Myrna Adele Williams, más conocida como Myrna Loy, nació el 2 de agosto de 1905 en Radersburg, Montana. Hija de Adelle Mae y David Franklin Williams, Myrna fue nombrada en honor a un nombre de una estación de trenes que le gustó a su padre. Él, además de ser granjero, banquero y corredor de propiedades, a los 23 años de edad se convirtió en el hombre más joven en ser electo como gobernador del estado de Montana. Su madre en cambio, sentía una mayor atracción por el mundo artístico lo que la llevó a estudiar música en el Conservatorio Americano de Música de Chicago. Durante el invierno de 1912, la madre de Loy estuvo a punto de morir a causa de una neumonía, por lo que su padre las envió a La Jolla, California. Aunque Adelle intentó convencer a su esposo que se mudara a California de manera permanente para así tener un mayor control de las propiedades que poseía en el lugar, este prefería la vida campestre por lo que eventualmente los tres regresaron a Montana. Al poco tiempo después, la madre de Myrna tuvo que someterse a una histerectomía, razón por la cual ella, Myrna y su hermano David se mudaron a Los Ángeles, donde Myrna comenzaría a tomar clases de danza. Tras la cirugía, la familia regresó a Montana, y a los 12 años de edad Myrna tuvo su debut teatral; un musical coreografiado por ella el cual estaba basado en “The Blue Bird” perteneciente a la Rose Dream Operetta.
En noviembre de 1918, aún devastada por el fallecimiento de su padre, Myrna sintió que debía responsabilizarse de su madre y de su hermano. Poco después de este acontecimiento, la familia se mudó a Culver City donde Myrna y su madre pudieron dar rienda suelta a su sueño de convertirse en artistas. Además de asistir al exclusivo Westlake School para Señoritas, Myrna continuó estudiando danza y música. Cuando las maestras de su colegio se mostraron reacias a que ella continuara participando en las artes teatrales, Myrna se matriculó en la Venice High School cuando tenía quince años, lo que le permitió participar en algunas obras teatrales a nivel local. En 1921, Loy posó para el escultor Harry Winebrenner, dando como resultado una estatua titulada “Spiritual”, la cual hasta el día de hoy se encuentra situada en el frontis de la Venice High School. La joven abandonaría la secundaria cuando tenía 18 años para ayudar económicamente a su familia. Ella obtendría un trabajo como bailarina en el Egyptian Theatre, donde participaría en elaboradas secuencias musicales que servían como introducción a los films mudos que se proyectaban en el lugar. Durante este periodo, Myrna tendría la posibilidad de ver a la actriz Eleonora Duse en la obra “Thy Will Be Done”, cuyas sencillas técnicas actorales provocaron un fuerte impacto en la joven, al punto que intentaría emularlas a lo largo de su carrera.
Con el fin de promocionar el Egyptian Theatre, el fotógrafo Henry Waxman realizó una serie de fotografías en las cuales aparecía Myrna Loy. Paralelamente, Rudolph Valentino y su esposa Winifred Shaunnessy (quien era más conocida como Natacha Rambova) estaban buscando a una actriz que pudiera interpretar el rol protagónico en “Cobra” (1925), el primer proyecto independiente producido por el actor. Si bien Myrna se presentó al casting, el rol finalmente recayó en la actriz Gertrude Olmstead. Sin embargo, la experiencia despertó el interés de Loy por el cine. Ese mismo año, conseguiría un papel como extra en los films “The Wanderer” (1925) y “Pretty Ladies” (1925), donde en esta último participaría como una de las muchachas de un coro junto a la entonces novata Joan Crawford. Posteriormente se presentaría sin éxito al casting de la cinta “Ben-Hur” (1925), intentando conseguir el rol de la Virgen María. Sería gracias al pequeño rol que obtuvo en el film “What Price Beauty?” (1925), que Myrna Adele Williams logró llamar la atención de los ejecutivos de la Warner Bros, estudio en el que cambiaría su apellido a Loy. Ella firmó un contrato de siete años con el estudio, con un sueldo de $75 dólares a la semana.En noviembre de 1918, aún devastada por el fallecimiento de su padre, Myrna sintió que debía responsabilizarse de su madre y de su hermano. Poco después de este acontecimiento, la familia se mudó a Culver City donde Myrna y su madre pudieron dar rienda suelta a su sueño de convertirse en artistas. Además de asistir al exclusivo Westlake School para Señoritas, Myrna continuó estudiando danza y música. Cuando las maestras de su colegio se mostraron reacias a que ella continuara participando en las artes teatrales, Myrna se matriculó en la Venice High School cuando tenía quince años, lo que le permitió participar en algunas obras teatrales a nivel local. En 1921, Loy posó para el escultor Harry Winebrenner, dando como resultado una estatua titulada “Spiritual”, la cual hasta el día de hoy se encuentra situada en el frontis de la Venice High School. La joven abandonaría la secundaria cuando tenía 18 años para ayudar económicamente a su familia. Ella obtendría un trabajo como bailarina en el Egyptian Theatre, donde participaría en elaboradas secuencias musicales que servían como introducción a los films mudos que se proyectaban en el lugar. Durante este periodo, Myrna tendría la posibilidad de ver a la actriz Eleonora Duse en la obra “Thy Will Be Done”, cuyas sencillas técnicas actorales provocaron un fuerte impacto en la joven, al punto que intentaría emularlas a lo largo de su carrera.
Durante la época en que Loy trabajó en cintas de cine mudo, por lo general le tocó interpretar papeles de vampiresas o femme fatales. Su primer rol importante lo obtendría en el film “Across the Pacific” (1926), lo que la ayudaría a obtener roles más exóticos en cintas como “A Girl in Every Port” (1928), “The Crimson City” (1928), “The Black Watch” (1929), y “The Desert Song” (1929), entre otras. A la actriz le tomaría bastantes años poder desligarse del estereotipo en el que fue encasillada, y recién a fines de 1932 pudo demostrar su versatilidad en el film “Thirteen Women”. Previo a su participación en dicha cinta, Loy interpretó pequeños roles en un buen número de musicales como “The Jazz Singer” (1927), “The Show of Shows” (1929), “The Bride of the Regiment” (1930), y “Under a Texas Moon” (1930). Debido a su participación en estos films, el público comenzó a asociarla con roles musicales, lo que provocó que su carrera sufriera un duro revés. En 1929, a causa de la Gran Depresión, la actriz dejó la Warner y trabajó durante algún tiempo como agente libre. Durante este periodo, el productor de la MGM, Arthur Hornblow (quien posteriormente se convertiría en su primer esposo), le otorgaría a Myrna un papel en la cinta “The Devil to Pay” (1930), y a fines de 1931 la actriz firmaría un contrato con el estudio, tras lo cual participó en su primera comedia titulada “Love Me Tonight” (1932).
En esa época, Myrna Loy era el objeto de deseo de muchas estrellas hollywoodenses, entre los que se encontraban John Barrymore, Leslie Howard y Clark Gable. De hecho, en una ocasión Gable intentó besarla tras una noche de juerga. Al ver las intenciones del actor, Loy reaccionó empujándolo hacia unos arbustos que estaban en el patio de su casa. Y es que durante ese periodo, Myrna estaba involucrada sentimentalmente con Arthur Hornblow, quien constantemente le aseguraba que estaba haciendo lo posible por divorciarse de su esposa en ese momento. En 1934 ella participó en la cinta de gánsteres, “Manhattan Melodrama”, la cual es recordada debido a que John Dillinger fue baleado por los agentes del FBI cuando este se escabulló del cine donde estaban proyectando el film. El gran salto en la carrera de la actriz llegaría ese mismo año, cuando co-protagonizó con William Powell la cinta de detectives, “The Thin Man”, la cual estaba basada en una novela de Dashiell Hammett. La historia de cómo la actriz fue seleccionada para interpretar el papel de Nora Charles no deja de ser curiosa; en una de las tantas fiestas hollywoodenses a las que asistía en ese entonces, el director W. S. Van Dyke la empujó a una piscina para ver cuál sería su reacción. Su aplomo al momento de enfrentar la situación resultó ser justo lo que el director estaba buscando.
Pese a que Louis B. Mayer se resistía a la idea de que Loy interpretara el papel debido a que consideraba que era una actriz dramática, Van Dyke logró llegar a un acuerdo con la cabeza de la MGM; no sólo filmaría la cinta en tres semanas, sino que también le pidió a Loy que se comprometiera a filmar el drama “Stamboul Quest” (1934). Para sorpresa de muchos, “The Thin Man” resultó ser todo un éxito, y la actuación de Myrna Loy fue alabada por la crítica. El film además resultó ser el inicio de la lucrativa sociedad entre la actriz y William Powell, quienes trabajaron juntos en catorce cintas convirtiéndose en una de las parejas más prolíficas de la historia de Hollywood. Luego de participar en más de 80 películas como vampiresa o mujer exótica, Myrna se convirtió en la “esposa perfecta”. Incluso se formaron clubes que expresaban abiertamente su deseo de convertir a la actriz en su esposa. En cuanto a los planes de matrimonio de Loy, ella aún estaba esperando que Arthur Hornblow se divorciara. Pese a su reciente popularidad, la actriz sentía que la MGM no estaba velando por sus intereses. No ganaba ni la mitad del salario que recibía William Powell, por lo que luego de viajar a Europa con Hornblow ella retornó a Nueva York y no a Hollywood. Tras un año alejada de la gran pantalla finalmente consiguió lo que deseaba; Louis B. Mayer le subió el sueldo y le otorgó un bono de $25.000 dólares.
Myrna pronto se puso a trabajar en una serie de cintas como “Whipsaw” (1935) con Spencer Tracy, “Wife vs. Secretary” (1936) con Clark Gable, y “The Great Ziegfeld” (1936) con William Powell. Por otro lado, Arthur Hornblow finalmente obtuvo el divorcio tras lo cual se casó con la actriz en México, el 27 de junio de 1936. Entre 1934 y 1939, Myrna Loy realizó 21 películas, incluyendo “Parnell” (1937) con Clark Gable. Durante el lanzamiento de la cinta, Gable y Loy fueron votados como el Rey y la Reina de las películas. Más de veinte millones de personas participaron en la encuesta que convirtió a la pareja de actores en soberanos de Hollywood. Como era de esperarse, en la MGM quisieron aprovechar la creciente popularidad de la pareja, por lo que los reunieron en las cintas “Test Pilot” (1938) y “Too Hot to Handle” (1938). En el verano de 1939, Myrna y su marido se fueron a Europa por tres semanas. En su viaje se toparon con la amenaza de la guerra en todos los lugares que visitaron. Cuando la guerra estalló, Myrna participó en una serie de actividades que tenían como objetivo recaudar dinero para organizaciones como la Cruz Roja. Durante ese periodo, su matrimonio estaba pasando por una crisis debido a que no podía pasar mucho tiempo junto a su marido, quien era sumamente controlador y perfeccionista. Esto provocó que la actriz se divorciara en marzo de 1942.
Seis días después de su divorcio con Arthur Hornblow, Loy contrajo matrimonio con John Hertz Junior. Él era un publicista que provenía de una familia bastante adinerada, y había estado cortejando a la actriz apenas esta obtuvo el divorcio. Debido a lo vulnerable que se sentía Myrna en aquel entonces, le resultó difícil resistirse a los encantos de Hertz. Lamentablemente para ella, su nuevo matrimonio y su excesiva actividad social durante la guerra la alejaron por un tiempo del trabajo en los estudios. Su nuevo esposo no deseaba que siguiera trabajando en el cine, y por un tiempo Myrna no tuvo objeciones al respecto. Sin embargo, la actriz continuó su labor social visitando mayormente hospitales militares. No pasaría mucho tiempo antes de que Loy se percatara de que su nuevo marido era neurótico, posesivo y abusivo. Eventualmente ellos se separarían y la actriz regresaría a Hollywood para comenzar a trabajar en “The Thin Man Goes Home” (1945). En 1945, Myrna comenzaría una relación con el Comandante Gene Markey, quien había estado casado anteriormente con Joan Bennett y Hedy Lamarr. Ellos contrajeron matrimonio en 1946, y ese mismo año Myrna abandonó la MGM luego de trabajar durante 15 años en el estudio. A su gusto, hacía bastante tiempo que los ejecutivos del estudio la habían dejado de lado, por lo que no le ofrecían roles que despertaran su interés.
El primer rol que obtendría la actriz luego de abandonar la MGM sería el de Milly en la cinta “The Best Years of Our Lives” (1946). Según la misma actriz, este sería uno de los roles más importantes de su carrera. Posteriormente trabajaría con Cary Grant en los films “The Bachelor and the Bobbysoxer” (1947) y “Mr Blandings Builds His Dream House” (1948). Como Loy era una democrata declarada, ella fue una de las primeras actrices que fue acusada de tener nexos con el Partido Comunista durante la caza de brujas llevada a cabo por el Senador McCarthy. Myrna incluso apareció en una lista publicada por el Hollywood Reporter, de la cual sólo fue eliminada luego de presentar una demanda por un millón de dólares contra el periódico. Loy junto a otros actores decidieron combatir el accionar del Comité de Actividades Antiamericanas formando el Comité de la Primera Enmienda. Mientras se encontraba luchando contra la caza de brujas en Hollywood, la actriz se hizo amiga de Jan Masaryk, el líder demócrata cuyo país (la entonces Checoslovaquia) estaba siendo dominado lentamente por los comunistas. Luego de su muerte (un supuesto suicidio que posteriormente se convirtió en asesinato), Myrna comenzó a trabajar para la Asociación Americana para las Naciones Unidas. Además se involucró con la labor de la UNESCO, lo que de seguro le trajo más de una satisfacción.
Paralelamente, ella y su marido Gene Markey fundaron a fines de los cuarenta la Charter Films, su propia compañía de producción. Desafortunadamente, su matrimonio comenzó a tener problemas debido a los numerosos amoríos de Markey, por lo que terminaron divorciándose en 1950. Luego de filmar en Europa la cinta “If This Be Sin” (1949), del director Alexander Korda, Loy aprovechó de viajar por Europa y continuar colaborando con la UNESCO, hasta que eventualmente regresó a Hollywood para filmar “Cheaper By the Dozen” (1950). Luego retornaría a Europa, donde comenzaría una relación sentimental con Howland Sargeant quien era parte de la delegación de la UNESCO. Cuando regresó a los Estados Unidos en junio de 1950, Myrna se estableció en Washington y Nueva York, donde continuó visitando hospitales y contrajo matrimonio con Sargeant el primero de junio de 1951. Durante el resto de la década, Loy participó en algunas series de televisión y en unos pocos films, dándole mayor importancia a su labor en la Naciones Unidas, y a su participación en política. Tras ocho años de matrimonio, ella se divorciaría de Howland Sergeant.
Luego de años intentando persuadirla, en 1963 Myrna Loy aceptó trabajar durante el verano en una obra teatral. Dicha obra sería “Marriage-go-Round”, y la actriz se mostraría bastante insegura de sus condiciones. Sin embargo, lograría demostrar su talento actoral y con el transcurso de los años siguió trabajando en teatro. De hecho, en 1973 debutaría en Broadway con la obra “The Women”, y posteriormente fundaría la American Place Theatre, una fundación sin fines de lucro cuyo objetivo era ayudar en el desarrollo de nuevos escritores. Ella continuó trabajando en cine y televisión, siendo su último largometraje la comedia “Just Tell Me What You Want” (1980). Myrna Loy fallecería el 14 de diciembre de 1993, debido a algunas complicaciones que sufrió durante una cirugía. Al igual que otros prestigiosos actores como Cary Grant, ella nunca recibió un Oscar por ninguno de los roles que interpretó en las más de cien películas en las cuales participó. Sin embargo, en 1991 recibió un Oscar honorario en reconocimiento por sus “extraordinarias cualidades, tanto en la pantalla como fuera de ella, las cuales demostró en un sinnúmero de inolvidables interpretaciones”. Myrna Loy dedicó su vida a realizar múltiples actividades, invirtiendo siempre la misma cantidad de entusiasmo y entrega. Ella fue una mujer trabajadora, leal a sus amigos y a las causas que creía justas, demostrando que no sólo era una actriz glamorosa, sino que también era un ser humano excepcional.
por Fantomas.
4 comentarios:
En la escena de "Los mejores años de nuestra vida", cuando el marido vuelve de la guerra y le dá una sorpresa, ella está sencillamente magnífica.
- Pepe Cahiers: Y es increíble que pese a lo buena actriz que era nunca haya sido nominada a un Oscar. Comentario aparte, su participación en la saga "Thin Man" también resulta magnífica e inolvidable.
Saludos ;)
Muy buen artículo, saludos desde www.nuevoinfocinema.blogspot.com
Cada vez que la veo desde niño me vuelvo a enamorar de esta actriz.
poco importa si tuvo un Oscar, era una verdadera estrella
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