martes, 3 de agosto de 2010

The Two Faces of Dr. Jekyll: Un interesante giro a la novela de Stevenson.

“The Two Faces of Dr. Jekyll” (1960), es un film de terror del director Terence Fisher, el cual está protagonizado por Paul Massie, Christopher Lee y Dawn Addams.

Inmerso en una investigación cuyo fin es dividir las dos naturalezas del hombre, el Doctor Jekyll (Paul Massie) degenera en el amoral Mr. Hyde (Paul Massie). Desde ese momento, su objetivo será vengarse de Paul Allen (Christopher Lee), el hombre del cual está enamorada su esposa Kitty (Dawn Addams).
En el año 1959, la obra de teatro “Make Me An Offer”, la cual estaba basada en la novela del mismo nombre del escritor Cyril Wolf Mankowitz, ganó el premio Evening Standard al mejor musical británico. Ese mismo año, otro musical de Mankowitz titulado “Expresso Bongo”, fue filmado por el director Val Guest junto a un elenco encabezado por Laurence Harvey y un joven Cliff Richard. Sería el mismo Guest quien le presentaría a Mankowitz al mandamás de la productora británica Hammer Films, Michael Carreras. Convencido de que el escritor sería capaz de otorgarle un enfoque distinto a la famosa historia de Robert Louis Stevenson, “Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde”, Carreras le ofreció $5.000 libras a Mankowitz para que escribiera un guión basado en la famosa obra literaria durante el verano de 1959. Cuando Carreras se percató que Laurence Harvey estaba fuera del alcance de la productora, decidió contratar al joven actor canadiense Paul Massie, cuya carrera cinematográfica había despegado a fines de la década del cincuenta gracias a su participación en los dramas bélicos “Orders to Kill” (1958) y “Libel” (1959). Pese a sus dudas iniciales, Massie pronto se percató que no solo sería capaz de interpretar a Hyde, sino que también al atormentado Dr. Jekyll. Christopher Lee por su parte, aún cuando se sintió ofendido por no ser considerado para el rol protagónico, de todas formas aceptó el rol del traicionero amigo de Jekyll, debido a lo colorido que resultaba ser el personaje. El resto de elenco estaría conformado por la hermosa Dawn Addams, el veterano David Kossoff, y un joven Oliver Reed, cuyo breve cameo en el film marcaría el inicio de una fructífera relación comercial con la modesta productora británica.

En “The Two Faces of Dr. Jekyll”, el Dr. Henry Jekyll pasa gran tiempo encerrado en su laboratorio desarrollando una droga capaz de alterar la personalidad de las personas, sin importarle demasiado las interrupciones de su amigo, Paul Allen, y su esposa, Kitty. Mientras que Allen depende de la solvencia económica de Jekyll para pagar sus recurrentes deudas de juego, la aparentemente frígida Kitty parece haberse acostumbrado a la vida reclusiva de su tímido esposo. Todo cambiará drásticamente cuando Jekyll comienza a experimentar en sí mismo, y se convierte en un hombre más joven y apuesto llamado Edward Hyde. Al interior del glamoroso club nocturno Sphinx, Hyde se desenvuelve como un vicioso y fanfarrón playboy, al mismo tiempo que descubre que Paul Allen se ha estado aprovechando de algo más que la generosidad de Jekyll, ya que este mantiene una relación extramarital con la esposa del Doctor. Hyde por su parte, comienza una relación amorosa con María (Norma Marla), una bailarina del club, y establece una relación de amistad con Allen, con quien comparte el gusto por los placeres decadentes que ofrecen los oscuros rincones de Londres. Sin embargo, cuando la transformación de Jekyll en Hyde comienza a salirse de control, su dominante alter ego se propone vengarse de todos aquellos que en algún grado han dañado al buen Doctor, comenzando por el egocéntrico Paul Allen.

Evidentemente, la variación más importante que Mankowitz le realizó al relato de Stevenson, tiene relación con la figura de Hyde. Básicamente, el escritor describe a Hyde como un hombre seductor y manipulador, cuyas maquinaciones en el sórdido submundo de la sociedad victoriana londinense eventualmente apuntan a castigar a la esposa infiel de Jekyll y a su amigo parásito. “El mal le resulta atractivo a todos los hombres”, explicaría Mankowitz en una entrevista realizada al interior de los Estudios Bray durante el proceso de producción del film. “Por lo tanto, no es ilógico que la cara del mal sea atractiva. Esa es la razón por la cual retraté a Hyde como un hombre encantador y no como alguien repulsivo. Este no es un film de horror, es un comentario acerca de las dos caras de la sociedad supuestamente respetable… Mi guión expone la maldad de los victorianos, y las lágrimas emanadas de la máscara de la falsedad y la hipocresía. También contiene algunos comentarios sobre la maldad presente en el orgullo científico, el cual está completamente divorciado de las consideraciones tanto humanas como éticas”. De todo esto obviamente se desprende que Hyde es sencillamente la encarnación de los impulsos reprimidos y las frustraciones de Jekyll. Al tratarse de las dos mitades de un todo, el film invita al espectador a cuestionarse quien es peor, si Jekyll quien se ha condenado a una vida patética impulsada únicamente por sus frustraciones y sus sentimientos de culpa, o Hyde, cuya búsqueda interminable de placer termina desencadenando un espiral de violencia que no hace más que reflejar su desprecio por la sociedad que lo rodea.

Si hay algo que une fuertemente a Jekyll con su siniestro alter ego, es la frustrante relación que ambos mantienen con Kitty. En gran medida, se infiere que la actitud distante del protagonista ha sido la causante de que su esposa haya decidido ser infiel. Al mismo tiempo, resulta evidente que Kitty está verdaderamente enamorada de Paul, y que es la única integrante del complejo triángulo amoroso que presenta el relato, que está dispuesta a terminar con la hipocresía en la que se ha convertido su matrimonio. Además, ella es el único personaje del film que desde un principio encuentra repulsivo a Edward Hyde, como si intuyera que se trata de una extensión de su marido. Paul por su parte, si bien es un truhan y un desvergonzado, también es un hombre débil que no puede evitar sentir un cierto grado de remordimiento al estar engañando a su mejor amigo con su mujer. Sin embargo, su inclinación por el dinero fácil y su evidente cobardía le han impedido llevarse a Kitty consigo, lo que lamentablemente para él, lo sentencia a compartir el destino trágico al cual están ligadas las dos caras del Doctor Jekyll. Por otro lado, cabe mencionar que aparentemente Terence Fisher no estaba muy de acuerdo con la reinvención del relato de Stevenson realizada por Mankowitz, ya que durante el proceso de rodaje le realizó una serie de cambios al guión que apuntaban hacia terrenos antes explorados en algunas de las adaptaciones hollywoodenses de la novela. De la misma forma, otros de estos cambios fueron realizados por razones más pragmáticas. Debido al estrecho calendario de filmación con el que contaba, varias escenas fueron eliminadas del proceso de rodaje, siendo la más significativa aquella que mostraba a Hyde transformándose en Jekyll mientras estaba siendo ejecutado en la horca.

En el ámbito de las actuaciones, mientras que Paul Massie interpreta con bastante aplomo a un Jekyll atormentado por su entorno y por sus propios fantasmas, al momento de personificar a Hyde cae en la sobreactuación innecesaria, lo que afortunadamente no afecta mayormente el impacto del personaje. Christopher Lee por su parte, interpreta de buena manera a un hombre claramente inmoral que al mismo tiempo se muestra vulnerable, y que cuyas transgresiones palidecen en comparación a las cometidas por Hyde durante el transcurso del film. Resulta agradable ver a Lee interpretando un rol distinto a los que solía interpretar al interior de la Hammer, ya que en esta ocasión al actor se le otorgó la oportunidad de personificar a un personaje lleno de matices, el cual incluso demuestra un súbito ataque de moralidad cuando Hyde le ofrece saldar sus deudas de juego con la condición de que le conceda una oportunidad de acostarse con Kitty. Por último cabe destacar la labor de Dawn Addams, quien interpreta de manera espléndida a una mujer decidida, inteligente y seductora, que se ve atrapada en una peligrosa encrucijada entre dos hombres llamados a su propia autodestrucción. En cuanto al aspecto técnico de la producción, esta cuenta con la estupenda dirección de fotografía de Jack Asher, el maravilloso diseño de producción de Bernard Robinson, y la efectiva pero olvidable banda sonora de los compositores David Heneker y Monty Norman.

El hecho de que el film presente más elementos ligados al drama que al horror, que su ritmo narrativo sea más bien pausado, y que durante su transcurso se inserten dos números musicales que poco tiene que ver con el resto de la trama, en gran medida provocó que al momento de su estreno “The Two Faces of Dr. Jekyll” no fuese bien recibida ni por el público ni por la crítica. Los ejecutivos de los estudios Columbia tampoco se mostraron demasiado entusiasmados con el film, por lo que le cedieron los derechos de distribución de la cinta a una modesta compañía llamada Kingsley, la que finalmente le vendió los derechos a la productora American International Pictures, la cual estrenó el film en los Estados Unidos bajo el nombre de “Jekyll´s Inferno”. Eventualmente, los ejecutivos de la AIP reestrenaron una versión censurada del largometraje bajo el título de “House of Fright”. Al poco tiempo después, la revista Variety publicó una reseña que terminó de sepultar comercialmente a la cinta: “El film presenta actuaciones competentes, pese a que la dirección de Terence Fisher es tan vulgar como el propio guión”. Más allá de las críticas y los nefastos resultados comerciales, “The Two Faces of Dr. Jekyll” se alza como una pequeña gema olvidada de la Hammer, la cual le imprime un giro temático interesante a un relato bastante simple, ya que deja de lado el horror convencional para centrarse en el horror moral presente en un personaje hedonista y carente de consciencia, el cual es completamente indiferente al dolor que le inflige a quienes lo rodean.


por Fantomas.

2 comentarios:

Dialoguista dijo...

Entre que el personaje del Dr Jekil siempre me llamó la atención, (aunque no he leído nada y solo sé lo que uno sabe por saber, y que ni sabe cómo lo sabe jejeje), sumado a que decís que es más drama que terror, más tu valoración tan buena de la peli, ya hacen demasiadas razones para que no deje de ver esta película!!!
Lo que no entendí es qué hacían dos números musicales en la peli? jajaja
Saludos!!!
P.D.: Este es el terror que me gusta ;D

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Pues habrá que verla, a ver si esta readaptación aporta algo verdaderamente interesante.

Saludos ;)

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