miércoles, 9 de julio de 2008

The Devil Rides Out: El acercamiento de la Hammer al tema esotérico.

“The Devil Rides Out” (1968), es un film de terror del director Terence Fisher, el cual está protagonizado por Christopher Lee, Charles Gray y Niké Arrighi.

Cuando Simon Aron (Patrick Mower) no asiste a una reunión anual, sus amigos Rex van Ryn (Leon Greene) y el Duque de Richleau (Christopher Lee), deciden ir en su búsqueda para ver que le ha sucedido. Es entonces cuando se enteran que Simon se ha unido a una secta satánica liderada por un hombre llamado Mocata (Charles Gray), el cual controla a sus seguidores mediante ritos hipnóticos y magia negra. Decididos a salvar a su joven amigo, Van Ryn y el Duque de Richleau se verán obligados a realizar un peligroso ritual, el cual perfectamente puede costarles la vida.


En Septiembre del año 1963, los derechos de tres novelas del escritor Dennis Wheatley (“The Devil Rides Out”, “The Satanist” y “To the Devil a Daughter”) pasaron a manos de las compañías productoras Michael Stainer-Hutchins y Peter Daw Ltd. Ese mismo año, James Carreras, quien estaba a cargo de la productora británica Hammer Films, decidió seguir el consejo del actor Christopher Lee y se asoció con Stainer-Hutchins y Peter Daw, con la intención de llevar las tres novelas de Wheatley a la pantalla grande. Aún cuando el productor y guionista Anthony Hinds consideraba que las obras de Wheatley eran sumamente aburridas, de todas formas le encargó al escritor norteamericano John Hunter la adaptación de “The Devil Rides Out”. Irónicamente, Hinds rechazaría el primer borrador de Hunter por considerarlo “demasiado británico”. Debido a esto, la tarea de escribir el guión del proyecto recaería en la figura de Richard Matheson, quien recientemente había trabajado en otra producción de la Hammer titulada “Fanatic” (1965). Lamentablemente, el proceso de producción se retrasaría debido a la controversia generada por el film “The Witches” (1965), el cual también tocaba el tema del satanismo. Un par de semanas antes de que esta cinta fuese estrenada, John Trevelyan, quien en ese entonces estaba a la cabeza del Consejo Británico de Calificación Cinematográfica, aseguró que no iban a aceptar la mala utilización de emblemas católicos, ni tampoco que se parodiase a la religión católica, lo que obviamente preocupó a los ejecutivos de la Hammer.

Durante el verano del año 1966, una vez que esta controversia perdió fuerza, comenzó el esperado proceso de producción de “The Devil Rides Out”. Cuando el rodaje del film finalizó, un exhausto Christopher Lee le envío un sentido mensaje a su club de fanáticos: “Dos semanas atrás terminó el rodaje de ´The Devil Rides Out´, luego de cinco noches increíblemente desagradables bajo la lluvia y la humedad de los bosques cercanos a los Estudios Pinewood… Tengo mucha fe en este film, el cual me permitirá, de una vez por todas, demostrar que puedo interpretar un rol completamente normal”. Lamentablemente, no todo el mundo era tan entusiasta con respecto a la cinta. En una entrevista, Anthony Hinds reconoció que tras ver el primer corte del film pensó que era horrible. Luego mencionaría: “Sin embargo, con un poco de paciencia, algo de edición y con una banda sonora realmente atmosférica, todo resultó bastante bien”. Al otro lado del Atlántico, los socios comerciales de la Hammer eran aún menos entusiastas. Joseph Sugar, quien en aquel entonces era el vice-presidente ejecutivo de la compañía Warner Bros-Seven Arts, estaba sumamente preocupado por el contenido último proyecto de la Casa del Martillo, el cual a su gusto no solo era altamente controversial, sino que además presentaba un tratamiento algo deficiente.

La historia de “The Devil Rides Out” comienza cuando el Duque de Richleau y Rex van Ryn van a visitar a su protegido Simon Aron, solo para descubrir que él se ha unido a una sospechosa asociación astrológica. El Duque pronto descubre que la asociación en verdad es una secta satánica liderada por un hombre que se hace llamar Mocata, quien no solo tiene un gran poder de oratoria, sino que además está instruido en las artes oscuras. Decido a ayudar a su amigo, el Duque decide llevar a Simon a su casa para liberarlo de la influencia de Mocata. Sin embargo, el joven termina regresando a los brazos del poderoso líder sectario en compañía de otra de sus discípulas, una muchacha llamada Tanith (Niké Arrighi). Cuando ambos están a punto de ser bautizados en honor a Satán, el Duque junto a un par de sus conocidos rescatan a la pareja de jóvenes de las garras del siniestro Mocata. Lamentablemente, el poder mágico de Mocata es absolutamente omnipresente. Es por esa razón que al interior de la casa donde el Duque y sus amigos están refugiados, se librará una cruenta batalla en la cual amenazadoras criaturas mágicas tomarán el rol de soldados en la eterna lucha del bien contra el mal.

Además de la presencia de diversos elementos esotéricos y religiosos, algo que sin duda resulta interesante de “The Devil Rides Out”, es la influencia que ejerce tanto el Duque de Richleau como Mocata sobre el resto de los personajes. Ambos hombres realizan un ejercicio extremo de manipulación utilizando métodos bastante similares, como por ejemplo la hipnosis y su innegable labia. En gran medida, tanto el Duque como Mocata buscan lo mismo: incluir a SImon en sus filas, ratificar sus normas como dogmas, y la obediencia ciega de quienes los rodean. Como es de esperarse, la lucha entre estos dos hombres inevitablemente sumirá al resto de los personajes en un caos vital, que oscilará entre las alucinaciones y el maniqueísmo, situando al satanismo y al cristianismo como una suerte de metáforas del desorden interno de una sociedad que fomenta el pensamiento único. De esta forma, toma fuerza la idea propuesta por Nietzsche acerca de la “muerte de Dios”. Al final del día, tanto el Duque como Mocata fabrican sus propias normas morales según su conveniencia, moldeando los designios de sus más cercanos, anulándolos como individuos, e integrándolos al rebaño que sigue fielmente la tradición y las creencias que ellos profesan con tanta convicción.

En cuanto a las actuaciones, la totalidad del elenco realiza un buen trabajo, en especial Christopher Lee y Charles Gray, quienes logran que sus personajes aún cuando presentan ciertas similitudes, exhiban un marcado antagonismo durante todo el transcurso del film. Lee no solo interpreta a la perfección al aristocrático y autoritario Duque de Richleau, sino que además logra convertirlo en un personaje carismático en gran medida gracias a que sus motivaciones son en principio nobles. Charles Grey por su parte, se luce como el maquiavélico y atemorizante Mocata, cuya magnética presencia lo eleva como uno de los villanos más memorables de la filmografía hammeriana. En cuanto al aspecto técnico de la producción, esta no solo cuenta con el maravilloso trabajo de fotografía de Arthur Grant, sino que también con el atractivo diseño de producción de Bernard Robinson, y con la increíblemente atmosférica banda sonora del compositor James Bernard. Lamentablemente, los efectos especiales, los cuales estuvieron a cargo de Michael Stainer-Hutchins, no resultan del todo convincentes. Esto en su momento significó un gran dolor de cabeza para Anthony Hinds, y en gran medida fue el motivo principal por el cual el productor se vio en la obligación de realizarle una serie de cambios al film, cuyo único objetivo era evitar que este se convirtiera en una simple parodia de temática esotérica.

Para sorpresa de todo el mundo, “The Devil Rides Out” recibió un gran número de críticas favorables al momento de su estreno. Y es que gracias a la actuación de Christopher Lee y Charles Grey, a la maravillosa banda sonora de James Bernard, a su atractivo apartado visual, y a la presencia de guión repleto de interesantes giros de tuerca y una infinidad de diálogos inteligentes, los deficientes efectos especiales que presenta el film se hacen completamente tolerables e incluso adquieren un encanto especial. Aún cuando por diversos motivos Terence Fisher no logró explotar todo el potencial de “The Devil Rides Out”, pese a que el director realiza un magnífico trabajo, de todas formas la producción hoy en día no solo es recordada como una de las últimas cintas de horror gótico memorables realizadas por la Hammer durante la década del sesenta, sino que además como la prueba fehaciente de que Christopher Lee era capaz de interpretar una diversidad de roles ajenos a la figura de Drácula. Es por esto que no resulta extraño que este sea el film preferido del actor, entre los que realizó bajo el alero de la llamada Casa del Martillo.




por Fantomas.

11 comentarios:

Damián de Haedo dijo...

Sos una enciclopedia de pelis olvidadas y ocultas. Te felicito!

Cesare dijo...

Interesantisima película de la etapa de madurez de la Hammer, los efectos si son algo chuscos, pero a día de hoy nadie se lo tendrá en cuenta a un film de la época... Hay que destacar el tempo de la escena del pentaculo, que llega a ser estremecedor...

Pliskeen (David Ribet) dijo...

El tema no me atrae mucho, pero si dirige Fisher, escribe Matheson e interpreta Lee...debería darle una oportunidad!

Saludos ;)

BUDOKAN dijo...

Ya con sólo ver el apastelado de los colores de los fotogramas nos damos cuenta que es algo sobre la Hammer. Muy buen recuerdo el de este film. Saludos!

Jorge - cinenovedades dijo...

Impecable reseña, como siempre. La verdad que el guión resulta bastante interesante, cosa que no extraña viniendo de un genio como Richard Matheson!
Me apunto para verla!
Saludos!

Anónimo dijo...

Hola Fantomas,si tu dices que es una de las mejores cintas de Fisher, entonces, tendre que verla. Eres una maquina comentando.Felicitaciones

Unknown dijo...

nunca había escuchado de esta película, se ve bastante interesante, me tinco, te le pediría para verla :P

...había olvidado preguntar algo na q ver con la reseña... la invitación del martes ya no va vdd?
bueno, eso..
un besi!
nos vemos o hablamos
cuidate!!!
q tengas un buen finde
te quiero, chauuu
=)

Igor Von Slaughterstein dijo...

Muy entretenida y con gran ambiente. Las interpretaciones si que son estupendas. Además del señor Lee, tenemos a Charles Grey, un actor que me encanta.

Saludos y excelente reseña!

Anxie dijo...

Hola... me intereso mucho tu blog de cine... yo tambien tengo uno en el que critico peliculas de toda indole.
Si te interesa pasate!...

Gracias!:..

Saludos! muy buena reseña!

Rey Nova dijo...

Tremenda joya del cine de horror, un gran filme. Particularmente los efectos visuales si bien se ven muy desfasados, no dejan de impresionarme, creo que se debe al hecho de ver a Christopher Lee tan convincente en su papel, junto con ese gran villano. Un gran articulo, muy bueno, Saludos.

ATXEIN dijo...

Gran reseña Fantomas¡¡

Me ha gustado mucho las comparaciones con otros tìtulos de la Hammer.. muy interesante si señor..

Aunque apra mi este tìtulo es muy grande¡¡

Un saludo¡

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