“The Entity” (1982), es un film de terror del director Sidney J. Furie, el cual está protagonizado por Barbara Hershey, Ron Silver y David Labiosa.
Carla Moran (Barbara Hershey) es una mujer que de un día para otro, comienza a ser atacada sexualmente por una entidad invisible. Una vez que su vida colapsa por completo y sus amigos la creen loca, no tiene más remedio que recurrir a un grupo de científicos que intentarán descubrir que es lo que en verdad sucede al interior de la casa de la mujer.
En el año 1978, el escritor Frank DeFelitta publicó la novela “The Entity”, la cual estaba basada en las experiencias sobrenaturales de una mujer llamada Doris Bither, quien afirmaba que un ser paranormal la había atacado sexualmente de manera reiterativa. Cuatro años antes de la publicación de la novela, Doris había decidido asistir al departamento de psiquiatría de la Universidad de California, con la intención de dilucidar qué es lo que realmente le estaba sucediendo. Si bien un especialista le diagnosticó un desorden mental, existía una serie de hechos que en cierta forma invalidaban dicho diagnóstico. Por ejemplo, Doris presentaba varias lesiones que usualmente se producen tras experimentar un ataque sexual, y que difícilmente podían haber sido autoinfringidas. Tras ser sometida sin grandes resultados a múltiples sesiones de hipnosis regresiva por el psiquiatra Kerry Gaynor, Doris eventualmente buscó la ayuda de un equipo de expertos pertenecientes al laboratorio de parapsicología de la misma Universidad, quienes recolectaron una serie de pruebas y documentaron cada una de las supuestas agresiones sufridas por la mujer. Debido a lo peculiar de la historia, el director Sidney J. Furie le pidió a DeFelittia que escribiera la adaptación de su propia novela, para así llevarla a la pantalla grande. Curiosamente, aun cuando para la década de los ochenta los organismos de censura norteamericanos se habían vuelto bastante más permisivos, los productores del film decidieron retrasar su estreno por más de un año, ya que temían que la cinta fuese blanco de numerosas críticas debido a la naturaleza perturbadora del relato.Carla Moran (Barbara Hershey) es una mujer que de un día para otro, comienza a ser atacada sexualmente por una entidad invisible. Una vez que su vida colapsa por completo y sus amigos la creen loca, no tiene más remedio que recurrir a un grupo de científicos que intentarán descubrir que es lo que en verdad sucede al interior de la casa de la mujer.
“The Entity” se centra en la vida de Carla Moran, una madre soltera de tres hijos, la cual trabaja durante el día mientras que por las noches estudia para convertirse en secretaria y así optar a una mejor calidad de vida. Aunque en apariencia es una mujer normal, hay un aspecto de su vida que amenaza con destruir todo lo que ha construido con bastante esfuerzo. Una noche, Carla es asfixiada con una almohada por una entidad invisible que es mucho más fuerte que ella. Lamentablemente para Carla, los ataques físicos de la entidad se vuelven cada vez más violentes y frecuentes, lo que transforma su vida en un verdadero infierno. Y es que a los ataques reiterados de la entidad, se une la incredulidad de sus amigos, la intranquilidad de sus hijos, y el escrutinio de los psiquiatras quienes la creen loca. Aterrada por la situación, Carla decide visitar a un psiquiatra llamado Phil Sneiderman (Ron Silver), a quien no solo le asegura que ha sido violentada sexualmente por la entidad, sino que además le muestra pruebas físicas del hecho. Ante la incredulidad del facultativo, la protagonista no tiene más remedio que acudir donde un par de académicos del área de lo paranormal, quienes intentarán develar si la supuesta entidad es real, o tan solo es el producto de la vívida imaginación de una mujer atormentada por un par de desilusiones y traumas infantiles.
Como sucede en gran parte de las cintas que se zambullen dentro del mundo de lo sobrenatural, las fuerzas de la racionalidad presentes en el film se muestran totalmente escépticas ante los eventos que narra Carla, y lo que es peor, es que luego de una serie de conversaciones con la mujer no tardan en postular que todo se debe a que desde la infancia ha reprimido su miedo al sexo. Y es que las implicaciones de un padre fuertemente ligado a la religión, el cual solía abusar constantemente de Carla, son algo que los psicoanalistas freudianos no pueden ignorar. El principal perpetrador de este escepticismo es el Doctor Sneiderman, quien no solo exhibe un interés algo obsesivo en la figura de Carla, sino que además no duda en denostar a los parasicólogos una vez que estos se presentan en escena. Las divisiones y el esnobismo existente al interior del ambiente académico le otorgan una capa más de profundidad al conflicto central de la cinta, y además ejemplifican la importancia de la siempre compleja política universitaria a la hora de mantener en funcionamiento dichas instituciones. En gran medida, la protagonista es utilizada tanto por Sneiderman como por los parasicólogos, quienes al mismo tiempo que buscan desacreditar a sus detractores en el campo académico, intentan dotar de cierta legitimidad a sus postulados por descabellados o frívolos que parezcan.
El escepticismo de los psicólogos eventualmente se torna cansino, más aún cuando no se muestran dispuestos a creer en los dichos de Carla pese a que varios testigos confirman su historia. Lo que es aún peor, es que su testarudez no cede ni siquiera cuando tienen la posibilidad de ver el extraño fenómeno por ellos mismos. Si bien es evidente que el film se preocupa de exhibir el fracaso de psicoanálisis, también se preocupa de criticar la soberbia y la hipocresía de ciertas disciplinas académicas que solo buscan la autoglorificación, lo que en este caso provoca que Carla quede absolutamente a la deriva con su peculiar problema. A diferencia de los expertos, el espectador en ningún momento duda de los dichos de la protagonista, aun cuando el film intenta materializar a la entidad de manera algo burda, a través de objetos que se mueven solos y puertas que se cierran sin motivo aparente, lo que obviamente responde a los clichés más habituales del género. Por otro lado, resulta curioso como la seriedad que Sidney J. Furie le intenta imprimir a la cinta durante gran parte de su metraje, es puesta en juego cuando los parasicólogos intervienen la casa de Carla con la intención de aislar a la entidad con la ayuda de helio líquido. Aunque dicha escena es atractiva visualmente hablando, se desvía por completo del interesante escrutinio psicológico al que es sometida la protagonista y que conforma el eje central del film.
En el ámbito de las actuaciones, si bien el elenco en general realiza un estupendo trabajo, es la maravillosa interpretación Barbara Hershey la que contribuye a que el film funcione de buena manera. La actriz retrata a Carla como una mujer evidentemente angustiada y fragmentada por la situación a la que se ve sometida, la cual gracias a que posee una increíble fuerza interior logra sobrellevar cada uno de los episodios de violencia que le toca vivir a manos de la siniestra entidad. En este sentido, su actitud decidida se contrasta con la actitud pasiva y manipuladora de prácticamente todos los hombres que participan en la historia, los cuales no solo son incapaces de ayudar a la protagonista, sino que además al igual que la entidad que la acosa, intentan ejercer un cierto grado de control sobre la mujer, demostrando su naturaleza claramente patriarcal. Por otro lado, en relación al aspecto técnico de la producción, esta cuenta con el competente trabajo de fotografía de Stephen H. Burum, la mediocre banda sonora del compositor Charles Bernstein, y los modestos pero llamativos efectos especiales de Martin Bresin y Robert Willard.
Aunque “The Entity” jamás logra igualar la brutalidad y la crudeza del primer ataque que sufre la protagonista, el film logra alzarse por sobre el resto de las cintas de su tipo gracias a que convierte la historia de Carla Moran en una experiencia cinematográfica compleja, visualmente aterradora, y psicológicamente atrapante. Obviamente la cinta juega con la siempre interesante dicotomía entre lo real y lo imaginario, la cual expone la fragilidad de la psiquis humana y el poder de la imaginación a la hora de conjurar cosas realmente grotescas y espeluznantes. Al mismo tiempo, expone la constante batalla entre la ciencia de lo paranormal y la ciencia que estudia la condición humana, situando a una mujer inocente en medio de dos fuerzas completamente opuestas, la cual ve con impotencia como los agentes de ambas ideologías son incapaces de ayudarla a solucionar su problema. Con esto en mente, resulta evidente que el terror contenido en el relato tiene relación tanto con el fenómeno inexplicable que acecha a Carla, como con las consecuencias físicas de los supuestos ataques llevados a cabo por la entidad. Gracias a todo lo antes mencionado, “The Entity” bien podría ser encasillada entre las mejores entradas del subgénero del horror sobrenatural filmadas durante la década del ochenta, reconocimiento que le ha sido negado básicamente porque durante años se ha pensado que el film de Sidney J. Furie es tan solo otra mala copia de “The Exorcist” (1973), suposición que no puede estar más alejada de la realidad.
por Fantomas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario