pareciera ser que no importa lo que haga Lomax, este no puede escapar de su destino ni de su verdadera naturaleza.

En cuanto al aspecto interpretativo de la cinta, la totalidad del elenco participante realiza un estupendo trabajo. Keanu Reeves no solo realiza una correcta labor, sino que además se complementa de manera perfecta con Al Pacino, cuya interpretación de la encarnación del Diablo resulta ser inolvidable. Es precisamente él quien tiene las mejores líneas de diálogo del film, y es quien finalmente le imprime un toque de comedia negra al relato. Charlize Theron por su parte, interpreta de manera creíble a una mujer que de un momento a otro se ve sumida en un mundo que le es extraño, y que amenaza con destruir por completo su vida. Por otro lado, la película además cuenta con el magnífico trabajo de fotografía de Andrzej Bartkowiak, y con la correctísima banda sonora del compositor James Newton Howard, quienes en conjunto son responsables de la atmósfera inquietante que domina al relato. Por último, cabe destacar el uso por parte de Taylor Hackford de imágenes en rápida sucesión para indicar el paso del tiempo, tal y como lo hizo en su momento el director Godfrey Reggio en el film “Koyaanisqatsi” (1982).

“The Devil´s Advocate” es básicamente la fusión entre un relato del escritor John Grisham, y una cinta de terror psicológico al más puro estilo de “Rosemary´s Baby” (1968), del director Roman Polanski. Si bien por un lado el film presenta sólidas actuaciones, un espléndido diseño de producción y un puñado de momentos realmente escalofriantes, también es cierto que posee un ritmo narrativo algo irregular, presenta algunos efectos especiales que no han soportado bien el paso del tiempo, y contiene ciertas escenas que se acercan peligrosamente a la caricaturización de la figura del Diablo. Más allá de sus defectos, “The Devil´s Advocate” se alza como un entretenido e interesante thriller psicológico con toques sobrenaturales, cuya historia se caracteriza por presentar una marcada ironía que se refleja en cada una de las intervenciones del personaje de Pacino, quien incluso en un momento declara: "He alimentado cada sensación que el hombre ha deseado tener. He cuidado de que tuviera todo lo que quería y nunca le he juzgado. ¿Por qué? Porque nunca le he rechazado a pesar de todas sus imperfecciones. Soy un admirador del hombre. Soy un humanista. Posiblemente el último humanista."

*Con esto pongo fin al especial de octubre. A modo de complemento he subido un artículo del Diablo en el cine en el blog Cinemauniverse.

por Fantomas.

13 comentarios:

Pliskeen (David Ribet) dijo...

A mi me encanta. Y el final me parece tremendo.

Más que defensor de causa perdidas, el término suele aludir a que defiende a quién no lo merece.

Creo que es uno de los trabajos más aceptables del mayormente inexpresivo Keanu Reeves. Y Pacino impecable, como casi siempre (con un poco de histrionismo que aquí, pienso, queda perfecto para el personaje)

Saludos ;)

P.D.: Se echa de menos a Hackford. Desde el 2004, con Ray, que no ha vuelto a dirigir nada para la gran pantalla.

GUSTAVO dijo...

A tambien me gusto mucho. Al Pacino sobreactua bastante, pero eso le da un toque especial a su personaje. Y esta Charlize Theron, un gran descubrimiento, que no solo es hermosisima, sino que tambien es buena actriz.
Saludos!

http://cinemaparadisouy.blogspot.com/

Dialoguista dijo...

Al Pacino hace de ciego, hace de diablo, hace de lo que sea, y se luce!!!!
A mi me gustó muchísimo esta peli, muy bien la definiste: "horror psicológico". Asi la veo yo, con una tensión que va en aumento de una forma muy bien lograda, y además que invita a una reflección. El guión, esta muy bien diagramado. quizás en algunas cosas hace demasiado evidente lo que no es tan necesario que evidencie porque ya se entiende, pero de todas formas la peli es para ver y disfrutar!!!!

john mcclane dijo...

- Pliskeen: Ya corregí el significado del término. Gracias por hacermelo saber. Estoy totalmente de acuerdo contigo que tanto Reeves como Pacino hacen un estupendo trabajo pese a la falta de expresividad de uno, y al marcado histrionismo del otro.

-Gustavo: Siempre es un gusto ver a Charlize Theron en la pantalla. En cuanto a lo de Pacino, creo que en esta ocasión era necesaria su sobreactuación. Ayuda a contrastar su personaje con el de Reeves, el cual es bastante más serio.

- Dialoguista: El guión a ratos deja en evidencia muchas cosas que el director por momentos intenta ocultar en un manto de duda. Sin embargo, de todas formas Hackford logra manejar bien el suspenso, incluso una vez que ya es evidente la naturaleza del personaje de Pacino.

Gracias a todos por sus comentarios,
Saludos!

Rey Nova dijo...

La vi en su momento, y la verdad es que me quedé dormido. No me entusiasmó mucho que digamos. Aunque vista nuevamente hace poco se me ha hecho más digerible. Aunque no es de mis favoritas. He visto a Al Pacino en mejores trabajos, de terror hay poco y el final se me hace antojadizo.

Astor dijo...

Básicamente de acuerdo en todo, menos en que Keanu se muestre inexpresivo: creo que le da un toque de sobriedad a su personaje que sirve para contrastarlo con el de Pacino: al fin y al cabo, es el tipo "común" que se muestra "humano" en el sentido total de la palabra: con flaquezas, con ambiciones, y con la prevalencia (muy humana)de su intéres personal sobre la justicia, pero también con sentimientos de Esposo y Padre que rivalizan con su ambición e interés. Eso le permite ser algo más que el galán con carita buena y honrada que es un poco mal chico al principio pero se redime al final: que es justamente el riesgo de lo que NO debe hacer el actor en este tipo de papel si se quiere evitar que la cinta naufrague. Creo que tiene su mérito haberlo visto y evitado por parte de Keanu.

Muy interesante lo de la sobreactuación de Pacino: para muchos es absolutamente inadmisibe que una estrella sobreactúe, sin embargo yo creo que en algunos casos esta justificado. (ví una discusión sobre ese tema en otro blog de cine) y la verdad es que es un tema muy, muy interesante para debatir.

¿Usted en que casos cree que una estrella puede sobreactuar y sin embargo beneficiar a su personaje con eso, señor Fantomas?

Me inspira mucha curiosidad saber su opinión al respecto...

Patricio dijo...

Un punto interesante eso de que los personajes "humanos" que tienen más flaquezas que virtudes son ciertamente más difíciles de hacer con credibilidad. Keanu logra hacer que el suyo sea creíble sin que deje de ser manifiesto que tiene defectos, y, al mismo tiempo, sin que la lucha de sus virtudes deje de ganarle en cierto modo la dosis de suspense al espectador, así que en efecto, el evitar hacer de tipo acaramelado no deja de ser cierto mérito de su parte. Creo que no era un personaje tan fácil como parecía. Desgraciadamente,es precisamente el hecho de que lo haga con facilidad lo que paradojicamente le hace parecer que tiene menos mérito al espcetador.

Sobre lo de la "justificada" sobreactuación de Pacino, pues es algo aún más interesante: en efecto es muy válido debatir sobre en qué casos esta justificado sobreactuar y cuando es un yerro total.

También tengo curiosidad por saber su opinión al respecto.

john mcclane dijo...

- Astor y Patricio: La verdad es que mantengo que Reeves es un actor bastante limitado, el cual se ve favorecido en esta ocasión por la sobriedad con la que intepreta su personaje. Probablemente, por esa misma razón uno podría argumentar que esta es una de sus mejores actuaciones. En cuanto a lo de la sobreactuación, a mi gusto la sobreactuación está justificada mayormente en parodías (parodias clásicas más que nada, siendo el caso de Gene Wilder en "Young Frankenstein" un buen ejemplo de aquello) o en este tipo de escenarios, cuando se debe realizar un contraste importante entre dos personajes. Obviamente es un riesgo, y en manos de un actor poco hábil la sobreactuación bien puede destruir por completo una película. Por otro lado, también es interesante el fenómeno contrario, el de la subactuación. Hay actores que han hecho carrera interpretando de manera "minimalista" a sus personajes, como es el caso de Clint Eastwood o el fallecido Steve McQueen, los cuales si bien no tienen un gran rango actoral, difícilmente uno podría decir que sus personajes no resultan creíbles o carismáticos.

Gracias por sus comentarios y por abrir este interesante debate,
Saludos!

Alstair dijo...

Bueno, yo personalmente creo que Keanu no es un actor tan inexpresivo ni mucho menos, (la escena en que sonríe en el espejo en el baño es la pura imagen de quién esta vendiendo su alma al diablo y cuando esta en el ascensor o se dispara son escenas realmente buenas de su parte)y que en este caso concreto sí tiene mérito de su parte el haberse dado cuenta desde el principio que hacer el tipo standard de "un poco malo al principio pero seguramente bueno al final" era precisamente lo que NO tenía que hacer. Pero de todos modos lo importante es el hecho de que le dió una sobriedad a su personaje que lo hizo creíble: en una trama sobrenatural eso es absolutamente vital.

Sobre la sobreactuación tiene justificación en parodias en efecto. Sobre todo en parodias de personajes ya clásicos del cine. En cuanto al contraste... pues es una baza arriesgada de jugar. Me viene a la mente el contraste entre Peck y Plummer en Escarlata y Negro aunque ninguno de los dos sobreactuaba, el contraste entre el SS y el Monseñor era tal que se reforzaban mutuamente aunque mirando en frío ninguno de los dos personajes era exactamente muy creíble...

De la subactuación el mejor ejemplo que conozco es el del chico Damien en la Profecía II. Un señor ejemplo de sobriedad y precisión que logra lo importante en un filme sobrenatural: que sea creíble. De eso depende TODO el efecto en este tipo de filmes y si se logra, pues misión cumplida.

¿Que cree usted que hubiera pasado con este filme si el personaje de Reeves no hubiera resultado creíble señor Fantomas?

Yo creo que de nada hubiera valido el excelente trabajo de Pacino.

john mcclane dijo...

- Alstair: Yo creo que estamos de acuerdo en todo. Tanto en la reseña como en algunos comentarios, mencioné que pese a la falta de expresividad de Reeves (algo que se repite en gran parte de sus actuaciones a mi gusto por lo menos) en esta película realiza un buen trabajo, precisamente por lo mismo que apuntas tu y otras de las personas que han comentado, debido a que su personaje resulta creíble. Si eso no hubiese pasado, como tu bien dices, la película probablemente no hubiese resultado tan efectiva. Creo que por ahí se malentendió un poco lo que dije, pero lo bueno es que sirvió para crear un debate bastante interesante.

Gracias por tu comentario. Ojalá puedas realizar más aportes en el blog.

Saludos ;)

Alstair dijo...

Ja, en efecto, nada se presta más a la polémica que hablar de las cualidades de los actores en general...

A próposito; sobre la subactuación se me ocurre otro caso que no sé cómo se me pudo haber pasado por alto: el de Arnie en Terminator I.

Claro, como no está interpretando un personaje humano en absoluto, sino una máquina, la subactuación era la clave perfecta: y lo cierto es que logró un villano más interesante que los héroes de la cinta.

Otro detalle interesante: Cameron repite en Terminator I la secuencia de "el último susto antes de que termine la película cuando ya al malo lo habían matado al final" que había usado en Aliens: cuando el terminator sin piernas se arrastra con las manos en busca de la chica, de forma similar a como el alien sale sorpresivamente en la cápsula de escape de la muchacha. Es curioso cómo esa escena es ya un clásico del cine de terror.

Otra curiosidad es cómo repite en Avatar el duelo entre el humano con armadura contra el Alien que ya había rodado en Aliens II. Pero aquí el público se pone de parte del alien.

Esas vueltas de tuerca no dejan de ser interesantes...

zeitzler dijo...

Mmm... yo creo que Reeves es un actor de muy buena técnica y presencia, pero es débil en algunos puntos, y es limitado en el sentido de que carece de versatilidad: sólo le cuadran bien los personajes de tipo misteioso y enigmático. Pero cuando le salen bien le salen muy bien.

De Pacino pues la sobreactuación es en efecto un contraste justificado. Es interesante que los personajes "diabolicos" suelen ser algo sobreactuados. Siempre. Es como una regla.

Junto a este personaje suele aparecer el opuesto: el de tipo normal y además sin imaginación, que se ve envuelto en la aventura fántastica. Eso le da verosimilitud a la cinta. Es como tener un certificado de realismo avalado por un esceptico en el que se puede confiar. En este caso ese rol le queda a Keanu y lo hace muy bien.

Es una constante del cine sobrenatural: en El Exorcista el libro original dedica más tiempo a convencernos según los testimonios de los psiquiatras que en principo atienden a la chica, de "los extaaños casos de locura inexplicable" que le hacen pensar a uno que una posesión es algo realmente posible. Además el reverendo es un jesuita culto que se pasa páginas explicandole a la madre que "eso del exorcismo ya nadie lo hace, señora" hasta que sin comerlo ni beberlo se encuentra en medio del fregado: para cuando eso pasa, ya el lector esta convencido de que eso realmente puede pasar, y que no es cuento: que la ciencia no lo puede explicar, que realmente esta el diablo allí: ENTONCES es cuando el miedo empieza de verdad...


Ásí funciona el truco.

En la versión fílmica Linda Blair sobreactúa algo, pero es que esa es la idea, dado el juego de escenas de efectos espaciales, que hoy día harán reír, pero entonces impresionaban mucho.

En El Respandor sí que hay sobreactuación de Nicholson, pero es genial, y le da fuerza a la cinta.

En fin, es como en la entrada sobre el diablo en el cine: hay técincas y técnicas. Pero lo importante es que sea creíble. Y allí es precisamente donde esta el problema.

El Greco dijo...

Es fácil polemizar sobre cualquier actor. Yo, por ejemplo comparto la opinión de que Keanu sólo sirve para esos papeles de tipo misterioso, pero le salen muy bien. En cuanto a la observación de que había que evitar el tipo de galán acaramelado, pues es cierto. Siempre tiene mérito adivinar que es lo que no hay que hacer si quieres que tu película funcione.

De Pacino, es notable que la mayoría de los personajes diabólicos suelen ser un tanto sobreactuados. Pero es que el contraste es necesario.

Sin embargo, este tipo de filmes depende más que nada del director, en mi opinión es el que tiene la responsabilidad de que la historia de el pego. Eso es crucial.

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