
Durante el último tiempo, en el pequeño pueblo de Vandorf se han cometido una serie de asesinatos cuyas víctimas han aparecido convertidas en piedra. Después de que una muchacha llamada Sascha (Toni Gilpin) aparece muerta de la misma manera, las sospechas recaen en su amante, un artista llamado Bruno Heitz (Jeremy Longhurts), quien termina suicidándose ante las acusaciones de los habitantes del pueblo. Decidido a averiguar la verdad de lo ocurrido, su padre, el Profesor Jules Heitz (Michael Goodliffe), comenzará una investigación que lo llevará a enfrentarse a un enemigo más peligroso de lo que él se imagina.

Eventualmente sería el supervisor de efectos especiales, Syd Pearson, quien se encargaría de la difícil tarea de construir la cabeza de la Gorgona, la cual estaría compuesta por doce serpientes de látex unidas mediante una serie de cables, los que supuestamente ayudarían a crear la ilusión de que las serpientes se encontraban en constante movimiento. Curiosamente, la cinta tendría una serie de problemas con los organismos de censura tanto británicos como norteamericanos, debido a dos escenas en particular; una de ellas sería el prólogo, durante el cual Sascha posa semidesnuda para su novio Bruno Heitz, y la otra sería aquella en la que el personaje interpretado por Peter Cushing le remueve el cerebro a uno de los cadáveres que recibe en la morgue. Luego de varias gestiones, los ejecutivos de la Hammer consiguieron que los organismos de censura permitieran la presencia de ambas escenas en el film, lo que evitó que se le realizaran cambios innecesarios a un guión inteligentemente escrito. Por otro lado, “The Gorgon” cumplía con reunir nuevamente al director Terence Fisher con Christopher Lee y Peter Cushing, con quienes había trabajado por última vez en “The Mummy” (1959). Para Fisher, esta producción tenía especial importancia ya que el director aún se encontraba dolido por los malos resultados obtenidos por “The Phantom of the Opera” (1962), cinta la cual lo obligó a desligarse durante un tiempo de la Casa del Martillo. Junto con esto, el director siempre afirmó que era un agrado trabajar con Lee y Cushing, a quienes él consideraba como dos de los mejores profesionales de la industria cinematográfica británica.
La eventual muerte de Heitz provocará que tanto su hijo Paul (Richard Pasco) como su colega, el Profesor Karl Meister (Christopher Lee), viajen a Vandorf para descubrir a que es lo que tanto le temen los pueblerinos, y que es lo que esconde el poco confiable Doctor Namaroff. Tal y como sucede en gran parte de los films de horror gótico producidos por la Hammer, aquellos que son amenazados por una fuerza incomprensible y desconocida, en este caso los habitantes de Vandorf, prefieren hacer oídos sordos a las súplicas de los inocentes visitantes que buscan acabar con el mal que se cierne sobre ellos, antes que enfrentar a lo que tanto temen. Por otro lado, aun cuando es la Gorgona quien está cometiendo los macabros crímenes, fácilmente se podría argumentar que el verdadero villano del film es el personaje interpretado por Peter Cushing. Y es que no solo miente descaradamente cuando se le pide esclarecer los hechos que llevaron a la muerte tanto a Sascha como al Profesor Heitz, sino que además está dispuesto a cualquier cosa con tal de alejar a Paul Heitz de su ayudante Carla (Barbara Shelley), hacia quien evidentemente se siente atraído. Pero, ¿es posible que el accionar de Namaroff solo esté motivado por un mero ataque de celos? Esa es precisamente la interrogante que tendrá que dilucidar el Profesor Meister antes de que ambos se vean obligados a confrontar a la misteriosa y retorcidamente atractiva Gorgona.

Con el correr de los años, “The Gorgon” se convirtió en uno de los productos más extrañamente subvalorados de la Hammer, básicamente porque como película de terror no funciona de la manera esperada. Utilizando un ritmo narrativo más bien pausado, Terence Fisher narra una historia cargada al suspenso y al melodrama, en la cual una mujer de origen sobrenatural acecha a sus víctimas oculta en la oscuridad de la noche, esperando el mejor momento para atacarlas y quitarles la vida. Y es que hay que recordar que Fisher nunca se describió como un simple director de cine de terror. De hecho, en una entrevista que le concedió a la revista Cinefantastique a principios de los setenta, Fisher expresó tener más interés en las mecánicas del melodrama expuestas en los films de Frank Borzage, que en las mecánicas del suspenso perfeccionadas por realizadores como Alfred Hitchcock. Estas declaraciones estaban ligadas al eterno deseo de Fisher de filmar una historia de amor, cosa la cual en cierta medida logró en “The Gorgon”, aun cuando la veta romántica que presenta la cinta está inexorablemente ligada a la tragedia y al horror. En definitiva, gracias a sus múltiples virtudes y a su marcado trasfondo emocional, “The Gorgon” fácilmente puede ubicarse entre las mejores veinte producciones de la Hammer, lo que la hace merecedora de un reconocimiento mucho mayor del que ostenta hoy en día.
por Fantomas.
3 comentarios:
Con semejantes pesos pesados de la Hammer, ya vale la pena echarle un vistazo. Apuntada queda :)
Saludos ;)
Ver a una Gorgona y al amigo Lee frente a frente debe ser epatante.
A ver si cae
Esta nunca le he podido ver pero le llevo muchas ganas..
Saludos
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