jueves, 9 de diciembre de 2010

Poltergeist: Ellos están aquí.

“Poltergeist” (1982), es un film de terror del director Tobe Hooper, el cual está protagonizado por Craig T. Nelson, JoBeth Williams, Beatrice Straight y Heather O´Rourke.

Una joven familia comienza a ser visitada por fantasmas en su casa. Si bien en un principio los espectros parecen ser amigables, con el tiempo empiezan a cambiar su conducta, al punto de poner en riesgo la vida de todos los habitantes de la casa, en especial la de la pequeña Carol Anne (Heather O´Rourke).

Durante el transcurso de los años, se han desarrollado una serie de proyectos cinematográficos que se han gestado casi por mera casualidad. Este es precisamente el caso de “Poltergeist”, producción cuya autoría ha sido tema de discusión durante años entre los aficionados al cine de terror. A mediados de la década del setenta, el director Tobe Hooper, inspirado por el film de Robert Wise, “The Haunting” (1963), comenzó a desarrollar algunas ideas que tenían relación con el mundo de lo sobrenatural. Por otro lado, mientras se encontraban en medio del proceso de rodaje del film “Raiders of the Lost Ark” (1981), el productor Frank Marshall y el director Steven Spielberg, comenzaron a discutir la idea de realizar una película que se enfocara en el tema de los fantasmas. La intención de Spielberg y Marshall, era que dicho proyecto se aproximara al tema de lo paranormal de la misma forma en que la cinta “Close Encounters of the Third Kind” (1977), lo había hecho con el fenómeno de los Ovnis. Fue entonces cuando Spielberg decidió contactar a Hooper, ya que había escuchado que su colega también deseaba filmar un largometraje de características similares. Tras escuchar las ideas de Hooper, quien eventualmente se convertiría en el director del proyecto, Spielberg utilizaría los ratos libres que se le presentaron durante el rodaje de “Raiders of the Lost Ark” para escribir el guión que le daría vida a “Poltergeist”.

Una vez que el guión estuvo terminado, este de inmediato fue comprado por los estudios MGM, cuyos ejecutivos se apresuraron a comenzar con el proceso de pre-producción de la cinta. La gran polémica que rodea a “Poltergeist” reside en el hecho de que durante años, se ha asegurado que fue Spielberg quien en verdad se encargó de la dirección del film, mientras que Hooper solo se limitó a seguir instrucciones. Aunque el mismo Hooper se ha encargado de desmentir este rumor, también ha reconocido que Spielberg participó activamente en el rodaje de la cinta, ya sea mediante el diseño de storyboards, o planteando ciertas ideas acerca del tratamiento que se le debía dar a la historia. No es secreto para nadie que tanto Frank Marshall como Spielberg deseaban que la producción obtuviera una calificación PG, ya que según el mismo Marshall: “Las historias de fantasmas deben ser apreciadas por todo tipo de público, ya que a todos nos gusta asustarnos. Además, es bastante fácil provocar terror mediante el uso de violencia y un poco de sangre. El arte de todo esto a menudo se esconde en aquello que no ves”. Esta noción de lo que debía ser el horror cinematográfico no era del todo compartida por Hooper, quien adquirió cierta popularidad durante la década del setenta gracias a cintas como “The Texas Chain Saw Massacre” (1974) y “Eaten Alive” (1977), las cuales utilizaban la violencia gráfica como un instrumento primordial a la hora de aterrorizar al espectador. Es a raíz de esta diferencia de estilos, que pese a las declaraciones de Hooper se sigue suponiendo que la influencia de Spielberg fue mucho mayor a la que dejan entrever los créditos del film.

La historia de “Poltergeist” se centra en los Freeling, una familia de clase media que vive tranquilamente en un barrio residencial, y que de un momento a otro se ven enfrentados a una serie de sucesos paranormales que tienen como consecuencia la desaparición de la integrante más joven de la familia, la pequeña Carol Anne. Durante aproximadamente la primera media hora de metraje, el film se dedica a realizar una descripción de la vida en los suburbios. Es a raíz de esto que se ahonda en la cotidianidad de la familia liderada por Diane (JoBeth Williams) y Steve Freeling (Craig T. Nelson), quienes son descritos como una pareja de padres cariñosos y preocupados por sus tres hijos, los cuales además exhiben una mentalidad más bien liberal, ya que sus ratos libres los utilizan para fumar marihuana con el objetivo de relajarse. Aun cuando en un principio aparentan ser una familia perfecta, pronto se comienza a apreciar que son poseedores de una dinámica bastante disfuncional. Y es que resulta a lo menos peculiar que ninguno de los padres se cuestione el extraño accionar de su hija más pequeña, la cual no solo habla constantemente con un televisor, sino que además asegura que la casa está habitada por un grupo de fantasmas. Lo que es aún peor, es que una vez que el resto de los integrantes de la familia se percata de los sucesos paranormales que ocurren al interior de su hogar, no encuentran nada mejor que utilizar a la pequeña Carol Anne como conejillo de indias en un particular experimento, el cual tiene como objetivo comunicarse con los espectros que acechan el lugar.

Lamentablemente para los Freeling, no pasa mucho tiempo antes de que los sucesos paranormales que en un principio parecen divertirles, adquieran un cariz mucho más macabro. Y es que de una serie de sucesos inofensivos, se pasa a situaciones que ponen en riesgo la vida de todos los habitantes de la casa, ya sea debido a la irrupción de árboles que poseen vida propia, o a la aparición de portales interdimensionales que amenazan con tragarse a Carol Anne. Una vez que la niña desaparece, los Freeling deciden recurrir a un grupo de parasicólogos liderados por la Doctora Lesh (Beatrice Straight), quien eventualmente se verá obligada a pedirle ayuda a una psíquica llamada Tangina (Zelda Rubinstein), la cual parece ser la única persona capaz de rescatar a Carol Anne del lugar en el que se encuentra prisionera. En gran medida, “Poltergeist” comienza explorando algunos de los temores propios de la infancia, como por ejemplo el miedo a la oscuridad, a las tormentas y a los monstruos que supuestamente habitan dentro de los armarios, para luego meterse de lleno en los temores más propios de la adultez, como el miedo al fallecimiento de un hijo o a la posibilidad de perder todo lo logrado durante una vida de trabajo duro. Al mismo tiempo, Hooper y Spielberg intentan imprimirle una cuota de seriedad al vilipendiado tema de la parasicología, mediante la inclusión de un grupo de científicos que no solo intentan descubrir la raíz de los sucesos paranormales que ocurren en el hogar de los Freeling, sino que además buscan por todos los medios otorgarle una validación científica a sus descubrimientos.

En el ámbito de las actuaciones, el elenco en general realiza un estupendo trabajo, en especial Craig T. Nelson y Zelda Rubinstein. En cuanto al aspecto técnico de la producción, esta cuenta con el destacable trabajo de fotografía de Matthew F. Leonetti, la atmosférica banda sonora del compositor Jerry Goldsmith, la cual dicho sea de paso fue merecedora de una nominación al Oscar, y los atractivos efectos especiales de Richard Edlund, los cuales pese a que hoy en día han perdido parte de su efectividad, en aquel entonces lograron obtener una nominación al Oscar. Por otro lado, cabe mencionar que “Poltergeist” también es recordada por la supuesta maldición que se cierne sobre la cinta y sus dos secuelas. Se dice que todo comenzó a raíz de la famosa escena en la que los protagonistas se encuentran de lleno con una piscina repleta de cadáveres en estado de descomposición. Según cuentan los rumores, debido a que los encargados de los efectos especiales se percataron que era más económico utilizar cadáveres reales que unos de utilería, estos decidieron utilizar restos de cuerpos humanos en dicha escena. Dicha decisión supuestamente se traduciría en una maldición, la que tendría como consecuencia el asesinato de la actriz Dominique Dunne a manos de su novio al poco tiempo de estrenado el film. A esto se le sumaría la muerte de la pequeña Heather O´Rourke durante el rodaje de la tercera parte de la saga, y el fallecimiento de otros dos actores que participaron en “Poltergeist II: The Other Side” (1986).

“Poltergeist” bien podría ser considerada como una película que se desarrolla en tres actos, donde el primero abarca la presentación de la vida de los Freeling, el segundo comienza con las primeras manifestaciones sobrenaturales y la posterior desaparición de Carol Anne, y el tercero se centra en los intentos del grupo de parasicólogos y de la psíquica por develar el misterio que encierra el hogar de la familia protagonista. Como es de esperarse, “Poltergeist” no es una cinta que esté exenta de problemas. Mientras que en determinados pasajes del film resultan evidentes algunos errores en la edición, por otro lado el brusco cambio de tono que presenta la historia en su segmento medio no termina de convencer. Más allá de los posibles defectos del film, de la discusión de quien fue realmente el responsable de su dirección, y de los rumores que indican que es una producción maldita, “Poltergeist” se alza como una cinta entretenida y por momentos aterradora, la cual además cuenta con un par de escenas que siguen siendo recordadas con cierta nostalgia hasta el día de hoy, razones por las cuales en gran medida sigue siendo considerada como uno de los grandes clásicos del cine de terror ochentero.



por Fantomas.

No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...