Tras sufrir un accidente automovilístico en medio de una solitaria carretera, Eun Soo (Chun Jung-Myeong) va a parar a una misteriosa cabaña repleta de dulces y juguetes, donde habita una extraña familia que parece estar dominada por los gustos y los caprichos de sus tres pequeños hijos. Aunque en un principio todo va bien, eventualmente el joven se da cuenta de que le es imposible escapar del bosque que rodea a la pequeña e idílica casa, cuyos habitantes esconden un oscuro secreto.
La trama de “Hansel and Gretel” gira en torno a un joven llamado Eun Soo, quien se encuentra de camino a ver su madre la cual está sumamente enferma, viaje que aprovecha para evitar afrontar el hecho de que está próximo a convertirse en padre. Mientras intenta contactarse con su novia, Eun Soo pierde el control del vehículo el cual va a dar al medio de un solitario bosque. Cuando logra recuperar el conocimiento, el joven se encuentra con una niña llamada Young Hee (Shim Eun-kyeong), quien le ofrece ayudar para salir del embrollo en el que se encuentra metido. Tras aceptar la ayuda de la pequeña, Eun Soo se ve obligado a pasar la noche en la casa de su inusual anfitriona, quien le recomienda que espere a que amanezca para intentar regresar a la carretera. Tan pronto como ingresa a la colorida casa de Young Hee, Eun Soo empieza a percibir que algo extraño sucede en el lugar. Junto a la niña, viven sus hermanos Jung-soon (Jin Ji-hye) y Man-bok (Eun Won-jae), y los padres de estos, quienes no parecen tener otra preocupación más que consentir a sus tres retoños. Sin embargo, lo que realmente le preocupa a Eun Soo, es que la cabaña parece estar completamente desconectada del resto del mundo, ya que no solo el único teléfono del lugar se encuentra en reparaciones, sino que además su celular no consigue captar señal alguna al interior de un lugar que parece estar sacado de un retorcido cuento de hadas.
Todo empeorará drásticamente para Eun Soo a la mañana siguiente, cuando se percata que la casa no solo se encuentra aislada en medio de la nada, sino que además el bosque que la rodea es un laberinto gigante el cual no parece tener salida. Para colmo, los padres de los niños deciden ausentarse sin previo aviso del lugar y por un tiempo indefinido, obligando al joven a hacerse cargo de los pequeños. Durante su estadía forzosa al interior de la casa, Eun Soo es testigo de una serie de acontecimientos extraños que parecen tener una raíz sobrenatural. Tenebrosos sonidos provenientes del techo, misteriosas figuras que deambulan amparadas en la oscuridad, y pasillos que parecen cambiar de forma con el correr de los minutos, son parte del repertorio siniestro que esconde la llamada “Casa de los Niños Felices”. Inevitablemente y de manera gradual, Eun Soo comienza a perder la razón al mismo tiempo que intenta por todos los medios descubrir el secreto que esconden con tanto recelo Young Hee y sus hermanos, antes de que sea demasiado tarde para él y para una pareja de desconocidos que no son lo que aparentan ser.
Aún cuando la cinta explora el lado más siniestro del mundo infantil, y al mismo tiempo retrata a Young Hee y a sus hermanos como figuras casi demoniacas, el director incluye algunos giros de tuerca que impiden que el espectador satanice por completo a los pequeños. Tal y como sucede en el cuento escrito por los Hermanos Grimm, los adultos parecen ser la raíz del problema en torno al cual gira la trama. Su actitud abusiva ha sido en gran medida el detonante del comportamiento violento y caprichoso de un grupo de niños que han decidido convertir una solitaria casa en medio del bosque, en una suerte de santuario llamado a resguardar su inocencia perdida y sus ansias de juventud eterna. Con el fin de reafirmar la noción de que los adultos en sus intentos por destruir el mundo de fantasía impuesto por los niños, terminan corrompiéndolos y arrastrándolos a cometer actos impulsivos y horrendos, Yim Pil-Sung inserta en la historia a la pareja antes mencionada, la cual en reiteradas ocasiones exhibe una actitud hostil hacia los niños. Junto con esto, el director también incluye un flashback que no solo explica los motivos por los cuales Young Hee y compañía han decidido recluirse en un mundo de fantasía alejado del mundo de los adultos, sino que además establece ciertos paralelos entre el film y el cuento de los Hermanos Grimm, como por ejemplo claras referencias al canibalismo y a la tan temida pérdida de la inocencia.
En lo que a las actuaciones respecta, la totalidad del elenco participante realiza un estupendo trabajo. Mientras que Chun Jung-Myeong convierte al protagonista en un personaje carismático con el cual el espectador logra identificarse, el trio de niños logra con éxito proyectar la dualidad de sus personajes, los cuales por momentos resultan ser realmente aterrorizantes y siniestros, para luego convertirse en seres frágiles y atormentados por los fantasmas de su pasado. En cuanto al aspecto técnico de la producción, no solo resulta destacable el vistoso trabajo de fotografía de Ji-yong Kim, sino que además la maravillosa dirección de arte de Seong-hie Ryu. Algo que sin duda resulta curioso, es que pese a las tonalidades alegres que inundan el peculiar hogar de los tres niños, este logra convertirse en un lugar siniestro donde por las noches abundan los peligros en cada uno de sus rincones. Y es que incluso alegres pinturas de conejos, inocentes muñecas de trapo y rústicos dibujos infantiles, adquieren un cariz claramente amenazador al interior de la “Casa de los Niños Felices”. Por último cabe destacar la banda sonora compuesta por Byung-woo Lee, la cual no solo cumple un rol fundamental a la hora de construir la atmósfera opresiva e inquietante que domina a gran parte del relato, sino que además durante el tramo final de la cinta es la gran responsable de que el horror se convierta en sentimentalismo.
En términos narrativos, mientras que la primera mitad del film se caracteriza por sumergirse en los terrenos del suspenso y del horror, la segunda mitad entra más de lleno en el melodrama, lo que convierte al relato en una suerte de fantasía agridulce que invita al espectador a recordar la importancia de sus seres queridos. Probablemente es a causa de este cambio de dirección temática, que durante la segunda mitad de la cinta el ritmo narrativo decae notablemente, al igual que el interés del espectador en una historia que por momentos resulta ser demasiado compleja. En líneas generales, el film de Yim Pil-Sung se presenta como una interesante reinvención del cuento clásico de los Hermanos Grimm, en la cual si bien cambian los personajes y el escenario donde transcurre la historia, el trasfondo de esta es prácticamente el mismo. En definitiva, pese a sus falencias en el aspecto narrativo, “Hansel and Gretel” resulta ser una producción interesante que no solo presenta un indiscutible atractivo visual, buenas actuaciones y una atrayente mezcla de géneros, sino que además refleja a la perfección la dualidad existente en la gran mayoría de los cuentos infantiles.
por Fantomas.