El trabajo radial de Baxter lo llevó a conseguir un contrato con Capitol Records en el año 1950. Además de realizar arreglos para estrellas de la música como Nat King Cole, Margaret Whiting, y Frank DeVol, entre otros, Baxter también lanzaría su primer album titulado, “Music Out of the Moon”, gracias al cual comenzaría a ser reconocido como un músico innovador. Su próximo trabajo se titularía, “Perfume to Set to Music” (1950), el cual sería lanzado por la RCA/Victor. Ambas producciones resultaron ser exitosas. Tras trabajar en dos nuevos discos, Capitol le dió la posibilidad a Baxter de trabajar con libertad absoluta en su próximo proyecto. El resultado sería, “Ritual of the Savage” (1951), un album que evidenciaría la atracción que Baxter sentía hacia la música exótica. Precisamente, la década de los cincuenta sería una de la más prolíficas del músico tanto al interior de la industria discográfica como dentro de la cinematográfica.
Sería un agente el que introduciría a Baxter al mundo del cine, donde trabajaría mayormente en cintas de bajo presupuesto.. Su primer trabajo lo obtendría en film, “Tonga Tiki” (1953). La carrera musical de Baxter había decantado de manera casi accidental en la música pop; aunque sus composiciones no se podrían encasillar dentro lo que es conocido como “música popular”, estas tuvieron un inusitado éxito, y muchas de sus canciones se convertirían en singles pop. Para él, la oportunidad de escribir música para películas era también una oportunidad para crear la clase de música “seria” que el había querido hacer desde un principio. Fue esta la principal razón por la que Baxter ingresó al mundo del cine. Durante la década de los cincuenta, el compositor crearía más de 36 bandas sonoras, mayoritariamente de cintas de bajo presupuesto como por ejemplo las de; “The Black Sheep” (1956), “Voodoo Island” (1957), “The Bride and the Beast” (1958), y “The Lone Ranger and the Lost City of Gold” (1958), entre otras. El trabajo más recordado de Baxter durante este periodo, sería la canción principal de la serie de televisión, “Lassie” (1954).
Tan sólo en la década de los cincuenta, Baxter grabaría 23 producciones musicales. Durante los sesenta, grabaría 27 más, aunque la mayoría de su trabajo durante este periodo estaría concentrado en el cine. Gran parte de sus bandas sonoras, serían creadas para el estudio dirigido por Roger Corman, American International Pictures. Pese al escaso presupuesto que manejaban las producciones de Corman, estas le ofrecían a Baxter la posibilidad de trabajar en una infinidad de géneros cinematográficos, y así poner a prueba su versatilidad como músico. En gran medida, la razón por la cual Baxter no podía conseguir trabajo en los grandes estudios, era debido a que los músicos contratados por las casas disqueras no eran considerados como músicos capaces asumir la responsabilidad de componer la banda sonora de una cinta producida por un estudio importante, lo que lo confinaba irremediablemente al mundo de las productoras independientes y a los films de escaso presupuesto.
Baxter por lo general solo contaba con orquestas compuestas de 30 músicos o menos, donde las bandas sonoras eran grabadas a las apuradas, demostrando el poco interés que los productores y directores tenían en la música que acompañaba sus trabajos. Lo que era aún peor, una vez que la música era grabada y utilizada en los films, las grabaciones originales eran borradas o tiradas a la basura. En el caso puntual de la AIP, Baxter contaba sólo con dos semanas para desarrollar cada banda sonora, y alrededor de cuatro a seis horas para grabarlas. Mientras que los músicos de los grandes estudios contaban con un par de semanas para grabar sus composiciones, Baxter tuvo que acostumbrarse a escribir toda la música de una película en tan sólo medio día. Gracias a que el músico confiaba por completo en la capacidad de los integrantes de su orquesta, y a que no le interesaba que sus trabajos alcanzaran la perfección (por lo demás, sabía que de existir imperfecciones serían cubiertas por los efectos de sonido de los films), pudo cumplir con las exigencias de la AIP.
Su primer trabajo para la AIP sería la realización de la versión norteamericana de la banda sonora de la cinta, “Goliath and the Barbarians” (1959). Pese a que la música original de las cintas italianas distribuidas por la AIP no eran para nada despreciables, al productor James Nicholson le parecían horribles. Por este motivo, Baxter tendría que recomponer la música de un buen número de films italianos, entre los que se encuentran, “Black Sunday” (1960), “Goliath and the Vampires” (1961), “Erik the Conqueror” (1961), “The Girl Who Knew too Much” (1963), “Black Sabbath” (1963), y “Baron Blood” (1972), entre otras. Su siguiente trabajo, consistiría nuevamente en reescribir la música de film, esta vez un largometraje animado procedente de Japón titulado, “Alakazam the Great” (1960), el cual es reconocido como uno de los mejores trabajos del compositor, quien además aprovechó de referenciar sus piezas preferidas de la obra de Stravinsky.
El siguiente trabajo de Baxter, sería la atmosférica banda sonora de la cinta, “The Fall of the House of Usher” (1960), la cual sería su primer gran éxito al interior del estudio. Baxter estaría a cargo de casi todas las bandas sonoras de la cintas que componen la serie de adaptaciones de la obra de Edgar Allan Poe realizadas por Corman (con las excepciones de “The Tomb of Ligeia” y “Premature Burial”, donde en esta última el estudio ocupó de manera ilegal algunos de los segmentos de otras bandas sonoras compuestas por Baxter). Sería debido el éxito obtenido con estas obras (de entre las cuales sus preferidas eran “The Fall of the House of Usher” y “The Pit and the Pendulum”), que Baxter sería mayormente ligado a films pertenecientes al género del horror.
La cinta, “Master of the World” (1961), protagonizada por la estrella del estudio, Vincent Price, marcaría el primer intentó por parte de la AIP de realizar una película con un presupuesto mayor que pudiera competir con las producciones de los grandes estudios. Aunque en esta ocasión, Baxter supuestamente tendría cuatro semanas para desarrollar la música del film, los ejecutivos de la AIP de todas maneras lo presionaron para que entregara la banda sonora en menos tiempo. Sin embargo, su trabajo para esta cinta es por lejos uno de los más satisfactorios del compositor. Otro trabajo que el director solía recordar como uno de sus mejores ejercicios musicales al interior de la AIP, es la banda sonora de la cinta, “Cry of the Banshee” (1970), también protagonizada por Vincent Price, y la cual se caracterizaba por tener pasajes realmente oscuros y una serie de elementos que la diferenciaban del resto de la música creada para las cintas de horror de la época.
Sin embargo, Baxter no solo se dedicaría a componer música para films de terror. También participaría en la serie de “comedias playeras” del director William Asher, entre las que se encuentran,“Beach Party” (1963), “Bikini Beach” (1964), “Beach Blanket Bingo” (1965), y “How to Stuff a Wild Bikini” (1965), entre otras, las cuales presentarían composiciones bastante ligadas a la música rock. Por otra parte, aparecen sus trabajos para los films, “Wild in the Streets” (1968) y “The Mini-Skirt Mob” (1968), donde el compositor mezcla algunos ritmos propios del jazz y del rock, además de aportar con algunas piezas musicales más propias de lo que seria la música disco de los setenta. Es evidente que a Baxter poco le importaba la calidad de la películas en las cuales trabajaba, su deseo era dar a conocer su música sin importar el medio utilizado para dicho fin. El compositor jamás rechazó un trabajo, lo que lo llevó a componer la banda sonora de la cinta erótica, “All the Loving Couples” (1969). Dada la naturaleza del film, esta sería una de las pocas ocasiones en las que Baxter trabaría utilizando un seudónimo, en este caso el de Casanova.
Baxter trabajaría para la AIP hasta principios de los setenta. Dentro de las más de cincuenta bandas sonoras que compuso para el estudio, cabe recordar aquellas que escribió para “Man With the X-Ray Eyes” (1963), “Dr. Goldfoot and the Girl Bombs” (1966), “The Dunwich Horror” (1970), y “Frogs” (1972). Para esta última cinta, Baxter crearía la música utilizando solo sonidos sintetizados, los cuales correspondían al sonido emitido por los sapos. Este extraño experimento, el cual llevó a cabo sin la ayuda de nadie, obtuvo el reconocimiento de incluso de aquellos que habían mirado en menos la carrera cinematográfica del genial músico. Ya para la década de los setenta, Baxter comenzaría a experimentar las consecuencias de haberse quedado estancado en cintas de escaso presupuesto. Los problemas artísticos del músico no respondían a la calidad de sus obras, sino a la estigmatización de la que fue víctima. Después de tantos años trabajando para la AIP, pasó a ser considerado solo como un compositor serie B. Su trabajos tanto en la industria cinematográfica como discográfica disminuirían drásticamente. Sus trabajos más importantes durante este periodo, serían sus colaboraciones con las serie de televisión, “Cliffhangers: The Curse of Dracula” (1979), y “Buck Rogers in the 25th Century” (1979).
Durante la década de los ochenta, Baxter prácticamente no tendría trabajos. La última cinta en la que Baxter colaboró fue el telefilme, “Lightning In a Bottle” (1993), un drama protagonizado por Lynda Carter. Durante los noventa, el músico finalmente obtendría el reconocimiento que se merecía, lo que atrajo un nuevo interés en la obra del compositor. Es por esta razón que algunas de sus viejas canciones forman parte de bandas sonoras de cintas como “Wild at Heart” (1990), y “Jackie Brown” (1997). Lamentablemente, cuando Baxter comenzaba a disfrutar del renacimiento de su carrera, su salud comenzó a empeorar y su capacidad de disfrutar la vida se vió mermada por las sesiones diarias de diálisis a las que tenía que ser sometido. En noviembre de 1995, se organizó un concierto en honor al músico, en el cual se iban a presentar varias de las composiciones de este para el cine. Sin embargo, Baxter no pudo asistir debido a su delicado estado de salud, y a que su senilidad le hacía imposible procesar el hecho de que el concierto era en honor a su obra. El 15 de enero de 1996, a los 73 años de edad, Les Baxter fallecería a causa de sus problemas renales y cardíacos, abandonando este mundo con el estatus de músico de culto. Es por esto, que la próxima vez que revisen uno de los films producidos por la AIP y se pregunten quien es el responsable de aquella efectiva y atmosférica banda sonora, recuerden el nombre de aquel virtuoso llamado Les Baxter.
por Fantomas.
1 comentario:
por lo que leido este compositor ha hecho B.S.O de pelis muy buenas aunque sean pelis poco conocidas (algunas claro) no lo conozco pero le comentare a un colega sobre el que es coleccionista de B.S.O y seguro que me dice algo sobre el
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