domingo, 16 de enero de 2011

Cul-de-Sac: No hay escape de la cruda realidad.

“Cul-de-Sac” (1966), es un thriller psicológico del director Roman Polanski, el cual está protagonizado por Donald Pleasence, Françoise Dorlèac y Lionel Stander.

En un aislado castillo de Irlanda, viven George (Donald Pleasence) y su joven y hermosa mujer Teresa (Françoise Dorléac). Cierto día, aparecen en su casa dos gánsteres que se encuentran escapando de la policía, los cuales eventualmente comenzarán a molestar seriamente a la pareja.


Tras el exitoso estreno de la cinta “Repulsion” (1965), el director Roman Polanski decidió rescatar un guión que había escrito tres años atrás junto al guionista Gerard Brach, quien también había estado involucrado en la película más reciente del realizador polaco. La compañía Comptom Films, que previo al estreno de “Repulsion” solo hacía porno, produciría el nuevo proyecto de Polanski el cual en un principio se titulaba “When Katelbach Comes”. La cinta sería rodada en Northumberland, Inglaterra, específicamente en las inmediaciones de una enorme playa en la cual se ubicaba un gran castillo solitario. Aunque originalmente el rol protagónico del film sería interpretado por el mismo Polanski, tras la férrea oposición del productor Michael Klinger, el director se vería obligado a contratar al actor Donald Pleasence, quien el primer día de filmación apareció con la cabeza totalmente rapada. Por otro lado, Françoise Dorléac, quien era la hermana de Catherine Denueve, obtendría el rol de Teresa, la díscola esposa del protagonista.

“Cul-de-sac” se centra en la curiosa relación de George y Teresa, una pareja de recién casados que viven en un enorme castillo ubicado en una playa desértica. En aquel solitario refugio, George busca desligarse de todos los lazos que lo unen a su pasado junto a su ex esposa Agnes, al mismo tiempo que intenta convencerse de que su matrimonio con Teresa va viento en popa. Lamentablemente para él, su flamante nueva esposa ha comenzado a cansarse de su comportamiento afeminado y de su falta de poder sexual, por lo que su relación está deteriorándose rápidamente. En relación a esto último, Polanski se encarga de retratar el matrimonio de los protagonistas como una completa farsa, presentando a Teresa como una esposa infiel que se aprovecha del infantilismo de su marido para engañarlo con Christopher (Iain Quarrier), el viril hijo de sus vecinos. Y es que Teresa está lejos de ser una tímida ama de casa, por lo que no resulta extraño que ella utilice su feminidad para controlar a los hombres, en especial a su esposo, tanto mental como sexualmente.

George por su parte, es un hombre de carácter débil que se muestra completamente dependiente de su esposa. Esto es aprovechado por Teresa, quien constantemente se está divirtiendo a costa de la poca dignidad que exhibe su marido. Y es que al arrebatarle la poca masculinidad que le queda a George, ella asume el completo control de su persona. Es debido a esto mismo que a Dickie (Lionel Stander), uno de los dos gánsteres que invaden el aislado santuario de la pareja, no le tomará demasiado trabajo controlar a su anfitrión involuntario. A diferencia de George, Dickie exuda masculinidad, la cual materializa maltratando física y verbalmente a sus improvisados rehenes sin que necesariamente estos lo provoquen. En cierta medida, el delincuente utiliza la violencia para expresar el desagrado que le provoca el decadente estilo de vida de George. Al mismo tiempo, Dickie utiliza la agresión como válvula de escape de los problemas generados por su fracaso delictual, el cual ha provocado que su jefe, el temido señor Katelbach, tenga que acudir en rescate de él y de su moribundo compañero Albie (Jack MacGowran).

Como es de esperarse, la inesperada llegada de la pareja de criminales deteriorará aún más la compleja relación de George y Teresa. No solo la dignidad restaste de George es pisoteada en conjunto por su esposa y por Dickie, sino que además se establece un extraño triángulo entre los protagonistas, el cual deja en evidencia los más oscuros deseos de cada uno de ellos, y provoca una retorcida lucha de poderes entre Teresa y Dickie. Por otro lado, dentro del transcurso de la trama son presentados otros personajes que dan pie a una serie de divertidas situaciones. Por ejemplo, el sorpresivo arribo de una comitiva conformada por Philip Fairweather (Robert Doming), su esposa Marion (Marie Kean) y su insoportable hijo, entre otros, obliga a Dickie a asumir el rol de jardinero y mayordomo de la pareja. Al mismo tiempo, Teresa empieza a coquetear descaradamente con un hombre llamado Cecil (William Franklyn), aún cuando tanto su esposo como su amante se encuentran rondando por la casa. Todo esto contribuirá a que eventualmente el tímido y reprimido George explote por completo, provocando una serie de apoteósicos y funestos acontecimientos que cambiarán de forma definitiva las vidas de los involucrados.

En general, el elenco del film hace un estupendo trabajo. Donald Pleasence interpreta de manera impecable a un hombre débil y francamente patético, que no tiene más remedio que presenciar impotente cómo el mundo de fantasía que ha intentado construir se cae a pedazos. Lionel Stander por su parte, interpreta de manera creíble a un duro criminal el cual solo siente compasión por su compañero moribundo. Por último, si bien Françoise Dorléac tiende a sobreactuar en algunos pasajes de la cinta, de todas formas realiza una labor correcta a la hora de retratar a Teresa como una mujer manipuladora y egoísta, que utiliza a los hombres pensando en su propio beneficio. Cabe mencionar que durante el proceso de rodaje, el trio de actores tuvo que soportar la conocida meticulosidad de Polanski, la cual los llevó incluso a poner en riesgo su bienestar físico. Por ejemplo, Françoise Dorléac tuvo que repetir en tres ocasiones una escena en la que debía nadar en el mar durante aproximadamente cinco minutos. Lamentablemente para la actriz, el día que se rodó dicha escena hacia bastante frío, lo que sumado a la baja temperatura del agua, provocó que luego de la tercera toma ella se desmayara y comenzara a menstruar, lo que llevó al equipo de filmación a pensar que había sufrido un infarto cardíaco. Lionel Stander también sufrió a causa de la meticulosidad del realizador polaco, quien en una ocasión lo hizo repetir una escena más de 20 veces.

En cuanto al aspecto técnico de la producción, resulta destacable el trabajo de fotografía de Gilbert Taylor, y la memorable banda sonora del compositor Krystoff Komeda. Aunque la cinta de Polanski fue bien recibida en Europa, en Estados Unidos fue duramente criticada por lo excéntrico de sus protagonistas, y por la crueldad con la que estos habían sido retratados por el director. Tampoco ayudó demasiado el exceso de teatralidad que presenta el film, lo cual por momentos quebranta la verosimilitud de una historia claramente demencial que presenta algunos toques surrealistas. Más allá de las críticas, “Cul-de-sac” se alza como una de las películas más interesantes de Roman Polanski, la cual resulta ser entretenida y llamativa precisamente por lo curioso de los acontecimientos que le dan vida al relato. Quien mejor explica el efecto del film del realizador polaco es Ivan Butler, escritor que en su libro “The Cinema of Roman Polanski” menciona: “el director a menudo nos invita a reírnos, provocando que nos incomodemos y nos preguntemos si lo que estamos viendo no es más que un reflejo de nosotros mismos”.



por Fantomas.

2 comentarios:

Dialoguista dijo...

A mi me suena bastante interesante, los thriller psicológicos me suelen gustar. No importa si no es lo mejor del director, je, yo anoto este título que suena más que bien.
Y que feitooo para la actriz tener que nadar con tanto friooo, no hay derechooo ;D
Saludos Fantomas!!!

Anónimo dijo...

Es una película que he visto varias veces en la televisión, me encantaría rescatarla en la filmoteca para verla en pantalla grande. Me parece toda una joya, y Donald Pleasance está magnífico. Este es el Polanski que me encanta con el de "Repulsión"

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