lunes, 10 de mayo de 2010

Ray Milland: Un actor tristemente subvalorado.

Reginald Alfred John Truscott-Jones, más conocido como Ray Milland, nació el tres de enero de 1907, en Neath, Gales. Antes de convertirse en actor, él fue miembro de la Guardia Real Británica. Debido a que era un tirador experto, se convirtió en miembro del equipo de tiradores de su compañía, ganando un buen número de prestigiosas competencias. Su estadía en la Guardia Real además le serviría para convertirse en un avezado jinete, habilidad que posteriormente utilizaría en algunas de sus cintas. Cuando cumplió cuatro años de servicio en el ejército, Milland decidió probar suerte en la actuación. En su autobiografía “Wild-eyed in Babylon”, el actor recuerda la discusión que tuvo con su agente respecto al cambio de su nombre antes de entrar a la industria cinematográfica británica; “La verdad es que no me importa cómo me llames. Pero debes mantener la inicial ´R´ debido a que mi madre la ha grabado en mis maletas. Pero si tu no vienes con algo pronto, voy a empacar mis maletas y voy a volver a la tierra de los molinos (mill-lands) de donde provengo” Desde ese momento, Reginald Truscott-Jones pasaría a ser conocido como Ray Milland. Su debut cinematográfico sería en la cinta “The Plaything” (1929).

Al mismo tiempo que participaba con papeles secundarios en algunas películas producidas por la British International Pictures, Milland trabajaba en el teatro. Precisamente, él sería descubierto por un buscador de talentos hollywoodense mientras estaba participando en una obra teatral en Londres. Gracias a esto, en 1930 Milland emprendió viaje a norteamérica donde participaría como extra en dos films de la Metro-Goldwyn-Mayer, antes de ser contratado por la Paramount Pictures. Durante un buen tiempo, Milland interpretaría papeles secundarios en más de veinte films, entre los que se destacan “Blonde Crazy” (1931), “Charlie Chan in London” (1934), y “The Glass Key” (1935). En 1936, Milland participaría en la comedia “The Big Broadcast of 1937”, y en la cinta de aventuras “Jungle Princess”, las cuales comenzarían a cimentar su camino al estrellato. Debido a su apariencia y a su seductora voz, durante la década de los treinta Milland interpretó mayormente a estirados galanes en una serie de comedias livianas y dramas como “Three Smart Girls” (1936), “Easy Living” (1937), y “Hotel Imperial” (1939). Durante la filmación de esta última cinta, el actor sufrió un accidente que casi le costó la vida. Una de las escenas en las cuales participaba requería que su personaje liderara a un grupo de jinetes a través de un pequeño pueblo. Al ser un jinete experto, Milland insistió en participar en la escena. Tal y como estaba escrito en el guión, el actor saltó con su caballo con la mala suerte que su montura se soltó, enviándolo por los aires contra una pila de troncos. Milland pasaría varias semanas hospitalizado debido a las múltiples fracturas que sufrió debido al accidente.


Sin lugar a dudas, la cinta más recordada de la primera etapa del actor sería el film de aventuras “Beau Geste” (1939), la cual además contaría con la participación de Gary Cooper, Robert Preston, y Brian Donlevy. El éxito de “Beau Geste” (cinta que suele ser reconocida como el mejor film acerca de la legión extranjera jamás filmado) ayudó a impulsar las carreras de todos los involucrados. Pese a esto, Milland seguiría interpretando roles secundarios en diversos films durante los siguientes tres años. Cuando el actor se encontraba filmando el drama bélico “I Wanted Wings” (1941), junto a William Holden y Brian Donlevy, acompañó a un piloto a probar un aeroplano que se iba a utilizar en la cinta. Cuando se encontraban en el aire, Milland quiso realizar un salto en paracaídas (el actor era un ávido paracaidista aficionado), pero cuando estaba a punto de saltar, el piloto se percató que se estaba acabando el combustible por lo que debían aterrizar de emergencia. Una vez que habían aterrizado en el hangar, Ray comenzó a relatar sus deseos de lanzarse en paracaídas. Mientras lo hacía, el encargado del vestuario se puso pálido. Cuando le preguntaron que le sucedía, este le dijo al actor que el paracaídas que él había puesto en el avión era sólo de utilería.

Ya para 1942, Milland había demostrado con creces que era capaz de sobrellevar roles secundarios, por lo que deseaba que se le otorgara la oportunidad de interpretar un papel protagónico. Dicha oportunidad la obtendría en la cinta “Reap the Wild Wind” (1942), del director Cecil B. DeMille, la cual estaría coprotagonizada por John Wayne. El drama de marineros es interesante por varios motivos, principalmente por el hecho de que es la única cinta donde John Wayne no sólo pierde a la chica a manos de su rival (Milland), sino que además pasa de héroe a villano. Su actuación en este film le permitiría conseguir otros roles protagónicos en cintas como “Lady in the Dark” (1944), “The Uninvited” (1944), y “Ministry of Fear” (1944). Cuando la Segunda Guerra Mundial comenzó, Milland intentó enlistarse en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, pero fue rechazado debido a un problema que presentaba en su mano izquierda. Debido a esto, el actor trabajó como instructor de vuelo para el ejército, y se sumó a una gira de la United Service Organization en 1944.

A mediados de los cuarenta, Milland se había posicionado como un actor confiable en la industria hollywoodense, pero aún no era considerado como un gran actor. Sin embargo, eso estaría a punto de cambiar. En 1944, el director Billy Wilder escogió a Ray Milland para interpretar al escritor alcohólico que protagoniza la cinta “The Lost Weekend” (1945). Virtualmente todos en Hollywood le insistieron al director que Milland no era el actor indicado para el papel, y que probablemente su participación en la cinta afectaría sus resultados de taquilla. Incluso el mismo Milland llegó a dudar de sus capacidades como actor, pues sabía que el papel era increíblemente demandante. Pero Wilder no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer, por lo que convenció al actor de que el rol probablemente le valdría el Oscar al mejor actor. El tiempo demostraría que la elección del director había sido la correcta. La actuación de Milland fue realmente sorprendente. Durante la filmación de “The Lost Weekend”, el actor subsistió a base de pan tostado y café para adquirir el aspecto demacrado que el papel requería. Además pasó bastante tiempo en la sala de recuperación del hospital Bellevue investigando para el rol. Tanto el film como la preparación de Milland establecieron un nuevo estándar en la industria hollywoodense, lo que obviamente le valió el beneplácito de la crítica. Además de ganar el Oscar al mejor actor, Milland ganó un Globo de Oro por su participación en el film. La cinta por su parte, ganó cinco premios Oscar en total, incluyendo mejor película y mejor director para Wilder.

Durante el resto de la década de los cuarenta y principios de los cincuenta, Milland continuó consolidando su carrera como actor en films de cine negro como “The Big Clock” (1948), “The Thief” (1952), y “The Girl in the Red Velvet Swing” (1955), y en cintas de suspenso como “Dial M for Murder” (1954), del director Alfred Hitchcock, donde tuvo la oportunidad de trabajar junto a Grace Kelly. Además trabajó junto a Gene Tierney en el drama “Close to my Heart” (1951), el cual relataba el proceso que debía seguir una pareja con el fin de adoptar a un niño; la cinta no sólo puso sobre el tapete el debate de “la crianza versus la paternidad”, sino que además abrió la discusión acerca del proceso de adopción. Para el actor el tema no le era desconocido debido a que años antes había adoptado a una niña a la que llamaría Victoria. Ray Milland se mantuvo ocupado con diversos proyectos durante las siguientes décadas, pero la calidad de sus trabajos nunca alcanzaría el nivel de las producciones en las que participó durante el periodo comprendido entre fines de los treinta a finales de los cincuenta. Durante la segunda mitad de los cincuenta, el actor trabajaría mayormente en televisión, marcando el inicio del declive de su carrera. Sin embargo, durante este periodo Milland aprovecharía de incursionar como director tanto en el cine como en la televisión, debutando en este ámbito con la cinta “A Man Alone” (1955). En total Milland dirigiría cinco largometrajes entre 1955 y 1968, siendo el más exitoso de estos la cinta de ciencia ficción, “Panic in Year Zero!” (1962).

Se dice que la principal razón por la cual Milland fue dejado de lado por los grandes estudios, fue la calvicie que lo aquejó a temprana edad. Durante la filmación de “Reap the Wild Wind” (1942), el personaje interpretado por el actor tenía el cabello rizado. Como el cabello de Milland era liso, los estilistas del estudio utilizaron una serie de fierros calientes para rizarle el cabello. Años más tarde, el actor sintió que este procedimiento había sido el responsable de su calvicie prematura, la que finalmente lo forzó a dejar los papeles protagónicos para regresar a los roles secundarios antes de lo que él lo hubiese deseado. Con la edad, la apariencia de galán de matiné de Ray Milland se desvaneció para dar paso a una imagen más siniestra que le sirvió para participar en una serie de cintas de horror y ciencia ficción de bajo presupuesto durante los sesenta. Fue así como participó en algunas producciones de la American International Pictures como por ejemplo “Premature Burial” (1962) y “The Man With the X-Ray Eyes” (1963), y en el telefilme “Daughter of the Mind” (1969), el cual marcó su segunda colaboración con Gene Tierney. Durante los setenta, Milland continuaría trabajando en films serie B de dudosa calidad como “Frogs” (1972), y “The Things With Two Heads” (1972), y esporádicamente participaría con roles secundarios en cintas de mayor presupuesto como “Love Story” (1970), y “Escape to Witch Mountain” (1975).

La última etapa de su carrera estaría marcada por su participación en diversas series de televisión y en cintas de bajo presupuesto, siempre interpretando roles secundarios. Su último film sería “The Masks of Death” (1984), el cual presentaba a un jubilado Sherlock Holmes interpretado por Peter Cushing. Ray Milland fue uno de los actores más prolíficos de su generación. Participó en más de cien películas de diversos géneros, trabajó varios años en el medio televisivo, y además se dio el lujo de dirigir algunos largometrajes. A este actor poco le importaba si el proyecto en el que estaba participando estaba amparado por los grandes estudios o era una producción independiente; siempre procuró dar lo mejor de sí, imprimiéndole credibilidad y elegancia a cada uno de los roles que interpretó. A diferencia de muchas estrellas hollywoodenses de la época, Milland llevó una vida tranquila junto a su esposa Malvina Webber, con quien estuvo casado durante 54 años, y sus hijos Victoria y Daniel. Ray Milland falleció el 10 de marzo de 1986 debido al cáncer al pulmón que lo aquejaba. Atrás dejó una carrera admirable y un legado marcado por más de una docena de actuaciones memorables.



por Fantomas.

6 comentarios:

Dialoguista dijo...

Interesantísima entrada, a todo nivel. ;-) Primero que desconocía en absoluto tooodo lo que nos contas sobre el actor, creo apenas haberlo visto en un par de películas y probablemente en más sin que lo recuerde(tal vez como secundario ;-) ). Agradezco esas anecdotas como sobre el porqué del nombre o el tema del paracídas (Ayyyyyyy).
Y además, me llevó una lista de varios títulos que despertaron mi interés y que no vi.
Y este si que tuvo una vida alejada del escandalo, ja, 54 años de matrimonio ;-S
Un gustazo siempre venir por acá ;-)

Muertevideano dijo...

Ray Milland siempre me pareció un actor excelente con cierta "malignidad" en el rostro que lo hacía especial para los papeles algo malosos, excelente nota, gracias

Fantomas dijo...

- Dialoguista: Primero, me alegro que te haya gustado el artículo. Ray Milland era un gran actor que lamentablemente pasó desapercibido en su momento. Lo más importante es que era un profesional a toda prueba, cosa que demostró en cada una de las cintas en las cuales trabajó, aún cuando estas no eran del mejor nivel.

- Muertevideano: En lo particular, de Milland me gustan bastante las películas que realizó durante los sesenta, en especial "The Man With the X-Ray Eyes" y "Premature Burial" donde interpreta a hombres consumidos por sus miedos y ambiciones que finalmente terminan convirtiéndose en una suerte de villanos. Demás está decir que su papel como villano en "Dial M for Murder" es realmente memorable.

Gracias a ambos por sus comentarios,
Saludos ;)

Muertevideano dijo...

Fantomas me hiciste reconrdar el final cuando el tipo se saca los ojos, lo vi de chico ...creo que por eso quedé así

un abrazo

PEPE CAHIERS dijo...

A mi me impactó su interpretación fatalista en "La obsesión" de R. Corman. Desde entonces quiero que me hagan un entierro como los indios, al aire libre y encima de una parihuela.

LA GUARIDA DEL EREMITA

Quimerico Inquilino dijo...

Que gran actor que cada vez me gusta más. Merecidísima (y muy interesante)entrada dedicada al bueno de Milland. Si le tengo que destacar, por supuesto en "La obsesión" y sobre todo "El hombre con rayos X..."

Saludos!

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